Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

La Carta (con 30 años de retraso) - por Woody

LA CARTA
(CON 30 AÑOS DE RETRASO)

Tengo cuarenta y cinco años. Hoy se ha muerto mi madre. Cuando su cadáver estaba todavía caliente, su hermana me ha dicho: “Toma esta carta. Hace treinta años tu madre me dijo que la guardara y que no te la diera hasta el día de su muerte”. No me imaginaba que aquella carta iba a cambiar mi vida.
Abrí el sobre y empecé a leer:
Cariño, espero que perdones mi cobardía. Mi cobardía por no haber hecho nada hasta ahora, y mi cobardía por seguir callada hasta el día que me muera.
Esta noche, cuando tu padre ha llegado borracho y te ha dado una de sus brutales palizas, he pensado en matarlo, pero no he tenido valor. Dentro de poco tendrás 18 años y podrás irte de casa y librarte de él, pero no quiero –no es justo- que durante toda tu vida creas que tu padre te ha maltratado. No es cierto. No lo es, porque este hombre no es tu padre, no es tu padre y él lo sabe, por eso te maltrata. Espero no morirme muy vieja, para que tú puedas dejar de amargarte pensando que eres hijo de ese monstruo. Tu padre era un hombre bueno y sensible que murió cuando yo estaba embarazada de tres meses.
Olvida tu infancia y procura ser feliz.
Te quiero
Mamá

Después de leer la carta me sentí confuso y furioso. No entendía porque mi madre no me había contado la verdad, ni tampoco que hubiera aguantado toda su vida al lado de aquel hijo de puta. Entonces se me acercó él, borracho, sollozando…Un fuerte temblor se apoderó de mi cuerpo. Todos sus gritos, todas sus palizas, desfilaron ante mí como si de una vieja película se tratara. Oí con espanto los gritos que salían de mi propia garganta, mientras que de la suya sólo salía un leve y casi imperceptible sonido, cuando mis manos la apretaban fuertemente. Cuando lo solté, su cuerpo se desplomó igual que un saco de patatas.
Y eso es todo. Al rato llegaron ustedes y me detuvieron.