No ha sido algo premeditado, pero se da la casualidad de que las dos primeras novelas que he querido recomendar en esta nueva sección de lecturas recomendadas tienen en común el estar escritas por autores argentinos. Si el mes pasado hablábamos de Tuya, de Claudia Piñeiro, este mes le toca turno a Eduardo Sacheri y su novela Ser feliz era esto.
He revisado algunas librerías en la red y creo que, aunque puede ser complicado de conseguir en papel, no será tan difícil como el libro de Claudia Piñeiro, que estaba descatalogado. En digital sí que está disponible tanto en Kindle como en otras tiendas (Fnac, Kovo, iBooks…), y además a un buen precio. Pero hablemos primero de la obra y de su autor, a ver si os interesa.
El autor
Eduardo Sacheri nació en Buenos Aires hace cincuenta y un años, es profesor licenciado en Historia y ha escrito numerosos cuentos y novelas. La primera de sus novelas (La pregunta de sus ojos) es la más conocida porque fue llevada al cine bajo el título El secreto de sus ojos.
Pero de la obra de la que quiero hablaros hoy es de la que escribió en 2014 y que se titula Ser feliz era esto. ¿Por qué? Ahora os lo cuento:
La novela
Hay cuatro cosas de esta obra que me han llevado a recomendarla: la primera es que, a pesar de estar protagonizada por una chica adolescente y centrada en su punto de vista, no se trata de una novela juvenil o sencilla. Al contrario. Es una obra sólida que pueden leer lectores jóvenes y maduros, pero que creo que se apreciará más con la edad, ya que se podrán entender mejor todas sus capas.
Otro de los aspectos a destacar son los personajes. Confieso que no suelen gustarme las historias en las que son desdichados en extremo, como si todas las desgracias del mundo les ocurriesen a ellos. Me molesta. Me cuesta creérmelo y me parece que el autor intenta forzar un sentimiento de lástima. Esto no ocurre en la novela de Sacheri.
Aunque Sofía, la protagonista de esta historia, tiene una vida bastante desdichada, la primera frase del libro dice: «Si hay algo que Sofía odia es que le tengan lástima. Esa miradita de la gente cuando se les nota que están pensando “Pobre chica, mirá lo que le pasó”. Lo odia. Los odia».
Con este arranque, Sacheri hace una declaración de intenciones y sienta las bases para lo que viene después. ¿Y qué es lo que viene? Una historia construida de forma magnífica en la que los personajes tienen toda la fuerza. Su psicología es tan sólida que te los crees. Se parecen a personas de verdad, gente que has conocido, a uno mismo en ocasiones, y sus reacciones son lógicas y llenas de grises, porque en esta vida nada es blanco o negro.
La tercera cosa que me lleva a recomendarla es la forma en la que está contada, su narrador. Pero de esto hablaré con más detalle en el siguiente apartado, cuando desgrane un poco la parte técnica.
Por último, y quizás el motivo de más peso, lo que más me gusta de Ser feliz era esto es su sencillez. Si la analizas con lupa, no cuenta nada del otro mundo. Una muchacha y su relación con un padre que ha estado ausente durante toda su vida. Esta misma historia ya la he leído en otros libros y la he visto en numerosas películas. Por momentos, hasta podría considerarse tópica. Pero nunca la había leído mejor contada.
Tampoco te lleves a engaño. Ser feliz era esto no es una obra maestra, pero sí es una historia bien narrada, sencilla y hermosa. ¿Qué más se puede pedir?
La técnica
Voy a empezar este apartado con un pequeño párrafo de muestra en el que no se desvela nada importante de la trama, pero sí se puede ver los recursos que emplea el autor:
«Ella se acuerda de algo. Hurga en la mochila. Sus movimientos son torpes, porque abre el cierre sin apoyarla en el piso, para que no se ensucie. Pero es muy difícil sostener una mochila y, al mismo tiempo, abrirle el cierre. Acá está. En el bolsillo grande. Un sobre blanco y alargado. Lo saca».
El narrador: como veis, se trata de un narrador equisciente en tercera persona y en tiempo presente. Esto lo resalto porque no es fácil encontrar historias bien contadas en presente ni tan justificadas como en este caso.
A pesar de la tercera persona, la voz que oímos en el narrador es la de Sofía, la protagonista, y por eso las frases son cortas, directas, dinámicas… Para remarcar el carácter de la chica. El tiempo presente también ayuda a este dinamismo. Le aporta frescura y cercanía.
Los capítulos: son cortos, rápidos y estructurados de tal forma que el autor te deja siempre con ganas de más. Maneja muy bien esas frases de cierre de capítulo que quedan como un eco y te empujan a seguir leyendo. Si te descuidas, te la lees entera de una sentada.
Los diálogos: creo que los coloca en su justa medida y en los lugares adecuados, donde cree que pueden aportar algo. Las voces de los personajes están bien conseguidas y es fácil saber quién habla, incluso aunque el narrador no lo explique.
Estos son los aspectos que más me han llamado la atención de Ser feliz era esto y que quería comentaros sin entrar demasiado en la trama, para no estropearle la lectura a nadie. Me parece que es un libro digno de leer y analizar a fondo. Ya me diréis vuestra opinión si lo habéis leído o si os animáis a darle una oportunidad.
¡Feliz lectura!
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