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BOOMERANG - por Ramón Temes
Juan decidió terminar con su vida. Así pensaba vengarse de los amigos y la familia, culpables según él, de su soledad y de su fracaso.
⸺ «No puedo fallar » pensó —« ¡Se van a enterar!»
Esa noche escribió al “Señor Juez” una nota sin esperanza que guardó cuidadosamente en el bolsillo de la camisa. En la farmacia compró el frasco de somníferos. Las brillantes pastillas rojas desprendían un perfume característico. Cuando salió llovía a cantaros, el pavimento brillaba en la oscuridad y un río de agua se colaba en las alcantarillas.
Inesperadamente, resbaló y cayó hacia atrás con fuerza, el frasco de pastillas se le escapó de las manos, la nota cayó del bolsillo y su cabeza estalló contra el bordillo. La vida se le congeló en una sonrisa resignada y murió con su mirada fija en la nota, que se perdía mansamente aguas abajo.
Extraordinario relato. Rocambolesco, divertido y a la vez trágico.
La tragicomédia del karma nunca me pasa desapercibida. Fantástico. Un detalle: luego de la frase “cayó hacia atrás con fuerza” yo pondría un punto, ya que luego de frases largas da un efecto más dramático. Felicitaciones!
¡Hola Ramón Temes!
Tu micro está muy bien contado, desde mi punto de vista, no sobra ni falta nada. Tiene buen ritmo.
Un detallito de forma. Donde aparece:
⸺ «No puedo fallar » pensó —« ¡Se van a enterar!»
Sugiero considerar lo siguiente:
Opción A: —«No puedo fallar» —pensó «¡Se van a enterar!»
Opción B: “…de su soledad y de su fracaso. Pensó: «No puedo fallar». «¡Se van a enterar!»
¡Un abrazo!
Hola Ramón.
Muchas gracias por tu visita y tu comentario.
Tu relato, en las antípodas anímicas del mío, es un excelente ejemplo de lo que el destino suele hacer con nosotros: «¿Eso quieres? Eso tienes, pero a mi manera»; parece decirnos. Muy bien pensado
Un saludo
Hola, me gusta el relato porque reflejas de manera tragicómica y sin adornos que, aunque queramos ser dueños de nuestro destino, este nos da la espalda y nos lleva por su propio camino.
Por si te interesa soy el 76.
Saludos
Ramón, desde el titulo hasta el punto final, tu relato me ha encantado. Que trabajo tan excelente has hecho. Ese final descrito así me ha conmovido. Felicitaciones de parte de tu vecino 168.
Hola Ramón,
Tragicómico es el calificativo que me viene a la mente. Disfruté tu relato como se disfruta un plato agridulce.No faltó detalle para facilitar a la vida la faena de arrebatarle al pobre suicida toda la iniciativa y la intencionalidad de su acto. Ese acto de suma rebeldía destinado a castigar a familiares y amigos se trunca en un accidente estúpido que le hace morir como un pasmarote. Muy elaborado aunque parezca sencillo.
Saludos.
Hola, Ramón:
Excelente relato. Una síntesis y giro final perfectos. Congratulaciones.
Gracias por tu visita y amable comentario. Felices vacaciones.
Hola
Me encantó tu relato. Realmente me apenó la imposibilidad del protagonista de llevar a cabo su venganza. Me pareció muy bien resuelto
Saludos
Hola Ramon:
Me ha gustado tu relato. Muy conseguido el reto. El final es muy triste. Para una vez que quiere hacer algo importante el destino le juega una mala pasada. La frase NO puedo fallas, se van a enterar, quizá sea un poco infantil. Yo le daría una vuelta. Es mi opinión. Gracias por pasarte por mi relato
Un saludo
Gracias a todos por vuestros comentarios que aprecio mucho
Seguiremos escribiendo y nos veremos de nuevo.
Saludos
Hola Ramón
Muchas gracias por tu visita y tus comentarios.
Tu relato me ha gustado, está muy bien escrito, es fluido y guarda una sorpresa para el final como la vida misma.
Felicidades. Nos leemos
Hola Ramón,
me tuve que reír al final, muy buena forma de resolverlo. La escritura es muy fluída, el relato muy claro y fresco. Me sobró en la primera frase ese “según él”, creo que le daría más fuerza quitarlo (se entiende que es según su opinión).
Y respecto a la forma, te sobran las comillas latinas o los guiones de diálogo, las dos cosas juntas no proceden. Que yo sepa los pensamientos se pueden expresar con ambos recursos, pero no a la vez. Casi siempre, sin embargo, veo para los pensamientos el uso de comillas. Así sería:
«No puedo fallar —pensó— ¡Se van a enterar!».
O también, muy común es verlo con la acotación del narrador fuera de las comillas:
«No puedo fallar. ¡Se van a enterar!», pensó.
Un saludo y feliz verano!
Gracias de nuevo a todos por vuestros comentarios.
Todos habéis sufrido un poco con el final del relato donde las circunstancias frustran los deseos de Juan, pero yo creo que el destino fue generoso con él.
Si bien le quitó el placer de la venganza, por otra parte le satisfizo su deseo de morir, evitándole el sufrimiento psíquico del suicida y eliminando su culpabilidad.
Por lo menos consiguió uno de sus deseos. Pero ¿Se merecía el otro?…