Esta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las Hoy quiero hablaros de una máxima a la hora de escribir: nunca empecéis un relato hablando del tiempo. Comentarios del tipo “qué frío hace” o “vaya día más bonito” son conversaciones de ascensor, tópicos a los que recurrimos cuando no sabemos qué decir. Si empezáis vuestra historia con una de esas frases, ¿qué mensaje le estáis enviando al lector?
A no ser que estéis escribiendo una novela que trate sobre un científico que estudia el clima y la propia tormenta sea el personaje antagonista, no debéis comenzar vuestras historias hablando del la lluvia o el calor, incluso cuando estos sean relevantes para la historia. Para poner un ejemplo práctico, imaginad estos dos posibles comienzos:
Un inicio que describe la luz en la calle, las nubes y la lluvia cayendo por los cristales porque, después de dos semanas de sol, el mal tiempo ha arruinado el día de excursión del pequeño Juan. Aquí el peso de la narración está en la lluvia y parece que el personaje es secundario, aunque luego hablemos de él.
Otro que empieza con el pequeño Juan levantándose de la cama ilusionado. Corre a la cocina y le sorprende que sus padres no estén preparándolo todo ya. Le alerta el sonido que viene de la calle, abre las persianas y descubre, horrorizado, que tras dos semanas de buen tiempo la lluvia ha arruinado su excursión. En este caso el peso de la narración se encuentra en el personaje, que es donde debe estar (de esta forma resulta más probable que queramos saber más cosas sobre él), y la lluvia sólo es una circunstancia que le ocurre.
Así que la próxima vez que os sintáis tentados de comenzar un relato hablando del tiempo, pensad en ese lector potencial que pasea por una librería, o en ese editor al que le habéis enviado un manuscrito. Tienen cientos de libros a su disposición esperando ser leídos y de la mayor parte ni han oído hablar. Cuando cogen uno que les llama la atención por la portada, el título o cualquier otro motivo, lo ojearán a penas 30 segundos. Un vistazo rápido y, seguramente una mirada a las primeras líneas del texto. ¿Qué creéis que es mejor que encuentren allí? ¿Un principio con gancho o el parte meteorológico?
O sea, que nada de “Era de noche y sin embargo llovía”, ¿no? 😉
jajaja Que conste que esa frase siempre me ha parecido muy sugerente, pero por el “sin embargo”. Me surgen un montón de preguntas de esa locución 🙂
Sí, tiene tela la frase. Yo creía que tenía otro origen, porque la última vez que la encontré escrita fue en “Carlitos y Snoopy”, donde Snoopy la usa -en castellano- como eterna frase para empezar su nunca acabada novela. Buscando resulta que es una adaptación patria a la frase “It was a dark and stormy night…” de Edward Bulwer-Lytton, que Schulz homenaje. Al parecer en castellano usaron esta referencia que a su vez data del tiempo de los románticos españoles, y por lo que leo es real.
Interesante. Ya me he puesto a investigar un poco sobre el origen de la frase en google y salen resultados muy curiosos jeje Gracias por la aportación 😉
Aaahh, ya decía yo que la frase “Era de noche y sin embargo llovía” me sonaba mucho. Es de Carlitos! ^^
Gracias Cisne 😉 Y que gran aporte lo del origen de la frase
Creo que lo mas difícil es el comienzo, en las pocas cosas que he comenzado a escribir, es lo que más me ha costado. Al igual, si entretenerme mucho en las descripciones, si detallarlo mucho o no. Es que es muy difícil escribir, enhorabuena a los escritores. Porque las ideas surgen, pero lo complicado que es plasmarlo en papel… Es “insufrible”.
Un saludo.
Muy interesante esto y todo el blog en realidad, aunque he visto como hay varios libros que comienzan asi y son bastante buenos.
Me gustaria una critica, estoy comenzando a escribir un libro pero cai en este error, aunque a mi parecer no es del todo malo puesto que no llega ni a una linea, lo pongo por aqui a ver como les parece.
“Era una fría de noche de Junio, allí se encontraban 8 personas paradas formando un círculo alrededor de una roca que daba la sensación de ser un altar. En el centro se encontraba una mujer a punto de dar a luz, lo raro en ella era que no se veía un bulto en el vientre, como suele suceder con todas las demás mujeres a sus 9 meses de embarazo. En aquel claro de bosque, la luna brillaba con una gran intensidad que era capaz de iluminar aquella misteriosa escena, mientras se veian sombras alargadas por el bosque.”
Gracias y un saludo, es excelente esta pagina,me ha ayudado bastante.
Muy buen post. Y siendo sincero creo que es algo en l que incurrimos todos casi de forma inconsciente. “Sin embargo” (a mi me sugiere también miles de posibilidades) siempre podemos recurrir a la reescritura o revisión.
