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Nostalgie - por Woolf

Eran las dos del mediodía y la luz se expandía por todos los recovecos del valle. Desde lo alto podías divisar diferentes casitas de dos plantas, dispersas aleatoriamente, que desprendían una sensación de tranquilidad que solo ofrece lo alejado de las grandes urbes.

Pero no para Violeta, la bruja más respetada del valle. Tenía el tamaño perfecto para abrazarla y disfrutar del calor que desprendía.Llevaba gran parte del día haciendo carreras de arriba hacia abajo en su pequeña casa y sin parar ni un segundo,
gritaba al cielo: – ¿ Dónde estará la maldita carta?-

Paro en seco para tomar aire y pensar con claridad. Nada.
No tenia la menor idea.

La carta había llegado en la pata de una paloma hacia como unos treinta años, en ella estaba escrita la pócima para eliminar para siempre la nostalgia. Escrita por una de las mejores brujas de la historia " La bruja Curie ", conocida en el ámbito de la brujería por sus novedosas invenciones en el arte del alma.

La carta fue escrita exclusivamente para Violeta, sabiendo que en los lugares apartados, la nostalgia es muy probable que llame a tu puerta en algún momento.

Violeta, testaruda como ninguna, nunca dio importancia a la carta, estaba segura de que su alma siempre se iba a encontrar perfectamente.

Pero todo cambio desde la muerte de "Gato", su compañero fiel. La pena fue tan profunda que Violeta se descubrió a si misma pasando los días mirando el fuego de su chimenea sin saber que hacer. Sintió nostalgia, de esa que hace que tu corazón se arrugue al tamaño de una castaña.

Y hoy se ha acordado de la carta, pero mientras sigue parada intentando acordarse de donde la dejo, por arte de magia un haz de luz señala directamente hacia uno de los rincones polvorientos de la cocina.

Con un respingo Violeta asombrada exclama,- ¡ Ah! Con que aquí estabas…-

Mirando el sobre ensimismada, empieza a temblar y con un impulso rápido avanza hacia la chimenea y lanza la carta al fuego,
y esta en pocos segundos se vuelve cenizas.