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Todo por un sueño - por Jean Ives Thibauth
Web: http://jeanivesthibauth.wordpress.com
El presidente dio una larga chupada a su habano y soltó el aire muy despacio. Se había situado en una esquina de aquella improvisada sala de interrogatorios, oculto tras la sombra. A través de las volutas de humo pudo ver cómo Manolo se sujetaba la cabeza con las manos.
—Soy obrero de la construcción, señor —respondía—. En paro.
El tipo que le hacía las preguntas se paseaba haciendo resonar sus pasos de soldado. De vez en cuando miraba hacia el lugar en el que estaba el presidente, pero solo alcanzaba a ver una corbata de seda que se posaba sobre la apretada curva de su camisa blanca.
—Mi hijo iba a ser fichado por el Equipo Nacional.
—¿Su hijo es Bernardo García? —Una carpeta abierta sobre la mesa mostraba la foto de un muchacho que sostenía un balón bajo el brazo. Manolo apenas sacó un ojo de su escondite para asentir.
—Así es. —Con voz compungida añadió—: Hoy era su gran día. El ojeador le vería jugar y entonces abandonaríamos para siempre nuestra miserable vida. Por fin podríamos tener un chalé, un deportivo y unas vacaciones en el Caribe. Tantos años de sufrimiento, de madrugar para llevarle a los entrenamientos, de pedir prestado para pagarle las equipaciones, serían recompensados.
—¿Y por qué no acabó el partido?
—Discutimos.
El interrogador esperó paciente a que Manolo continuara su historia.
—La culpa es mía. No debí gritarle —Enredaba su pelo entre unos dedos largos y huesudos—. Fue antes de terminar el primer tiempo, ¿sabe usted? Había fallado un tiro a puerta que no lo hubiera fallado ni un niño de cuatro años. Ya era el tercero. Estaba jugando fatal. No entendía nada. Y encima, su compañero de equipo, el Pirri, se estaba llevando todos los aplausos. Era yo el que tenía que aguantar a su padre diciéndome: «Chúpate esa, Manolo. Mi hijo va directo al cielo y el tuyo para el hoyo» —Hizo una pausa—. ¡Cómo hubiera deseado ser yo el que le dijera esas cosas!
—Y entonces gritó a su hijo —intervino con habilidad el interrogador.
—Estallé… El padre del Pirri me hizo un corte de manga cuando falló aquel tiro. Ya no lo aguanté más. Le dije algo así como que no me tocara los cojones y que saliera allí y demostrara lo que valía.
—… Esa es su versión suave —dijo el interrogador ojeando los papeles que contenía la carpeta. Manolo levantó por fin la cabeza y se dio cuenta de hasta qué punto lo sabían todo. Su rostro era el de un hombre derrotado, del que se sabe al final del precipicio—. Así es, señor.
—Y su hijo abandonó el partido —Manolo asintió con la cabeza—. ¿Sabía a dónde se dirigía?
—No, señor. No tenía ni idea.
—Mire, Manolo, sabemos que fue usted el que puso la bomba en la furgoneta de aquellos hippies. No me diga ahora que no sabía de los tejemanejes de su hijo.
—Le juro, señor, que no sabía nada —Sus ojos enrojecidos apenas aguantaban las lágrimas—. Yo solo le seguí. No sabía que era amigo de aquellos radicales.
El interrogador se mantuvo en silencio. El humo del puro hacía remolinos a su alrededor.
—Vi cómo se alejaba en aquella furgoneta y entonces escuché mis sueños romperse dentro de mí como el cristal. Volvía cuando encontré la otra furgoneta… dentro tenían la caja con los explosivos. Supuse que iban a cometer otro atentado, que se iban a cargar el estadio de fútbol…
Manolo no pudo continuar porque rompió a llorar.
El interrogador dirigió su mirada hacia la corbata y le hizo un gesto afirmativo con la cabeza. Apenas un corto movimiento. Por toda respuesta recibió una bocanada de humo espeso y azulado. Luego puso una mano sobre el hombro de Manolo.
—Lo daría todo por el fútbol, ¿no es así?
—El fútbol lo es todo en este país. Sin fútbol no habría sueños.
En ese momento, el perfil del presidente fue saliendo poco a poco de la sombra.
