Literautas

Cómo escribir los primeros párrafos de una novela

Pongámonos en situación: un lector acude a una librería y ve un libro que le llama la atención. Su portada y/o su título le parecen interesantes y lo coge para hojearlo. Le echa un vistazo a la contraportada, abre el libro y lee las primeras líneas.

Cuando lo tenga entre sus manos, el lector (y a veces también el editor) tardará unos diez segundos en decidir si le interesa seguir leyendo el libro o no. Ese es el tiempo del que disponemos. Por eso es tan importante la forma en la que arranquemos nuestra historia.

En esta entrada he querido reunir una lista con algunos consejos para lograr un arranque de novela (algunos sirven también para arranques de cuentos) de los que enganchan:

1. Llama la atención del lector

Supongo que esto ha quedado claro: tenemos que captar la atención del lector desde la primera línea. Para ello, lo mejor es que ocurra algo ya en el arranque y, por supuesto, que sea algo interesante.

Es decir, intentemos evitar un comienzo en el que suene un despertador y alguien se levante de la cama, va al baño, hace el desayuno… Ya sabéis, algo rutinario que no nos importa demasiado. O, por poner otro ejemplo, evitemos los inicios en los que el narrador se pone a hablar del tiempo que hace en lugar de ir al grano (por cierto, sobre este tema de no comenzar hablando del tiempo escribimos hace tiempo otra entrada en el blog: Disculpe, ¿es usted el hombre del tiempo?

En la primera página del libro ha de suceder algo y este algo tiene que causar interés en el lector. Por ejemplo, Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago comienza en medio del caos del tráfico de una ciudad, cuando un semáforo se pone en verde pero no todos los coches arrancan. Hay uno que se queda parado y dentro hay un hombre que agita los brazos y grita algo. Los peatones, curiosos, se acercan a ver qué sucede, hasta que por fin el hombre baja del coche y grita: “Estoy ciego”. A esas alturas, a mí el libro ¡ya me tenía enganchada!

2. Pon algo en movimiento

Este consejo es del libro Suspense, de Patricia Highsmith. En él, la autora recomienda iniciar un texto con algo que se mueva, puede ser un tren o alguien que corre… Concretamente, las palabras de Highsmith son las siguientes: “Me gusta que la primera frase contenga algo que se mueva y dé impresión de acción, en vez de ser una frase como, por ejemplo: «La luz de la luna yacía quieta y líquida, sobre la pálida playa».”

Aunque no es necesario que el movimiento sea siempre tan evidente. A veces puede ser más sutil, como la puerta que se cierra y el personaje que se recuesta en la pared, parpadeando, en el texto del siguiente ejemplo:

Cinco horas con mario, de Miguel Delibes: “Después de cerrar la puerta, tras la última visita, Carmen recuesta levemente la nuca en la pared hasta notar el contacto frío de su superficie y parpadea varias veces como deslumbrada. Siente la mano derecha dolorida y los labios tumefactos de tanto besar.”

3. Párrafos cortos y frases directas

Otro consejo de Patricia Highsmith es no comenzar con un párrafo demasiado largo. “Entre una y seis líneas”, nos dice la escritora, para no cansar al lector de arranque. Aunque yo me atrevería a subirlo hasta ocho líneas… Pero bueno, el número no es tan importante como el concepto: comenzar de forma directa y breve.

A modo de ejemplo, veamos el inicio de A pleno sol, de Patricia HihgSmith: “Tom echó una mirada por encima del hombro y vio que el individuo salía del Green Cage y se dirigía hacia donde él estaba. Tom apretó el paso. No había ninguna duda de que el hombre le estaba siguiendo. Había reparado en él cinco minutos antes cuando el otro le estaba observando desde su mesa, con expresión de no estar completamente seguro, aunque sí lo suficiente como para que Tom apurase su vaso y saliera rápidamente del local.”

4. Sitúa al lector en el tiempo y el espacio

Por regla general, en la primera página o el primer capítulo de una novela debe quedar claro cuándo y dónde sucede la narración. ¿Es en el presente? ¿Es el pasado? ¿Es el futuro? ¿Dónde nos encontramos?

