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Ella - por PerePaella

Me llamo Sandra.

Escribo esto con urgencia, con miedo. Quiero creer que es verdad, que lo hemos conseguido. Solo el goteo incesante pero lento de segundos lo dirá. Estas horas son cruciales, de lo que pase en ellas dependerá el futuro. Quizá solo el mío y el de los mios. Quizá el del Estado, quizá de la entera Humanidad.
Todo empezó hace unos años, pocos, creo, la verdad es que han pasado volando. Por aquel entonces yo era una jovencita soñadora e idealista que empezaba en el mundillo de la política. Mi padre había sido alcalde del pueblo cuando yo era pequeña, supongo que lo llevo en la sangre.
Poco a poco me hice un hueco en el partido, fui subiendo, escalando.
Entonces supe de Ella.
Pocos saben que Ella fue la esposa del que luego se haría llamar Líder Supremo. Pocos saben la historia detrás del mito.
Lo importante es que cuando todo cambió y muchos nos sentimos engañados y heridos, cuando todo parecía derrumbarse, Ella nos volvió a dar esperanza.
Por eso hice lo que hice. Por eso lo hicimos todos.

Como digo, creo que hemos vencido. Algo que no creía posible hace dos días, cuando acudía al punto de reunión. Sentía el corazón a punto de salírseme del pecho. Había oído pasos, por eso me agazapaba entre las sombras. Se acercaban a mi a velocidad constante. El sonido de las botas sobre el recalentado asfalto me hizo saber que eran soldados. Sostuve la respiración.
“Esta es nuestra vida ahora” pensé.
Hace años que nos hemos de esconder, tratar de pasar desapercibidos.
“Mejor que no te vean, aunque no hayas hecho nada malo”, eso me enseñó mi padre.

A el le vieron.

No había hecho nada malo.

Por fin llegué ante esa puerta. Pasé mi mano bajo el pomo, mis dedos buscaban una marca imperceptible a la vista, que me indicaba que no me había equivocado de sitio. Di tres golpes flojos, luego dos y luego de nuevo tres. La puerta se abrió y entré con rapidez al cálido interior. Dentro reinaba la oscuridad y el silencio. Sin embargo la habitación estaba abarrotada de gente, que solo empecé a vislumbrar según mis ojos se acostumbraban a la poca luz. Intuí caras cansadas, ojeras pronunciadas, pocas sonrisas, pero esperanza en los ojos. Todos sabíamos a que habíamos ido allí. Queríamos luchar, organizarnos y vencer al sistema que nos había quitado lo más esencial.

Se encendió una pequeña llama en el centro de la sala. Alguien había prendido una vela. Se la acercó a la cara cual micrófono luminiscente y empezó a hablar. Entre el público empezamos a asentir y a mostrar nuestro acuerdo en voz baja, hasta que alguien chistó, mandándonos callar. En el silencio oímos una especie de frufrú que se iba acercando. Levantaron la vela en el centro de la sala y esta se iluminó un poco más, dejándonos ver lo que producía el sonido.
Era Ella. Todos la admirábamos. Y todos la seguiríamos hasta donde hiciese falta. Vino directo hacia mí, y al pasar por mi lado me rozó con su vestido de seda. Me sentí llena de una energía extraña. Me sentí elegida.

“Hace ya veinte años que dura esta barbarie. Muchos han caído. Pero cada día somos más. Vamos despertando y nos unimos para luchar por la Libertad, por nuestros derechos. Somos el Pueblo y debemos unirnos y recuperar lo que es nuestro. Cada día que pasa nos recortan un poco más nuestros derechos, nuestra libertad, nuestra vida. Es hora de salir, salir todos juntos y plantar cara. Da miedo, lo sé. Recordad de donde vengo. Recordad que soy una traidora para ellos, que un día me levanté, por todos vosotros y le dije al Líder Supremo que ya estaba bien, que dejase sus planes horribles. Recordad que casi muero a manos de ese miserable, pero que logré escapar. Y, sobre todo, recordad que si yo, siendo una sola, pude, todos, siendo solo uno, podremos.”