—Necesitamos más ciudadanos como usted, señor García. Gente que lo dé todo por vivir el sueño nacional —Su rostro apretado sonreía de manera extraña—. Gente que colabore para mantener a salvo a nuestro glorioso imperio —Le ofrecía una pluma y un montón de papeles listos para firmar.
Manolo, seducido por formar parte de la élite del gobierno, ni siquiera se fijó en el logotipo. El mismo que una vez alguien imprimió en la tapa de una caja de explosivos.
Hola Jean Ives Thibauth,
En lo que se refiere a aspectos formales no tengo nada que aportarte. Tu historia me parece escrita de manera impecable.
En cuanto a la historia en sí, es algo que siempre, al menos a mí, me resulta más difícil comentar, sobre todo porqué cuesta estar seguro de transmitir lo que se quiere transmitir. Pero bueno, hay que intentarlo.
La primera parte de tu cuento me ha atrapado, total y absolutamente. La escena del presidente, Manolo y el interrogador me parece genial, así como la manera en que vas creando la intriga a partir del interrogatorio. Muy bien mostrada, se visualiza como si fuera la escena de una película. Te engancha y tienes que seguir leyendo para saber de que va esto.Te felicito por ello.
En cuanto a la resolución de la intriga, ahí me he perdido un poco. No acabo muy bien de relacionar el que el hijo se fuera del partido con lo de poner la bomba junto a unos compinches, porqué, al fin y al cabo, aunque jugara mal a postas (entiendo que es eso), me parece poco convincente que abandonara el partido por una bronca de su padre. Más, como se entiende luego, alguien que ya no es un niño. Al menos a mi, esta parte de la historia me ha convencido algo menos.
El final, entiendo que es el propio gobierno el que pone las bombas, pero tampoco me convence que traten de “fichar” a Manolo para la causa.
Bueno, son apreciaciones que te hago, sobre todo porque el inicio de tu cuento me ha gustado mucho, de verdad.
Un saludo,
Hola
Gran relato, me ha entretenido. Hablas de la caída a los infiernos de un don nadie al que no le quedaba nada por lo que vivir, excepto el fútbol, que es el opio nacional, y termina seducido por los poderes supremos del estado para que se convierta en su peón. Bien descrito, bien llevado y ambientado.
Un saludo
Coincidi con Edu SC.
Empiezas muy fuerte. Tienes unas maneras nuy buenas de contar las cosas. Sin embargo, no acabo de entender cómo se relaciona todo.
Saludos,
Miau
Hola Jean Ives.
Tu relato está muy bien, haces muy buenas descripciones, tanto del lugar como el de los personajes, me recuerda a las peliculas policiacas. Coincido con los demás compañeros, tiene un principio muy bueno pero luego se va haciendo un poco confuso a medida que llega al final. Pero en general está muy bien.
Si quieres leer el mio, soy el 82.
Saludos.
Hola Jean Ives Thibauth.
Buena historia. El principio es excelente, como has planteado la escena, para mi, has conseguido una visualización perfecta. Está bien narrado, aunque también me he perdido un poco con la bronca del padre y el atentado.
La rivalidad entre padres está a la orden del día y, algo que me ha transmitido… Parece que Manolo desea que su hijo sea futbolista hasta más que este ¿no?
Nos leemos.
¡Hola a todos!
Este mes me consta que el relato puede ser un poco confuso. Lo sé.
Me embarqué en un proyecto que entregué casi cuando se terminaba el plazo de este mes en Literautas. Luego me puse a escribir mi realidad distópica cuando apenas quedaban dos horas para el cierre. No es como me gusta entregar los trabajos pero no quería dejar de participar. Me encantan estar entre vosotros, sentirme parte de una comunidad de la que aprendo tanto cada mes.
Siempre se saca una buena lección de cada nuevo proyecto y este mes me quedo con que la primera parte os ha enganchado y que la veis como una película. Siempre se está a tiempo de rectificar los fallos. Así que lo revisaré y lo colgaré en el blog.
Por lo demás estáis todos invitados a despellejar a gusto cuanto veáis en el relato.
Un fuerte abrazo a todos, amigos literautas.
Nos leemos.
EDU SC:
Muchas gracias por pasarte y comentar. Me llena de honor que digas que está escrita de manera impecable.
Tenía la sospecha de que la segunda mitad iba a costar entenderla. De echo tuve que recortar a toda prisa porque, para no variar, me había pasado de las 750 palabras.
