Esta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las Como todos los viernes, aquí os traigo un ejercicio de escritura (al final del post encontraréis la ficha descargable del mismo). En esta ocasión quiero proponeros uno que puede ayudar a mejorar nuestras descripciones. Muchas veces, cuando tenemos que explicar cómo es un objeto, tendemos a limitarnos a su apariencia y nos olvidamos que tenemos otros cuatro sentidos además de la vista. Este ejercicio tiene como fin ayudarnos a desarrollar la atención en estos otros sentidos.
Hay dos formas de realizar este ejercicio: una para llevarlo a cabo en solitario y otra con la ayuda de alguien en casa. Las dos son válidas e igual de interesantes:
1. Para realizarlo solos:
Lo que tenéis que hacer es elegir algún objeto que tengáis a mano y, con los ojos cerrados, dedicaros a examinarlo durante unos minutos. Entonces, reflexionad sobre su temperatura, tacto, olor, sonido… lo del sabor lo dejo a vuestra elección según el objeto del que se trate. Luego, abrid los ojos y dejad el objeto a un lado para escribir un pequeño párrafo (unas 100 palabras) describiéndolo a través de las sensaciones que os ha provocado.
2. Con un poco de ayuda:
Tenéis que pedirle a alguien en casa que seleccione un objeto (o varios) sin deciros cuál es y que os lo acerque cuando hayáis cerrado los ojos. Entonces, dedicaros a estudiarlo tal y como os comentaba en el párrafo anterior. Sólo que, en este caso, al desconocer el objeto de partida podréis focalizar más las vuestras sensaciones. Después abrid los ojos y escribid también un párrafo de unas 100 palabras describiendo el objeto.
Si quieres compartir los relatos que escribas a partir de este ejercicio, hemos abierto un grupo en Goodreads donde, entre otras cosas, hay un espacio para ello. Así podremos leerlos y comentarlos entre todos: ejercicios de escritura en el grupo de Literautas en Goodreads.
Descargas:
Descarga | Ficha ejercicio 004
estuvo agradable aparte me entretuve mucho jajaja divertido
Hola, Jesús
Me alegra que te haya gustado 🙂
Si te apetece compartir tu texto, puedes enviármelo por correo a través de la ficha del ejercicio, y así puedo publicarlo con el resto de textos que me envían, de manera que otros lectores del blog podrán darte su opinión.
Un saludo y gracias por tu comentario
AGUDIZA TUS SENTIDOS
María trabaja en una empresa que exportaba flores, el mismo que le absorbía mucho tiempo y llegaba muy cansada a casa. Luego de tomar un café se dirigió a su cuarto en el que había una gran cama, con cobijas gruesas de lana tenían un aroma a flores, al costarse sobre la cama, acariciaba las cobijas como quien tocase las flores y apercibía el fragante olor, de repente sintió que sus fuerzas le abandonaban, cerro sus ojos, le parecía estar en un jardín como aquel donde jugaba cuando era niña. Se quedó profundamente dormida.
Un llavero con forma de tortuga hecho de plastico.
Agudiza tus sentidos.
Un chicle con sabor amargo de un color verde claro eso pense por que la mayoria de chicles acidos que he provado son de color verde.
Una fruta de sabor amargo o dulce de color naranja llamada mandarina.
Un objeto de plastico con forma de cocodrilo.
Hola!Soy relativamente nuevo en el blog,pero estoy muy agradecido de sus métodos de enseñanza de hecho pronto les envio mis historias y ejercicios.me han sido de gran utilidad para encaminar un libro que estoy escribiendo.
en cuanto a las historias de Freddy y Mateo me parecen excelentes muy buena imaginación y bien aplicada, teniendo en cuenta que solo son cien palabras.
Saludos! Gustavo.
Agudiza tua sentido
Kinder Pinguí
Era un día de verano cuando Claudia al despertarse supo de tener hambre. Se levantó saboreando ya el dulce olor de su almuerzo favorido. Se dirigió hacia el baño para ducharse soñando con el liso rectangulo marrón relleno de suave crema blanca. Ya podía escuchar el sonido agudo de la carta que rompendose habría dejado perfumar su aliento de Pascua refrescando los dientes y su boca. Un conjunto se sabores como el olor de un jardín lleno de flores en primavera habrían llenado todo su cuerpo. Rojo como el sentido de calor que aquel fresco dulce hubiera provocado y azul como el escalofrío producido en su boca al primer picado.
Agudiza tus sentidos.
Estoy enamorado. Es tan blando y cremoso que se te hace agua la boca. Siempre dispuesto para entregarse que no puedo decirle que no. Yo le susurro palabras de amor y él me mira sin decirme nada; su presencia vale más que mil palabras. Y eso que comencé el régimen el lunes y que la nutricionista me lo prohibió, pero es tan bonito que no puedo decir que no. Lo que hago siempre es guardar uno en el congelador con una nota que dice: “por hoy no” y entonces cuando me enfrento a mi amado todo mi convencimiento, todas mis promesas, todo lo que dije que no iba a hacer…se va al cuerno. Mi lugar en el mundo está debajo de ese papel celofán.
El objeto que tenia entre las manos era de textura lisa y un poco rugosa en su interior , las hojas de su interior tenían una textura y un olor diferente a la resbaladiza superficie que lo enmarcaba: era el olor del papel, del pegamento y de los procesos que consiguen que el papel huela como lo hace. El sonido de las hojas al desplegarse en rápido y amortiguado, y sonido suave y agradable al oído. Respecto al gusto, bueno, quiza no es buena idea pasar la lengua por su superficie, pero el recuerdo que tengo de la niñez sobre el papel (ya que estoy hablando de un bloc de notas recubierto por una portada de plástico) es que sabe a eso, a papel.
Iluminada desde atrás, tibia y translúcida está, en un plano de dos dimensiones imprime miles de espacios, inoloro e inexpresivo cristal pero canal de mil colores, allí yace inmóvil la insípida pero increíble pantalla.