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“ Aiko – Niña del Amor ”. - por tecar

-Debió usted leer con mayor atención la obra de su clienta, estimado “honya-san” – dijo el inspector de la policía local cuando le devolvió el libro, entre cuyas páginas, salpicadas de sangre y barro, se escondían, capítulo tras capítulo, las razones de la misteriosa muerte de la Sra. Kibou.

Al igual que el personaje de su novela, una reconocida escritora de unos cincuenta años, la Sra. Kibou, a esa misma edad, también conoció el éxito tras la publicación de su último libro. Tanto el personaje, como su autora, no solo buscaban en aquel apacible pueblo la tranquilidad propia del fin de la temporada veraniega, acompañada siempre de la retirada definitiva de los últimos turistas; sino que además, buscaban una ansiada paz interior que aplacara la inquietud de sus fatales destinos. Ambas amaban al hombre equivocado.

Akiyama no solo era el nombre del personaje principal de la exitosa novela de la Sra. Kibou; sino el verdadero nombre de “honya-san”, el librero del pueblo. Se conocían desde niños…, desde siempre. Los padres de Kibou tenían una preciosa casa junto al lago, donde desde muy joven sirvió la madre de Akiyama. Una joven encantadora: bella de cuerpo y alma. Nunca antes había nacido mujer igual en aquel perdido pueblo de montaña.

La tentación de amarla fue superior a todos los impedimentos y prejuicios. El padre de Kibou acabó perdido por aquella sirvienta hasta que se la arrebató la muerte. Murió durante el parto. Fue al traer al mundo a dos preciosos mellizos: Kibou y Akiyama.

Poco pudieron hacer las familias de los amantes para acallar semejante escándalo. Sobre todo la de él, que recién había estrenado nuera. La única solución que les pareció justa fue la de separar a los recién nacidos. Kibou se quedó a vivir con la familia de él, como hija única de aquel infeliz matrimonio; mientras que al niño lo adoptaron los dueños de la librería del pueblo.
Hasta que no falleció el padre de Kibou el secreto era tumba cerrada en aquel pueblo. Fue él, en su lecho de muerte, quién le contó lo sucedido. Pero ya era demasiado tarde…, ya ella estaba perdidamente enamorada de su hermano. Le había amado desde siempre…, desde que siendo una niña visitó por vez primera la librería con su padre, hasta las otras muchas que solo acudía para verle.

Ahora, no sabía cómo desvelarle a su amado la crueldad de la nueva realidad, y no encontró mejor manera de hacerlo que su último best-seller: “ Aiko – Niña del Amor ”.