Aunque sí que pillaste que el hijo jugaba mal a propósito. Algo es algo, jejeje.
Nos seguimos leyendo.
Un saludo.
JOSE LUIS:
Que bien que lo hayas entendido tan bien. Eres el único je je je. Bueno, anda, algo es algo.
Muchas gracias por la visita.
Nos seguimos leyendo.
Un saludo.
MARCUS:
Muchas gracias por pasarte y comentar.
Una pena que no haya sabido transmitirte la relación entre el fútbol y el mundo distopico.
Te espero el mes que viene a ver si me puedo resarcir.
Nos seguimos leyendo.
Un saludo.
YOLI:
Muchas gracias por pasarte y comentar.
Tienes razón de que parece un poco de género policíaco. Quería hacer un cambio de registro e irme hacia la literatura negra.
Parece que reto conseguido en ese aspecto.
Nos seguimos leyendo.
Un saludo.
P.J.DAWON:
Muchas gracias por pasarte y comentar.
Has dado en el clavo. Este padre quería que su hijo jugara al fútbol, incluso por encima de éste. Es su última oportunidad de ser feliz…o no.
Hay tanto de esto por el mundo real…
Nos seguimos leyendo.
Un saludo.
Aunque no me entere, aplaudo tu imaginación que es lo importante. salu2
Hola, Jean Yves,
Un principio muy descriptivo y motivante que impulsa a seguir leyendo. Igual que la primera pare de tu texto del cementerio me pareció inmejorable. Quizás tengas que trabajar más la trama esta vez, para darle una lógica más fluida. Sigue estando bien escrito pues manejas muy bien el lenguaje. Es a nivel de coherencia interna que falta algo, pero lo vas a conseguir.Ya tienes el estilo que es mucho, muchísimo.
Saludos.
Jean:
Buen texto. Fácil y agradable de leer. Aunque el futbol no me gusta, sé que es una plaga…
No encontré el mundo distópico, para cumplir el reto. Tu texto es bastante realista y actual
Un saludo
Estoy en el 104 por si quieres leerlo y opinar
Hola Jean!
Me pareció un buen relato. Como a otros me gustó la primera parte. Bien escrito, buenas descripciones. Luego decae el ritmo porque no se entiende mucho. Al final lo que firma fue su sentencia de muerte, aunque él cree que va a formar parte del gobierno. Así lo entendí.
Pero, realmente no encontré el mundo distópico. Si me equivoco, discúlpame.
Me gustaría tu opinión, estoy en el 131. Gracias.
Saludos.
ALMILCAR:
Gracias por hacer el esfuerzo de entender, jejeje. A veces la imaginación no lo es todo…
Nos seguimos leyendo.
MARÍA KERSIMON:
Gracias por pasarte y comentar un mes más. Me imagino que este relato es un poco menos empalagoso para ti que el del mes pasado, jejejeje.
La verdad es que has dado en el clavo. La trama no estaba bien construida. La imagen del presidente oculto entre las sombras me perseguía a donde quiera que fuera durante los quince primeros días del mes. Pero no tenía tiempo de sentarme y desarrollar la historia como Dios manda. Siempre me pasa con todas las historias. Es como una neblina que hay en mi mente con un montón de ideas que no están nada nítidas. Sabía que tenía que trabajar más esa neblina y siempre me atascaba en el mismo punto, el mismo en el que empieza a mostrarse confuso el relato.
Grandes lecciones que aprendemos gracias a este taller.
Nos seguimos leyendo.
AMADEO:
Gracias por pasarte y comentar.
A mí tampoco me gusta el futbol pero sí, es una verdadera plaga.
Creo que ya vivimos una distopía cuando lo único importante es que España gane el mundial o que la Estéban insulte a su compañero de programa. Por eso puede que no la vieras en mi texto.
Nos seguimos leyendo.
Un saludo.
Hola Jean Ives
Importantísimo como has tratado la desesperación del padre por que el hijo les permitiese gozar de la vida desde el fútbol, y brillante la inclusión del presidente en las sombras.
Algo a las apuradas el final, pero has trabajado más que duro.
Nos encontramos en la próxima escena
Hola Charola.
Gracias por pasarte y comentar.
