Literautas

Palabrería: todos somos náufragos

náufrago, ga.
(Del lat. naufrăgus).
– Dícese de la persona que ha sufrido la pérdida o ruina de una embarcación en el mar o en el río -También puede referirse a quien ha padecido una pérdida grande; desgracia o desastre.
-Hoy ya se encuentra en desuso, pero antaño se usaba también esta palabra como sinónimo de “tiburón”.

Hoy es el 85 cumpleaños de uno de los escritores que más admiro: Gabriel García Márquez, y por eso he querido dedicarle el post de palabrería (ya sabéis, la sección en la que hablo simplemente de las palabras) a este sugerente término que da título a una de las obras del autor: Relato de un náufrago.

Aunque esta novela narra la historia real de Luis Alejandro Velasco, los náufragos y las islas desiertas han sido una gran fuente de ideas para numerosas obras de ficción, tanto en la literatura como en el cine o la tele: Robinsone Crusoe (de Daniel Defoe), Los náufragos del Jonathan (Julio Verne), Capitanes intrépidos (obra de Kipling adaptada luego al cine), Náufrago (película protagonizada por Tom Hanks hace unos años) e incluso la famosa serie norteamericana Lost (Perdidos), por citar alguno de los ejemplos más conocidos.

El mar es, al igual que el espacio, un lugar hostil para el hombre, una última frontera ante lo desconocido que nos convierte en seres vulnerables, insignificantes. Un naufragio nos deja huérfanos, desamparados y solos; nos transforma en islas.

Todos somos náufragos alguna vez, y qué mejor modo de sumergirse en la verdadera esencia de un ser humano que despojarlo de su vida y enfrentarlo desnudo a la naturaleza.