Respecto al inicio de Óscar, decirte que no lo veo nada mal, pero te propong algo (de hecho me estoy obsesionando con esto cada vez más): usa los diálogos. Por ejemplo, siempre podría comenzar con:
-Al menos podrías haber dejado coger el abrigo. ¡Eres un desconsiderado Luis!
-Psst, ya casi ha llegado.
-¿El niño? pero ¡mírala bien! ¿dónde lo tiene? Ya me hubiera gustado a mí lucir su tipo a los nueve meses hijo. Está espléndida y nosotros perdemos el tiempo.
-Calla por favor. Nos están mirando todos.
-Que miren. Vaya idiotas, todos alrededor de este pequeño altar improvisado. Cualquiera diría que pretendemos apagar la luna; pero sigue haciendo el estúpido y no hará falta. Seguro que se aburre y se va.
Ojo, es solo una idea Oscar, mi opinion vamos, pero es que me estoy volviendo muy fanático de evitar descripciones al comenzar (ya sea relato o novela). Me gusta comenzar con acción y mantene ral narrador a márgen un rato. ¿Qué os parece?
Un abrazo desde Córdoba.
Me ha gustado la idea Luis, eso que has puesto no tiene nada que ver con lo demas pero igual y podria adelantar los dialogos que tengo y poner esta informacion despues.
Un saludo desde Mexico.
muy buen post 😀
estoy intentando escribir algo y me gustaria pedirles su opinion sobre el principio.
¿Tengo miedo? No estoy seguro.
Tengo los ojos cerrados. No estoy seguro, de cuánto tiempo llevo así, pero no quiero abrirlos pase lo que pase. Estoy sumergido en la inmensa obscuridad de mis parpados y por alguna razón que desconozco esta obscuridad me atrae, me impide alejarme de ella y ver la luz.
No estoy seguro de lo que pasa fuera de mi cuerpo, me siento como aislado y la única relación que tengo con el exterior es un extraño pitido que no para de sonar, un sonido estridente y agudo, que destroza mi mente desde dentro, un sonido que acompaña a la obscuridad des de que recuerdo y que aumenta según pasa el tiempo. Eso, y un leve y fresco cosquilleo que me acaricia la piel, es lo único que puedo percibir del exterior. No estoy seguro de lo que significan estos dos hechos pero algo en mi interior si lo sabe. No estoy seguro, pero creo que estoy cayendo, llevo mucho tiempo cayendo.
Ponganme su opinion. Gracias 😀
ME gusto mucho el post, tiene muchos puntos a considerar al momento de dar inicio a el primer bosquejo, estoy de igualmanera escribiendo una novela y me encuentro contra la pared por que no se si es bueno mi arranque, su opinion por favor??
En el ejido La Morita en Culiacán era uno de esos días, en que el calor incendiaba todo a su paso y el sol parecía un alacrán de fuego que picaba y dejaba el ardor bajo la piel, la casa se encontraba sofocante, envuelta en una nube vaporosa de polvo, a causa del viento que entraba por la puerta abierta que daba al jardín.
Julián me contó muchos años después cómo recordaba aquel día en que llegó al mundo. Su Madre lo tuvo un día caliente de verano, cayó sobre la colchoneta verde, un poco amoratado por que se le había enredado el cordón umbilical…
Gracias!! seria mi primera novela, es mas mi primera publicación!!
Justamente escribo una novela y el comienzo es con el tiempo hehehe.
Por favor diganme que opinan:
Son las cinco de la tarde y como de costumbre el cielo está gris, oscuro como si el sol ya hubiera partido y la noche estuviera bastante cerca, pero no, son solo las nubes espesas, brunas, sin formas, cargadas de mucha agua que atenta con caer pero nunca, bueno, casi nunca lo hace, aun así todos andan con sus sombrillas dobladas, por si acaso. También con los sombreros anchos y los abrigos gruesos que nos salvan del frio repentino que comienza a hacer.
Por más bonito y veraniego que inicie el día, en esta ciudad ya todos estamos acostumbrados a lo mismo, todos aguardamos lo peor: ráfagas de viento, tormentas eléctricas o lluvias incesantes, a las cinco de la tarde alguna de esas, de seguro ocurrirá. Hoy el presagio no ha sido diferente, pero si he olvidado el paraguas en el sillón de la esquina antes de cerrar la puerta esta mañana para salir de la casa y desafortunadamente mi auto todavía se encuentra en el mecánico por algunos problemas con el radiador.
-¿Necesita que le llame un taxi? – Pregunta mi asistente irrumpiendo en la oficina con algunos folders en la mano derecha y en la otra una taza de té o café…..
Pretendo escribir una novela y me encuentro en un torbellino de dudas para iniciar pero sus comentarios me han dado luz.