Estoy contigo en que la segunda mitad es confusa. Como habrás podido leer no tuve mucho tiempo este mes. De todas formas de todo se aprende ;).
No firmó su sentencia de muerte literal. Fue más bien que se vendió por cuatro duros.
Nos seguimos leyendo.
Un saludo.
LAURA:
Gracias por pasarte y comentar.
Si que el final está un poco precipitado. Tengo que hacer una versión más larga en la que se clarifique la historia. Si me queda bien la colgaré en el blog.
Nos seguimos leyendo.
Un saludo.
Hola, Jean Ives Thibauth.
Una buena historia, fácil de ambientar. La ilusión de un padre por ver triunfar a sus hijos y la manipulación de los poderosos para llevarse a su terreno a las personas desesperadas.
una descripción rica en detalles y con mucha acción.
Me ha gustado mucho.
Un saludo
Liliana
Hola Jean Ives!
Un mes más he pasado a leer tu relato. Muy bien escrito, como siempre, aunque el final no te haya quedado tan claro como tu querías. Suele pasar (a mí me ocurre mucho) que al tener que adaptar el texto a las 750 palabras cortamos cosas que son necesarias para que los lectores entiendan toda la trama. Supongo que como buenos creadores de relatos tenemos todos los datos en nuestra cabeza y entendemmos perfectamente bien las escenas, a pesar de eliminar cosas.
Los personajes están muy bien descritos. Muestras su personalidad con pocas palabras a través de los diálogos y con la descripción de la escena. La lectura se hace muy amena desde el principio hasta el final.
Como siempre, enhorabuena!
Un saludo!
Hola Jean
Al principio de tu relato me llegaron muy bien las imágenes, luego como que me pierdo, pero ya has explicado que contaste con poco tiempo para realizar el texto.
No me gusta mucho el fútbol, pero sí que mueve a todo el planeta y por ello se dan muchos casos de pagos de sobornos y otras irregularidades, que sí que hacen del fútbol, un mundo distopico.
Al menos ya entiendo el final, dices “No firmó su sentencia de muerte literal. Fue más bien que se vendió por cuatro duros”.
El mío #72 Ciconia distopica, me gustaría contar con tu opinión.
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-44/7926
Saludos
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He visto que cometes el mismo error en algunos diálogos:
“—La culpa es mía. No debí gritarle —Enredaba su pelo entre unos dedos largos y huesudos—. Fue antes de terminar el primer tiempo, ¿sabe usted?…” Falta un punto después de “gritarle”.
“«Chúpate esa, Manolo. Mi hijo va directo al cielo y el tuyo para el hoyo» —Hizo una pausa—. ¡Cómo hubiera deseado ser yo el que le dijera esas cosas!” Falta un punto después de “hoyo»”.
“—Y su hijo abandonó el partido —Manolo asintió con la cabeza—. ¿Sabía a dónde se dirigía?” Falta un punto después de “partido”.
“—Le juro, señor, que no sabía nada —Sus ojos enrojecidos apenas aguantaban las lágrimas—. Yo solo le seguí. No sabía que era amigo de aquellos radicales.” Falta una punto después de “nada”.
“—Necesitamos más ciudadanos como usted, señor García. Gente que lo dé todo por vivir el sueño nacional —Su rostro apretado sonreía de manera extraña—. Gente que colabore para mantener a salvo a nuestro glorioso imperio —Le ofrecía una pluma y un montón de papeles listos para firmar.” Falta un punto después de “nacional”.
No quiero repetirme, pero a mi también me ha costado seguir un poco la historia, si bien el principio es muy claro y visual, a mitad del relato comienza a ser un poco más confuso.
Un abrazo.
Hola Jean Ives. Este mes llego tarde porque te han puesto al final, pero aquí estamos para criticar una vez más XD. No leo los comentarios a anteriores para tener ojos limpios, lamento si me repito en algo. Luego lo comprobaré.
Técnicamente irreprochable. Bajo mi inexperta valoración no hay nada que pueda añadir; incluso diría que puedo aprender muchas cosas de tu maestría en la puntuación de los diálogos, y cómo mantener el hilo narrativo a la vez en los mismos. Por aportar algo diría que “—Con voz compungida añadió—:” sobra.