Así habló Ella. Todos la escuchamos. Salimos de allí con ordenes claras y el ánimo levantado. Reunimos a nuestros núcleos y el mensaje corrió como la pólvora. Miles de personas, miembros de una red revolucionaria clandestina, recibieron ordenes precisas. El engranaje había empezado a girar. El tiempo del régimen se terminaba.

Al amanecer la cabeza del Líder Supremo rodaba sobre las baldosas de una nueva Bastilla.

A mediodía Ella llegaba al poder entre vítores.

A medianoche me metía en su cama.

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10 comentarios

  1. 1. Charola dice:

    Hola PerePaella! Gracias por tu comentario a mi relato.

    El tuyo me pareció interesante. Fácil de seguir, bien hilado, aunque al final me quedó un poco la sensación de querer saber a qué lugar te refieres o dónde ocurren los hechos. No sé estoy con la sombra cercana de Venezuela y la dictadura que pensé que ubicabas allí tu relato. Pero quitando Venezuela de mi mente y hacerlo mucho más global tu relato me pareció muy bueno.

    En cuanto a lo formal, algunas tildes que te faltaron:

    -Quizá solo el mío y el de los “míos”.
    -Se acercaban a “mí” a velocidad constante.
    -A “él” le vieron.
    -Todos sabíamos a “qué” habíamos ido allí.
    -Recordad de “dónde” vengo.
    -Salimos de allí con “órdenes” claras y el ánimo levantado.
    -recibieron “órdenes” precisas.

    Falta algunas comas:
    Después de “sin embargo”.
    Antes de “pensé”.

    Me gustó el final. Aunque, me parece que difiere del inicio, porque al final parece que lo consiguieron de verdad y todo debía ser seguro (esa es la impresión que me da), pero tu inicio del relato es que Sandra no está segura y por ello dice que escribe con urgencia, con miedo, porque no sabe si lo consiguieron o no. Creo que debes arreglar el tiempo en que escribe Sandra. Hallo confusión allí.

    Por lo demás. “Felicitaciones”.

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 17:42
  2. 2. Lionel Muñoz dice:

    Hola PerePaella, me gustó mucho tu relato. Es muy bueno. No tengo nada que señalar mas que la falta de tilde en algunas palabras que ya te las enumeraron, y que me gustó el final, aunque concuerdo con Charola respecto a la confusión que genera la urgencia y el miedo que relatas al comienzo.

    Saludos y gracias por comentar mi relato.

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 21:21
  3. 3. PerePaella dice:

    Hola, Charola y Lionel.
    Gracias por pasaros a comentar.
    El relato no está ubicado en ninguna parte en especial, es una hipotética sociedad futura.
    Quizá tengas razón en lo del principio y el final, ya que el relato lo tenía escrito y revisado de hace tiempo, y a última hora le añadí el principio y lo reescribí todo, cambiando el tiempo verbal. Así que me toca aprender que jamás se revisa bastante…
    Se supone que Sandra no está segura, aún después de haber pasado todo los seguidores del Lider Supremo se podrían reagrupar o algo. Culpa mía no haberlo reflejado mejor.
    Aunque algunas de esas tildes me las debería haber marcado el corrector, así que tendré que revisarlo también.

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 22:08
  4. 4. Yurisander dice:

    Hola PerePaella:
    Charola resumió muchas de las observaciones que podría hacer en cuanto a la edición del texto, y en el contenido sí recalco en que el final, que es “feliz” y el inicio, donde la tensión es alta.
    A pesar de ello, es un relato muy, muy bueno, con pinceladas intensas de esa sociedad totalitaria en la que vive Sandra. Me gusta mucho el protagonismo que le das a las mujeres en tu relato, está muy bien lorgado.
    Y la oración final es en sí misma un punto de giro, resolución del relato, que a mi juicio es muy buena.
    ¡Felicitaciones!

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 18:04
  5. 5. Menta dice:

    Hola PerePaella: Tu relato me ha gustado mucho porque está muy bien escrito, la evolución está muy clara y el final me ha sorprendido.

