Literautas

Cómo mostrar las nuevas tecnologías en tu novela

En las últimas semanas hemos visto que cuando se trata de escribir un diálogo entre varios personajes o el pensamiento del protagonista, no hay problema. La Real Academia de la Lengua tiene una normativa clara para que sepamos cómo representarlos.

Ahora bien, si lo que queremos es mostrar en nuestra novela un mensaje de texto, una conversación a través de Whatsapp o de un videojuego online, la cosa se complica. Son medios demasiado nuevos y los académicos no han creado aún una normativa estándar para aplicarla a una obra literaria, así que los escritores tenemos que echar mano del sentido común y la inventiva.

La forma que elijamos para representar cualquiera de estos medios depende mucho de lo que queramos contar y de cómo sea la obra, pero en general os aconsejo tener en cuenta una serie de aspectos:

1. Estilo

La cantidad y la forma en la que introduzcamos estos elementos en un cuento o una novela puede determinar su estilo. Antes de lanzarte a por ello, reflexiona cómo quieres que sea el texto y si esa conversación por Whatsapp o ese mensaje de texto encajan dentro del conjunto de la obra.

2. Universalidad

No siempre es necesario que especifiquemos el nombre de la aplicación o el programa que están usando nuestros personajes. Hace una década no teníamos ni idea de qué era Whatsapp y puede que dentro de cinco años usemos un sistema diferente, así que, ¿por qué complicarse?

Si quieres que tu novela (o relato) sea universal, no incluyas el nombre del programa a no ser que resulte indispensable hacerlo. Por ejemplo, si escribo «Marta volvió a abrir la aplicación. Las marcas azules indicaban que Arturo ya había leído el mensaje, pero seguía sin responder», lo entenderán tanto aquellos lectores que usen Whatsapp como los que no, sin necesidad de mencionar la aplicación.

3. Forma

Ya que no existe una normativa estándar, las opciones para mostrar este tipo de medios en un texto son muy variadas. Ahora bien, en ningún caso aconsejaría representarlo como un diálogo al uso.

Como lectores, estamos acostumbrados a que un diálogo tradicional, con sus rayas y sus acotaciones, sea un diálogo de viva voz entre dos personas. Si escribiésemos igual una conversación por Whatsapp o un intercambio de mensajes de texto, resultaría confuso. Además, hay que tener en cuenta que no nos expresamos igual por estos medios que oralmente.

Si queréis un ejemplo concreto, os recomiendo que leáis Pulsaciones, de Javier Ruescas y Francesc Miralles. Se trata de una novela escrita a través de una conversación de Heartbits (una aplicación ficticia con un funcionamiento similar a Whatsapp):

Otra novela interesante en cuanto al uso de formas novedosas, es El Sr. Penumbra y su librería 24 horas abierta, de Robin Sloan. A continuación podéis leer un pequeño fragmento de la misma:

En primer lugar, me conecto a la wifi de al lado, que no está protegida y se llama «pompisred». Luego repaso uno por uno los sitios de crítica local y voy dejando elogiosos comentarios sobre esta joya oculta. Envío amigables e-mails con emoticonos expresivos a los blogs de aquí. Creo un grupo de Facebook con un miembro. Después me apunto al programa de publicidad local hiperdirigida de Google (el mismo que utilizábamos en NewBagel), que te permite identificar a tu presa con absurda precisión. Selecciono características de la larga lista de Google: en esto solo me puedo gastar diez dólares, así que debo concretar.
vive en San Francisco
le gustan los libros
noctámbulo
lleva efectivo
sin alergia al polvo
le gustan las películas de Wes Anderson
reciente comprobación GPS en un radio de cinco manzanas

4. Comprensión

Al margen de la forma que elijas de mostrar esa conversación o ese mensaje, la pregunta que has de hacerte siempre es: «¿Se entiende?». Mientras el lector comprenda lo que le estás contando, eres libre de innovar y buscar el sistema que más se adecue a tu obra. Lo que me lleva al último punto…

5. Innovación

No tengas miedo y experimenta. Prueba fórmulas nuevas, atrévete a arriesgar. Que sea tan nuevo no nos limita. Al contrario, nos hace más libres.

Un ejemplo que me gusta mucho es el de la serie House of Cards, donde aprovechan el recurso de los mensajes de texto como forma innovadora de narrar dentro del medio. Así que abre bien los ojos. ¡Nunca se sabe dónde puede esconderse la inspiración!

Y vosotros, ¿usáis las nuevas tecnologías para que vuestros personajes se comuniquen? ¿Cómo soléis mostrarlas?

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