En cuanto al fondo me gusta que des profundidad y peligrosidad potencial a un tema banal como el fútbol. Está a la orden del día el hecho de los padres beligerantes. Me ha quedado un poco lioso el tramo en el que aparecen los hippies y sus motivaciones terroristas, pero es algo totalmente subjetivo. La parte del interrogatorio totalmente creíble y visual.
Como siempre, un placer leerte.
Sigue escribiendo que te seguiré leyendo.
Un abrazo.
Ah, y Wolfdux, no se si lo leerás, pero los puntos que comentas están en los diálogos, pero después del guión de cierre, que es donde deben ir, y donde yo estoy aprendiendo a ponerlos XD.
Saludos.
Javier te pongo el primero de los diálogos que he comentado de forma correcta:
“—La culpa es mía. No debí gritarle. —Enredaba su pelo entre unos dedos largos y huesudos—. Fue antes de terminar el primer tiempo, ¿sabe usted?”
En este caso “enredaba” no es un verbo dicendi, por lo tanto hay que cerrar el parlamento con un punto y escribir en mayúscula la primera letra del inciso.
Si tienes alguna duda, no dudes (valga la redundancia, :·P) en preguntar.
Un saludo.
Ah, osea que.. ¿si no es dicendi no se pone después, sino antes del guión? Me voy a volver majara XD jajaja ja jamás lo haré correctamente…
Hola Jean Ives!
Mil gracias por tu generoso comentario a mi relato! Tenés una pregunta ahí, ya responderé a todos.
En cuanto al tuyo, me pareció bien escrito, aunque me ocurrió como a los compañeros, un poco intrincado por momentos, aunque puedo entender el apuro. Mi sugerencia es no abandonar el relato, corregir como si tuvieras que mejorar el efecto “claridad” -qué quiere cada personaje, cuál fue su crimen o error, cuál es el problema de cada cuál- preguntándote dónde se puede perder el lector, y volver a subirlo si tenés blog. A mí me gustaría leer el resultado.
Saludos y adelante!
LILIANA DEL ROSSO.
Muchas gracias por pasarte y comentar.
Me alegro de que le hayas pillado el significado de lo que quería contar. Eres de las pocas, jejejeje.
Nos seguimos leyendo.
Un saludo.
Hola Jean Ives:
El leer un relato cuando ya han pasado unos cuantos comentaristas tiene sus pros y contras. En este caso, después de leerlos, me ya dejado más tranquilo ya que me estaba entrando un desasosiego porque no veía clara esa segunda parte. Quiero decir que no he sido el único con esa dificultad de interpretación.
Has empezado muy fuerte, magnífico diría. Las volutas de humo en la sombra, la curva de la corbata de seda en la barriga tienen mucha fuerza visual y, precisamente ahí entran las dos palabras necesarias del reto. Así es que cobran protagonismo. No se trata de algo metido con calzador. Luego lo de los hippies y las dos furgonetas me ha desorientado, pero, a pesar de ello, he sacado como conclusión que se pone el futbol como valor supremo de esa sociedad. Me ha parecido que este es el mensaje que has querido transmitir. No sé si es así o estoy influenciado por mi relato donde abordo precisamente la misma idea.
Como siempre dominas muy bien el lenguaje a pesar de las prisas que has tenido por redactarlo, lo cual es un mérito añadido. Yo suelo escribir los relatos después de cuatro o cinco días desde que se conoce el reto Lo hago en uno dos días, pero luego estoy constantemente modificándolo hasta el momento mismo de enviarlo.
Lo que haré ahora es leerlo en tu blog con las modificaciones que le hayas metido y ver las mejoras. Como siempre ha sido un placer leerte.
Un saludo.
LECTORA 70:
Muchas gracias por leer y comentar. Tienes razón, a veces tenemos la historia tan dentro de nuestra cabeza que damos por obvias ciertos detalles que el lector desconoce. Otra cosa más que apuntarnos para intentar luchar contra ella en el siguiente relato 😉 (Se me acumula el trabajo je, je, je)
Nos seguimos leyendo.
Un saludo.
YOLI L:
Muchas gracias por pasarte y comentar.
Cada mes cometemos fallos y cada mes aprendemos a verlos y solucionarlos. Yo ya se que ir con tan poco tiempo puede dar lugar a que el texto se vuelva incomprensible, jejeje.
Espero mejorar en el siguiente relato.
