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TROPIEZO - por Hilda G.M.
Resbalé al bajar del tranvía. Era muy noche y estaba helando. Había llegado en el último tranvía y ya la parada estaba desierta. Me alegraba de no haber caído bajo las ruedas, pero no podía levantarme. Estuve un buen rato tirada sobre el asfalto congelado, a media calle, y temía que pasara algún automóvil y no me vieran o que el hielo les impidiera frenar a tiempo. Comenzaba a perder la esperanza cuando sentí que me olisqueaban. Eran unos perros callejeros. Pensé que me confundían con carroña y traté de espantarlos. Sin hacer caso de mis manotazos, tiraron de mi abrigo y me arrastraron a la acera. Me dejaron cerca de la parada y desaparecieron cuando llegaba una patrulla. Se detuvieron y, aunque uno de los policías me sacó la cartera y un frasco de perfume, pidieron una ambulancia.
Desde entonces no permito que maltraten a mis ángeles peludos.
Hola, Hilda, me ha parecido muy bueno tu cuento. Es bastante visual logras transportar al lector al lugar de los hechos. Sólo le cambiaría o, mejor dicho, le quitaría el segundo “tranvía”, creo que se sobre entiende si se cayó de él. Resbalé al bajar del tranvía, llegué en el ultimo. Hacía frío…
Bueno, mucha suerte. Me ha gustado lo de pensé que me confundían con carroña, pues, ¿cuántos años tenía el personaje?
Hola, Hilda, me ha parecido muy bueno tu cuento. Es bastante visual logras transportar al lector al lugar de los hechos. Sólo le cambiaría o, mejor dicho, le quitaría el segundo “tranvía”, creo que se sobre entiende si se cayó de él. Resbalé al bajar del tranvía, llegué en el ultimo. Hacía frío…
Bueno, mucha suerte. Me ha gustado lo de pensé que me confundían con carroña, pues, ¿cuántos años tenía el personaje?
Gracias por el comentario, Ocitore. Me di cuenta del segundo «tranvía» cuando ya lo había enviado 🙁 Tenía que haberlo hecho con menos prisas y revisarlo antes… A ver si me sirve de lección. Me has hecho pensar con tu pregunta sobre la edad, a lo mejor tenía ya muchos :))
Hola Hilda, muy original tu microrrelato, compacto y con un claro mensaje que va más allá del cariño por los animales.
Como amante de los animales tu historia me ha gustado mucho. Ya te han comentado lo de la repetición de la palabra tranvía, a mí también me ha pasado, darme cuenta tarde de un fallito y sé la rabia que da. En conjunto es realmente bonito, sigue escribiendo ^^
Muchas gracias, Susylg, por tu comentario. Un saludo
Gracias, Nana, por el comentario. Es verdad: me dio muchas rabia darme cuenta después de enviarlo. La siguiente vez trataré de poner más cuidado 😉 Saludos
Hilda, tu relato me parece formidable, al igual que algunos compañeros que te han comentado siento un gran amor y respeto por los animales, eso para mi lo vuelve más inspirador.Ya explicaste sobre la redundancia de tranvía y se comprende. En el cumplimiento del reto siento un poco forzada la inclusión de la palabra perfume, pudiste utizarla en otro contexto. Me desconcertó un poco esto: “Se detuvieron y aunque…”. Espero reflexiones sobre ello la intención es recibir aporte de los compañeros. Tu vecino 168.
Saludos Hilda: Tu relato muestra una relación positiva entre el hombre y el perro. Bien, a mi juicio, esta relación queda clara.
Sin embargo, me parece que sobran datos y expectativas. Por ejemplo, la entrada en escena de los policías (hay un duro palo que, da que pensar), cuando el relato estaba terminado.
Celebro tu amor por los perros. Sigue adelante.
Hola, Hilda G.M.
¡Me he encontrado un micro de heroicidad perruna! ¡Qué gracia! Me gusta mucho el tema. Cuántas historias que contar que solo conocen los dueños de sus mascotas… Y es que, a veces, los animales se comportan como humanos y los humanos como animales, así es, como que el sol sale cada mañana, para nuestra desgracia.
Sugerencias:
* “Era muy noche y estaba helando”: puedes ahorrar uno de los dos verbos. Los verbos “ser” pueden sustituirse casi siempre por otros más precisos que enriquecen los textos. “Era una noche oscura, heladora”. Tienes dos “estaba” en muy juntos al principio.
* “Me alegraba de…”: El tiempo en pasado imperfecto de este verbo no lo veo, utilizaría un pasado simple.
La frase final es una frase de protesta y protección al mismo tiempo, muy bien, pero quizás añadiría una coma detrás de “Desde entonces”.
Adelante, Hilda, sigue escribiendo.
Un abrazo y hasta la próxima.
Hola, Héctor Romero. Gracias por tu comentario. Tienes razón en lo que me indicas sobre “Se detuvieron y aunque…”, obviamente la que se detuvo fue la patrulla; a la hora de escribirlo seguramente yo estaba pensando en los policías 🙁 Gracias a tu comentario he notado el fallo. Pasaré a leer tu texto. Un saludo 🙂
Gracias, Alonso, por leer mi texto y comentarlo. Un saludo
Gracias, Esperanza, por tus sugerencias. Las tomaré en cuenta a la hora de corregirlo. Un abrazo también para ti
Hola Hilda G.M.
Me ha encantado tu relato.
Algunos detalles te han señalado. Tal vez necesitarías algunos puntos y aparte para que su visualización no sea tan compacta, pero no es nada que desmerezca en absoluto el relato.
Felices vacaciones.
Saludos Hilda:
Gracias por leer y comentar mi relato (140) del mes de junio. Disculpas por llegar tarde al tuyo, por razones fuera de mi dominio, estuve fuera de Internet y casi incomunicada del mundo, en fín…
Como estoy atrasada con mis lecturas y comentar a otros, no he leído a tus comentaristas, así que si repito, tendrás que disculparme.
Creo que te han mencionado los detallitos de mejora, así que no ahondaré en repeticiones.
Qué tan malos polícias, que la han “bolseado”… en fín, que de la gente encuentras de todo, pero en los animalitos hay más bondad que en muchos humanos.
Como amante de los animales se me aguaron los ojos al final, porque es algo que yo misma pienso y practico. Muy tierno.
¡Nos leemos!