    Enhorabuena, un saludo, Menta

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 12:54
  6. 6. Silvia Peregrina dice:

    Muy bueno tu relato, atrapa de principio a fin. Pensé que todo terminaría mal, pero no, termina bien y con un giro inesperado, que redondea una situación. ¡¡¡Me gustó mucho tu forma de narrar!!

    A las tildes que ya te mencionaron, agregaría que en el tercer párrafo se repite ‘yo’. De todas maneras, reitero, tu forma de narrar es excelente, sabés mantener el ritmo ajetreado.

    ¡Saludos y te sigo leyendo!!!

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 17:05
  7. 7. Alycia dice:

    Hola, PerePaella:

    Destacaría tu forma de contar, creo que tienes un narrador en primera persona muy sólido en tu texto. Sí que me ha chocado también la incongruencia entre la urgencia y el miedo del principio y el final, que no se corresponde con ese miedo.

    Me gusta cómo describes la acción y las escenas, se hacen muy visuales.

    Saludos desde el 9,

    Alycia

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 17:12
  8. 8. el chaval dice:

    Hola PerePaella, veo que también tu texto se va por la política, lo encuentro muy bien definido, facil y ameno de leer y sobre todo el apunte de amor final.
    La Quiromántica que la podría definir por una persona que cree en la fuerza de su creencia, pero que, como persona humana tiene miedo de sus consecuencias,se retira, creyendo que en su puesto actual de vigilancia podría estar mas segura para lograr una vida distópica en el futuro (a su manera) Me dices que en algo estás en desacuerdo conmigo. Te aseguro que a mí tampoco me acaba de gustar este tipo de distopía por haberse llevado en unos términos de fuerza que priva más las vísceras que la razón. Un saludo cordial y hasta la próxima.

    Escrito el 25 mayo 2017 a las 11:33
  9. 9. Isan dice:

    Hola PerePaella:

    Ya estoy aquí para devolverte su visita.

    Antes que nada te comento alguna cosilla de ortografía y sintaxis que no dejan de ser algunos una opinión personal, luego tú decides.

    “Quizá solo el mío y el de los mios.” este míos también con acento, como el anterior.
    “A el le vieron”. ÉL con tilde.
    “…quizá de la entera Humanidad.” Mejor Humanidad entera.
    “…yo era pequeña, supongo que lo llevo en la sangre.” Mejor punto que coma.
    “Hace años que nos hemos de esconder…” Mejor nos tenemos que esconder.
    “…abarrotada de gente, que solo empecé a…” sobra la coma.
    “…sabíamos a que habíamos ido allí.” QUÉ con tilde, hace función interrogativa.
    “Recordad de donde vengo.” DÓNDE con tilde pues hace función interrogativa.
    “…recibieron ordenes precisas.” Órdenes con tilde.

    En cuanto al fondo del relato no veo bien los tiempos en los que transcurren las distintas fases del relato. Sandra escribe una carta con urgencia y miedo. ¿Por qué?¿De qué, de quién? ¿De Ella? ¿No está e tirano muerto? La conclusión que saco es que Ella esa la esposa del Líder, que se subleva contra él y se hace la nueva líder que luego falla a su pueblo. Dicho resumidamente. No lo veo mal aunque quizás le falte más historia el relato. Solo se narra con detalle lo relativo a la reunión. El final es un poco precipitado pero sorprendente. Parece que has querido hacerlo breve para causar más efecto en el lector.

    Un saludo.

    Escrito el 25 mayo 2017 a las 17:45
  10. 10. Laura dice:

    Hola PerePaella
    Me gustó mucho tu relato. ¿No habrá un cambio de dictador por otro?
    Comienzas con la protagonista escribiendo con miedo y al final habla del triunfo de la revolución y ella del lado del vencedor. Me suena un poco raro, pero puede que sea tan sólo algo mío.
    Hasta el próximo relato

    Escrito el 2 junio 2017 a las 11:43

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