El secreto de la novela. - por Isa

Regresaba al pueblo con unas ganas tremendas de ver a mi amigo Pedro, gracias a él, había descubierto a una gran escritora. Había leído infinidad de libros, pero ninguno como aquel. Esa mujer tenía un Don para contar historias, la delicadeza con la que enlazaba cada una de las letras hasta convertirla en palabras, que a su vez bailaban entre las frases de cada párrafo, convirtiendo el texto en un festival de emociones hasta el final, me mantuvo atrapada entre aquellas páginas durante horas, y no pude interrumpir la lectura hasta que el último capitulo del libro llegó a su final. Lo devoré en un solo día y lo leí y releí el resto de las vacaciones. Aunque no podía evitar aquella sensación agridulce, que sentía cuando un libro no dejaba claro el final, invitando a sus lectores a leer una segunda parte.
Hoy por fin volvería a ver a Pedro y estaba segura que él tendría el segundo libro, así que estaba impaciente por llegar. A medida que el coche en el que viajaba con mis padres se iba acercando al pueblo, me fui dando cuenta de que algo había sucedido. El pueblo en el que vivíamos recibía cada verano un gran afluente de turistas de montaña dada la belleza de sus parajes, pero teniendo en cuenta que el verano tocaba su fin, no sabía a que se debía tal cantidad de gente. Mi padre condujo el coche con gran pericia esquivando a la muchedumbre hasta llegar a nuestra casa.
Me baje del coche a toda prisa y fui corriendo a casa de Pedro que vivía a dos manzanas de la mía, para averiguar el motivo de aquel revuelo. Al llegar me lo encontré sentado en la puerta de su casa, sumido en sus pensamientos.
-Pedro, Pedro,- lo saludé casi sin aliento, debido a la carrera que acababa de hacer hasta allí.- ¿Qué es todo esto? ¿Qué ha pasado?
-Matilde, que alegría verte ya por aquí. ¿No te has enterado? Han encontrado el cadáver de una turista junto al río, al parecer ha sido un asesinato.
-¿En serio?¿¡Que barbaridad! Con lo tranquilo que suele ser esto.
-Así es, pero lo más impactante no es sólo eso. Resulta que la persona asesinada es la famosa escritora Lili Tanaka.
-¿Lili Tanaka? ¿Pero si es la autora de la novela que me has prestado?
-Si,¿ no te resulta extraño?, al parecer había venido hasta aquí para disfrutar de unos días de tranquilidad entre las montañas y aprovechar para terminar de escribir su siguiente novela, que estaba a punto de publicarse, pero por lo visto hay gente a la que no le interesa que salga a la luz.
– ¿Quieres decir, que la han asesinado por ese motivo?
– Piensa un poco, tienes la clave entre tus manos.-Dijo señalando el libro que el mismo me había prestado y con la emoción había olvidado entregárselo cuando llegue.
Tenía toda la razón, aquel libro hablaba de un grupo de personas con un gran secreto. Dentro de la historia en sí, podía leerse entre líneas que había algo muy importante que la autora quería revelar, pero por motivos desconocidos no lo hacía hasta el siguiente volumen, que era el que yo esperaba que Pedro me prestase, y me estaba dando cuenta de que quizás jamás llegaría a descubrirlo. ¿Pero quién habría cometido aquel asesinato?
Tal vez, Pedro tuviese razón y la clave estaba allí mismo, entre las hojas de la novela que sostenía con fuerza entre mis manos, la leeríamos juntos una vez más e intentaríamos resolver el misterio….