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Luzmila - por Eutaquino Flores

Transcurrían los años 40 cuando ella desapareció de su vida, cuando el desapareció de la suya
Un día de noviembre del año 1975, allá por Argentina, se encontraba Luis recordando sus pasadas experiencias en España, lugar en el que él vivió de joven en su ciudad natal Madrid.
Recordaba haber jugado con José y Carolina en la casa de Luzmila, a la temprana edad de 10 años, recordaba toda la inocencia y felicidad que se vivía en esos años, también recordó que Luzmila (ya con 16 años) era muy bella y encantadora, tal vez la chica más preciada del barrio y el uno de sus mejores amigos.
Luego de tantos años de amistad y al salir de aquella infancia tan inocente ellos se dieron cuenta que se amaban. Pasaron 3 años de noviazgo cuando a Luis le llego una noticia de su padre, una noticia que le cambiaría la vida. Su padre le dijo a Luis que por culpa de la guerra ya no había trabajo y que se la estaban pasando muy mal, lo cual era cierto, pero a él no le importaba si estaba con Luzmila ya que con ella el mundo no existía, ella todo lo era.
Su padre muy angustiado le dijo:
-Luis, mañana nos embarcaremos hacia América en busca de una nueva vida y una nueva esperanza, solos tu y yo, allí buscaremos hogar y trabajo para luego llevar a toda la familia.
Una vez dicho esto su hijo entro como en un estado de shock, no sabía qué hacer ni que le depararía su futuro, todos sus planes estaban arruinados.
“El avión 428 ha comenzado a embarcar” se escuchó de fondo. Luis volvió en sí, agarro sus maletas y subió al avión que iba rumbo a España. No veía a su familia hacia 30 años y extrañaba a su tío Carlos y sus primos, los cuales se habían quedado allí a pesar de la guerra.
Luego de llegar y recorrer un poco su antiguo barrio, que ahora no estaba ni la mitad de parecido al que el recordaba. Paso por su vieja casa, la cual estaba vieja y abandonada ya que nadie había vivido allí en los últimos 15 años.
Le consulto a su tío por que esta casa estaba así, entonces él le conto que en ella vivieron unos primos lejanos mucho tiempo, pero que después se marcharon y desde ese entonces nadie ocupo la casa. Al escuchar esto Luis sintió muchísima melancolía y pena por la casa, así que decidió entrar un rato para ver si las cosas seguían como él lo recordaba.
Al entrar noto que la casa estaba en muy buenas condiciones, aunque llena de polvo y telarañas, se quedó buen rato añorando a su familia y los buenos momentos vividos allí.
Después de recordar a la vieja Betty que dormía siempre en un rincón y a su primera novia Luzmila, la cual él había dejado junto a su país natal sin volver a saber nada más.
Al salir de la casa con la mirada inexpresiva hacia el suelo, y con una pequeña sonrisa, vio como un cartero se acercaba a él entregándole una carta dirigida a aquella dirección: su antigua casa.
El cartero un poco apurado y distraído le dijo que esa carta la había encontrado en un rincón del antiguo buzón de la ciudad y que pareciera haber estado allí mucho tiempo, al decir esto lo saludo rápidamente y se marchó. La carta estaba medio arrugada y con un color mate, el sobre no decía nada simplemente decía “para Luis”, al abrir el sobre vio la fecha “17/04/1945” y siguió leyendo:
“Querido Luis: en el tiempo en que estuvimos juntos nunca me anime a decirte que mi sangre y mi religión es judía, por lo tanto y por la situación del mundo mi familia y yo nos vemos obligados a irnos del país, quiero que sepas que siempre te voy a amar, e intentare escribirte en cuanto pueda.
Ahora me despido hasta pronto, con amor Luzmila”
Al leer esto Luis maldijo su suerte, ya que el haber estado 30 años sin saber nada de esta persona que el tanto amo lo irrito, pero ahora al menos sabía que seguramente se encontraba bien y que tal vez algún día la volvería a ver.