Literautas

Da forma a tus personajes según su función en la historia

El cine, las novelas, los cuentos, el teatro y cualquier otro género de ficción tienen en común dos cosas: por un lado, que narran una historia, y por otro, que esas historias están protagonizadas por personajes.

Estos personajes pueden ser humanos, alienígenas, animales, objetos que se personifican… No importa. El caso es que son los que dan vida a las historias y todos ellos cumplen una función concreta en la narración.

A continuación encontraréis una lista con los personajes más habituales que podemos encontrarnos en una obra de ficción, junto con sus principales características:

Protagonista

Es el personaje principal de la trama, al que le ocurren las cosas, el que conduce la acción desde el comienzo al final del libro o de la película, por ejemplo. Todas las historias tienen al menos un personaje protagonista y, por lo general, este actúa movido por un objetivo o meta.

El protagonista puede ser el héroe de la historia con el que el lector se identifica o al que admira, pero también puede tratarse de un antihéroe o de un villano. No hay límites para construir a nuestro personaje protagonista (más adelante publicaré una entrada con algunos trucos para conseguir que el lector se enganche a nuestros personajes), la única regla es que los acontecimientos principales de la narración estén estrechamente vinculados a él o ella (o ellos si se trata de una obra de protagonistas múltiples).

Escudero

Si bien no aparece en todas las historias, el escudero es habitual en obras de géneros muy variados. Se trata del personaje que acompaña al protagonista en sus aventuras o derroteros, ayudándolo siempre que lo necesite y ofreciéndole apoyo moral. El escudero, además, suele tener devoción por el protagonista y haría lo que fuese por él.

Aunque la primera imagen que se nos viene a la cabeza al leer el nombre de este tipo de personaje es la de Sancho Panza, el escudero no ha de tener esta ocupación literalmente. Por ejemplo, Ron Weasly y Hermione Granger son los escuderos de Harry Potter, mientras que el Doctor Watson lo es de Sherlock Holmes.

Ayudante del protagonista

Aunque a priori pueda parecer lo mismo que el anterior (el escudero es un sub-tipo de ayudante de protagonista), el ayudante no siempre tiene tanto peso como el escudero y su función es la de ofrecer ayuda al protagonista para conseguir sus objetivos en la historia, nada más (el escudero, en cambio, le ofrece protección y fidelidad más allá de la trama principal).

Esta ayuda puede ser voluntaria o involuntaria (lo ayuda sin darse cuenta, por ejemplo), y altruista o egoísta.

Antagonista

En el lado opuesto de la baraja nos encontramos con un personaje principal cuyos objetivos son diametralmente opuestos a los del protagonista: el antagonista o villano de la historia. Esto no quiere decir que el antagonista haya de ser malo por la fuerza, en absoluto. Lo que ocurre es que estos personajes tienen objetivos distintos y cada uno de ellos luchará con todas sus fuerzas por alcanzarlos. Con este choque de objetivos surge el conflicto principal de la historia.

Al igual que el protagonista, el personaje antagonista es uno de los principales y tiene que haber uno en todas las historias, ya sea como un personaje en sí, ya sea como una fuerza más abstracta. Ahora bien, si me permitís un par de consejos sobre el personaje antagonista: intentad siempre que sea más poderoso que el protagonista, que parezca que tiene las de ganar. Esto hace que el conflicto se vuelva más interesante y que la lucha del protagonista tenga más mérito.

Además, siempre que podáis, haced que la fuerza antagonista esté centrada en una sola persona. Si se trata de un antagonista múltiple (una congregación, por ejemplo), es mejor que haya un líder o un representante de esa fuerza para que el lector pueda identificarlo con alguien.

Lo mismo ocurre si el protagonista lucha contra algo más etéreo, como la burocracia o el sistema. Por ejemplo, si el protagonista es un hombre que intenta demostrar su inocencia y el Estado es la fuerza que se le opone, podéis representarla en la figura de un abogado que lucha contra él.

Ayudante del antagonista

Al igual que el protagonista, el antagonista también puede tener sus ayudantes. Es decir, personajes que sirven al antagonista para lograr su objetivo, en contraposición con el objetivo del protagonista. No son personajes obligatorios, por supuesto, pero pueden resultar muy útiles a la hora de montar una trama.

Obstáculo

Estos personajes son similares a los ayudantes del antagonista pero con algunas variantes: para empezar, más que personajes son comodines, figuras que aparecen brevemente en la historia para poner trabas al personaje en su busca por alcanzar la meta.

Además, los personajes obstáculo no están relacionados con el antagonista (no lo conocen ni trabajan para ayudarle), sino que se comportan por su cuenta y riesgo como pequeños escollos en el camino del protagonista.

Por ejemplo, el protagonista tiene que presentar unos documentos a tiempo para que el antagonista no se salga con la suya, pero al ir al juzgado se encuentra con una funcionaria que no hace más que ponerle trabas. Esta funcionaria no tiene nada que ver con el antagonista, pero se interpone entre el protagonista y su objetivo, por lo que sería un personaje obstáculo.

De impacto

El personaje de impacto es un personaje secundario (no obligatorio) con una aparición breve en escena, pero determinante. Se trata de un personaje que, en un momento concreto de la historia, da al protagonista el empujoncito que necesita para seguir adelante; o bien le ofrece una clave que usará después (en el clímax, por ejemplo) para resolver algo, para encontrar el valor que necesita, etc.

Guardián

Tampoco es un personaje obligatorio ni principal, pero aparece en muchas obras literarias. Se trata de aquel ser que custodia algo (generalmente algo importante, relacionado con el objetivo del protagonista en la historia) y se comporta como un obstáculo a vencer para alcanzar la meta.

Mentor

Otro personaje no obligatorio pero con mucha fuerza para una historia. Es Yoda en La Guerra de las Galaxias, o el Abate Faria en El Conde de Montecristo. Un personaje que guía y transforma al protagonista (el héroe) para que esté más preparado en la batalla final en la que tendrá que luchar por sus objetivos.

A veces el mentor puede ser, al mismo tiempo, un personaje de impacto al que el protagonista recurre en busca de consejo.

Escéptico

El personaje escéptico es aquel que no cree en los objetivos del protagonista y está convencido de su fracaso. Es lo opuesto al escudero, aunque tampoco pone trabas al protagonista; solo lo desmoraliza con su actitud.

Meta

A veces la meta perseguida en la trama puede tratarse de otro personaje. Por ejemplo, alguien ha sido secuestrado y el protagonista tiene que encontrarlo a toda costa. Este personaje desaparecido, si no cumple otra función, podría considerarse un personaje meta.

Otros personajes secundarios

Por supuesto, los de la relación anterior no son todos los personajes que podemos encontrarnos en una historia. Siempre puede haber otros porque, como ya he dicho en más de una ocasión, los únicos límites que existen a la hora de crear son los que nos ponemos nosotros mismos.

A veces incluso podríamos crear personajes que fuesen mezcla de varios puntos de la lista anterior para crear nuevos papeles y añadir profundidad a la historia. Pero al menos es una lista bastante completa para ir empezando. Con esta lista de personajes, seguro que podréis construir un buen elenco para cualquier historia.

¡Feliz escritura!