Literautas

Motivos para desconfiar de la inspiración

Releyendo el libro Escribir es un tic, de Francesco Piccolo, me he encontrado con un texto que me ha gustado mucho y que quería compartir con vosotros.

Se trata de los consejos que Gustave Flaubert da a la poetisa Louise Colet sobre la inspiración y la autodisciplina y se aleja bastante de la imagen de un escritor como ser caótico y bohemio:

«Lo que alimenta no son las grandes cenas ni las grandes orgías, sino un régimen continuo, sostenido. Trabaja pacientemente todos los días el mismo número de horas. Acostúmbrate a llevar una vida tranquila y estudiosa; ante todo verás que tiene un gran encanto y te dará fuerza. Yo también tuve la manía de pasar noches en blanco; sólo sirve para agotarte. Hay que desconfiar de todo lo que se parezca a la inspiración y que a menudo no es más que una idea preconcebida y una exaltación ficticia que uno se infunde voluntariamente y no ha llegado por sí misma. Además, no se vive en la inspiración. Más que galopar, Pegaso suele ir al paso. El talento consiste en saber llevarlo al aire que uno quiere, pero para eso no debemos forzar sus facultades, como se dice en equitación. Hay que leer, meditar mucho, pensar siempre en el estilo y escribir lo menos posible».

Fuente: el libro de Francesco Piccolo: Escribir es un tic. Un libro, por cierto, muy curioso y recomendable. Con anécdotas sobre las costumbres, métodos y manías de escritores de todos los tiempos y nacionalidades.

¿Qué os parece? ¿Estáis de acuerdo con las afirmaciones de Flaubert? ¿Os funcionan las rutinas y la tranquilidad o, por el contrario, os funciona mejor el caos?