Por cierto, qué chulada de dibujos. Te estarás un rato haciéndolos me imagino.
Nos seguimos leyendo.
Un saludo.
WOLFDUX:
Sí, lo confieso, tengo un problema con la puntuación de los diálogos. No veas el lío que me hago siempre. Como no los se puntuar bien desde el principio la revisión se suele volver muy farragosa.
Gracias a tus aportes me he puesto las pilas. He visitado el enlace de literautas al artículo sobre puntuación de diálogos y me he hecho un pequeño exquema para tenerlo a mano para la próxima vez. Espero hacerlo bien ;).
Muchas gracias por tus aportes.
Nos seguimos leyendo.
Un saludo.
JAVIER:
Me halagan tus palabras. No sabes cuánto. Pero es peligroso, jejeje. Siento que aún me queda mucho camino para conseguir escribir como quiero y puede que la próxima vez no esté a la altura.
No te creas, que el fútbol no es un tema banal. No en vano mueve millones alrededor del mundo. Y tienes razón con los padres beligerantes. Está plagado de ellos. Y yo creo que, como a Manolo, lo que quieren es la vidorra a través de los logros de sus retoños.
Horror, mi hijo de 5 años está empeñado en jugar al fútbol y el ambiente de los equipos de alrededor da miedito… Estamos alargando el apuntarlo pero creo que no nos va a quedar otra… Lo más grave es que en mi casa ni nos gusta, ni se ve el futbol… no sé de dónde diablos ha sacado tanta aficción…En fin…
Por cierto, creo que Wolfdux tiene razón con sus correcciones. Yo me he hecho una regla nemotécnica que igual te sirve: Si es D-icendi, el punto va D-espués.
Nos seguimos leyendo.
Un saludo.
MARCELO KISI:
Muchas gracias por leer y comentar.
Creo que voy a aceptar tu sugerencia. No tenía pensado seguir con este texto porque aún no tengo muy claro como solucionar el tema de la opacidad de la trama. Pero tienes razón en “no abandonar” (esta expresión me llenó de culpa como si, en vez de un relato, fuera un hijo, jejeje).
Así que veré qué puedo hacer y lo colgaré en el blog.
Ya os lo pongo por aquí que si tenéis suscripción a esta entrada os llegará el aviso.
Nos seguimos leyendo.
Un saludo.
ISAN:
Muchas gracias por leer y comentar un mes más.
Me alegro de que te haya gustado a pesar del lío de la segunda mitad.
El usar las palabras obligatorias de esa manera fue totalmente premeditado. Me gusta, como tú lo has expresado, que cobren protagonismo, que no se encajen en el texto a la fuerza. Me costó un poco más cuando eran 12, allá por el mes de marzo, creo recordar, pero también lo intenté.
La imagen del principio me persiguió todos los días hasta que al fin pude sentarme a escribir. Quizá por eso tiene tanta fuerza visual. (Creo que fue lo único que tenía totalmente claro).
Espero clarificar el relato en el blog.
Nos seguimos leyendo.
Un saludo.
Si me sirve si, la regla nemotécnica. XD.
Toda ayuda es poca.
Y cuando digo banal es porque no es importante, aunque sea un gran negocio. La salud y la familia es lo realmente importante. Lo único. Y el dinero aunque no da la felicidad, ayuda un huevo. XD.
Mi niño tiene 7 y odia el fútbol. Y mira que yo soy futbolero eh? Pero no de los exagerados.
Nunca llueve a gusto de todos.
Un abrazo.
Saludos Jean Ives:
Muchas gracias por leer y comentar mi texto.
Te comento que la frase inicial, capturó mi atención de inmediato. muy visual para mí y sin florituras.
Luego me ha pasado lo mismo que te mencionó Wolfdux, y me quedé con la interrogante si es o no correcto un punto en esa frase. A medida que leí (y mi cerebro seguía analizando) entendí. Al leer el comentario de Wolfdux y José; me alegré que se diera, ya que a veces nos perdemos con las reglas.