1984, de George Orwell: “Era un día luminoso y frío de abril y los relojes daban las trece. Winston Smith, con la barbilla clavada en el pecho en su esfuerzo por burlar el molestísimo viento, se deslizó rápidamente por entre las puertas de cristal de las Casas de la Victoria, aunque no con la suficiente rapidez para evitar que una ráfaga polvorienta se colara con él.”

Este es el primer párrafo de la novela y ya con este arranque el autor nos sitúa en un mundo que no parece exactamente igual al nuestro. En los siguientes párrafos se habla ya de un ascensor, una telepantalla (que en el momento en el que fue escrita la novela era más ciencia ficción de lo que es hoy) y el Gran Hermano.

Por cierto, si os fijáis, en este primer párrafo del libro George Orwell habla del tiempo, pero lo hace para mostrar cómo afecta al protagonista y crear un tono y una ambientación para la historia, que no es lo mismo que comenzar el libro diciendo que el sol estaba en lo alto y brillaba con fuerza mientras la nieve se acumulaba en las orillas del camino, bla, bla, bla…

5. Especifica las reglas

Toda obra de ficción es una propuesta para jugar. Cuando nos sentamos a leer un libro, desde las primeras líneas el autor nos está proponiendo unas reglas para el universo de ficción en el que quiere que nos sumerjamos.

Estas reglas deben quedar definidas cuanto antes. Si quieres contar una historia de magia, brujas y pociones mágicas, empieza por un suceso mágico. Que quede claro desde el comienzo que la magia es parte del juego o, si no lo haces, corres el riesgo de que el lector se sumerja en un relato de corte realista y luego, cuando se encuentre la magia, no se la crea.

Además, el tono de la novela, el estilo y el género tienen que conocerse desde el comienzo, para que el lector pueda saber si realmente le interesa o no. A modo de ejemplo, veamos el primer párrafo de la primera de las novelas de la saga de Harry Potter:

Harry Potter y la piedra filosofal, de J.K.Rowling: “El señor y la señora Dursley, que vivían en el número 4 de Privet Drive, estaban orgullosos de decir que eran muy normales, afortunadamente. Eran las últimas personas que se esperaría encontrar relacionadas con algo extraño o misterioso, porque no estaban para tales tonterías.”.

6. Deja el backstory para luego

El backstory es el término inglés para definir el pasado de los personajes y de los acontecimientos. Vamos, lo que sucedió antes de la historia que estás contando. Suele presentarse a modo de recuerdo de un personaje o a través del narrador que nos explica lo que ocurrió en el pasado.

¿Por qué no hay que empezar por ahí? Porque al lector todavía no le interesa. Si empezamos contando el backstory es probable que lo aburramos. Primero hay que intrigar al lector, introducirle en el mundo de la historia, dejar que conozca a los personajes y sus conflictos. Cuando lo hayamos logrado, será el momento de contarle todo lo que necesitemos que sepa del backstory, porque entonces ya estará metido en la historia y querrá saberlo.

Ojo, no es lo mismo contar un backstory (el típico: “se acercó al tiovivo y recordó aquella tarde de su infancia junto a sus padres…”) que comenzar la historia en una escena del pasado. Por ejemplo, que el primer capítulo sea el niño que va con sus padres a la feria y le ocurre algo. Luego, en el segundo capítulo, saltamos a muchos años después en el tiempo y vemos al niño de adulto.

7. Fíjate en los mejores

Si una de las principales reglas para mejorar la propia escritura es leer mucho, una de las reglas para escribir buenos arranques de novelas también pasa por leer muchos arranques de novelas. Es decir, fijarnos en los inicios que nos gustan, anotarlos y analizarlos. ¿Cómo están construidos? ¿Por qué funcionan bien? ¿Cuáles son sus trucos?

A propósito de esto, encontraréis más inicios de novela en la sección Érase una vez del blog. Y, por si queréis echarle un vistazo, en la revista Stylist publicaron un artículo con los 100 mejores inicios de libros. Está en inglés, pero merece la pena verlo. Al pulsar sobre las portadas de los libros, se puede ver la portada y las primeras líneas de la novela: The best 100 opening lines from books.

¿Y vosotros? ¿Recordáis algún libro que os enganchase desde la primera línea?

Related Posts:

Cómo elegir el punto para empezar y terminar una historia

Cómo elegir el lugar para ambientar tu novela