Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Pastel de cerezas - por Cloe Patra

Cris revolvía en su habitación las cosas que había guardado en su mesita de noche durante los años de su niñez y juventud sobretodo.
En su estantería sus libros, en el armario un par de cajas con fotos, recortes, cintas para el pelo, flores disecadas , recuerdos del colegio, cintas de cassette…
Tenía cincuenta y siete años y estaba en la que había sido su casa natal en Sahagún y dejó de ser su hogar cuando salió por estudios, trabajo, amor y viajes durante más de 30 años.
Ahora que sus padres habían fallecido le gustaba más ir al pueblo y reconciliarse con recuerdos y la posibilidad de encontrar un poco de tranquilidad que le ayudaba a dar vida a momentos y sensaciones. En definitiva poner en orden su cabeza y escribir un libro.
Esta era una de sus pretensiones antes de acabar en esta vida. Escribir algo que pudiera dejar para que otros leyeran. Que contuviera todo lo que aprendió en esta vida. Por qué rió, por qué luchó y por qué creía que de verdad la vida merecía la pena. Tantas personas pasaron por su vida tantos recuerdos le dejaron.
En el cajón de su mesita de noche encontró una carta de su amiga Inés que había fallecido hacía un año. Su corazón dio un vuelco cuando comprobó extrañada que estaba sin abrir y vio que databa de hacía casi 30 años…debió recibirla su madre y la dejó allí y quizás quedó olvidada en el cajón de la mesilla, supuso…

Barcelona 14/11/2012

Querida loquita,
Sé que has seguido tu vida, tu ritmo, el pálpito de tu corazón…
Cuando cierro los ojos la imagen que tengo tuya es de hace un par de años aproximadamente cuando nos despedimos en la puerta del Amelie después de nuestra merienda y charla…no lo sabíamos pero sería nuestro último encuentro literario.
Aquella tarde vino Carol y Marta también y tu y yo nos repartimos el último trozo de tarta de cerezas que quedaba en la cafetería. Recuerdo su sabor y las cerezas sin hueso…mmmm
Cómo nos gustaba aquel sitio antiguo y lleno de recortes en las paredes. Aunque el dueño no era muy simpático y siempre que salíamos prometíamos no volver sin embargo siempre quedábamos en el mismo sitio.
La vida nos llevó por caminos separados y a ti te ofrecieron ese puesto de trabajo extraño que sólo tú podrías haber llevado a cabo con tanto humor.
Te he echado mucho de menos este tiempo y de momento no nos hemos vuelto a ver…ojalá sea pronto y ojalá nuestras vidas se unan en la misma ciudad de nuevo para seguir compartiendo cosas.
Me enseñaste mucho pues me abriste los ojos ante los libros y esa es una aventura que todavía para mí continúa.

Un beso,
Inés

Cris sintió un frío que le helaba la sangre pues no pudo despedirse de Inés y ahora encontrar esto era un golpe de realidad.
Su amiga diciéndole que la echaba de menos…se llevó la carta al pecho y miró por la ventana.
Era en cierto modo como si la estuviera abrazando allí donde estuviera.
Cris se sentó en la cama, tocó el papel con delicadeza, quedó pensativa y se dio cuenta de que quizás significó mucho más para Inés de lo que ella pensaba y le dio pena no haber tenido los ojos más abiertos en determinados momentos de su vida.
Ahora ya no podía hacer nada. Quizás le pasó lo mismo con otras personas…
Recabaría recuerdos de su amiga pues todos eran buenos.
De repente pensó en que siempre nos deja huella quien algo nos enseñó. Y eso parece que es lo que le ocurrió a Inés.
Le dedicaría un precioso capítulo de su libro. El que dejaría en su memoria.