Cuando tenemos en un diálogo un frase y abrimos la acotación narrativa con un discendi, (esté va en minúscula) si hay punto, se omite hasta cerrar la acotación. Pero cuando usamos un no discendi (estos van en mayúscula), la frase previa debe cerrarse en punto. (La regla es que después de punto se continúa con mayúscula). Aclaro por si quedó duda. 😛
Te comento que la historia si bien es muy interesante, y de mucha intriga y sospechas sugeridas, no sé si catalogarla como distopía. En fín, que no importa. Porque tiene su pegue y atractivo. Me ha gustado mucho ese inicio y las descripciones. Pero al igual que el resto, me perdí un poco con lo que ya te han mencionado. Y que al parecer, es otra de las artimañas del gobierno para perseguir inocentes y obtener algo a cambio.
Te digo que eso de los “auto complots” está a la orden del día, y muchos piensan en esas conspiraciones de los gobiernos para justificar ciertas acciones políticas, militares o de otra índole. Esa parte me ha gustado mucho.
Siempre es un plácer. ¡Nos leemos!
Hola, Jean Ives Thibaud:
Gracias por tu amble comentario.Nobleza obliga.
Me vine a leer tu cuento. Me encantó tu pericia para crear y manejar personajes, así como para enriquecer con toques casi surrealistas las escenas. La historia, por desgracia, se hace cada vez más cotidiana: la mafia del fútbol y la estupidez humana.Un saludo, compañero.
Jean Ives: he pasado un buen rato con la lectura de tu relato. Desde luego que tu forma de escribir es impecable. Lo que más me gusta de tus escritos es que ambientas muy bien las escenas. Tanto el entorno en donde transcurren, como por los “gestos” de los personajes: “Enredaba su pelo entre unos dedos…”. También destaco de tu estilo cierta “guasa” que hace sonreír al lector. El sentido del humor que no se pierda, Jean Ives, aunque el fondo de la historia sea duro. Soy de las lectoras que lo agradece.
En cuanto a la trama una vez leído un par de veces y después con los comentarios se entiende perfectamente. Es verdad que en tan pocas palabras y a poco que se enrede la historia es difícil. A mi me ha pasado con mi relato, que he introducido mucho argumento para tan poco espacio.
Me ha encantado tu relato. Genial…!
Un abrazo
Hoa Jean Ives: Me ha gustado mucho tu relato y la calidad de tu prosa.
Lo he entendido todo gracias a los comentarios de los compañeros y a tus observaciones. Solo hay una cosa que no he entendido lo del logo que era igual a la tapa de la caja de explosivos. ¿Qué logo es? Si me lo dices ya lo habré entendido todo.
Muchas gracias por tu relato y un saludo. Hasta muy pronto, Menta
Hola Jean Ives Thibauth,
Muchas gracias por leer y comentar. Tengo en cuenta tus aportaciones.
No he entendido “historia dilucidada” creo que querías poner “diluida”, ¿no?
En cuanto a buscar otros planetas, hay muchos cosmólogos que piensan que si no salimos de la Tierra a colonizar el espacio, desapareceremos. Así que hay que lanzarse, ja,ja,ja.
Tu relato es una distopía muy real: fútbol, con papas pegándose por sus retoños, terrorismo y los corruptos moviendo los hilos de las marionetas.
Me ha gustado aunque no tiene una lectura ágil.
No domino los diálogos, pero creo que tienes que corregir alguna raya y punto. Yo suelo mirar una entrada de Literautas.
Buen trabajo. Nos leemos.
Saludos.
Hola :
Gracias por pasarte por mi relato y comentarlo.
Después de tantísimos comentarios no creo que pueda añadir algo que no te hayan dicho los compañeros.
No he leído los mismos porque el tiempo apremia y he de devolver la visita a los compañeros que han comentado mi historia.
Tu relato me ha gustado. Al principio creía que el interrogatorio era debido a que el pobre Manolo fuera integrante de una célula yihadista o cosa parecida.
Después describes la posible realidad del sueño materialista
de Manolo viendo a su hijo convertido en un futbolista famoso que podría tener una vida parecida a la de Messi o Ronaldo.
Pero viendo más adelante la calaña del presidente, entiendo que los jóvenes de ese país lucharan por derrocarlo, y el hijo de Manolo prefiriera esa lucha a la gloria y a la fama.
Por lo que me queda claro el porqué jugara mal a propósito y que estuviera enrolado en un grupo terrorista.
También veo coherente la actitud del presidente al extorsionar al padre, sabiendo que su hijo Bernardo era un activista, obligándolo a participar en los sucios tejemanejes del glorioso imperio.
Felicidades.