Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

El último concierto de Satán - por Woody

EL ÚLTIMO CONCIERTO DE SATÁN

Entre las viejas paredes de aquel teatro, miles de espectadores se habían emocionado con la historia de amor entre Margarita Gautier y Armando Duval, con el errático peregrinaje del anciano rey Lear, o con el patético Humbert Humbert y la sensual Lolita.
Después de un breve cierre, esta noche el teatro ha vuelto a colgar el cartel de “No hay localidades”.
Desde que empezó a entrar el público, suena por los altavoces, a un fortísimo volumen, el último cedé de SATÄN, el grupo de rock que actúa esta noche.
El público, impaciente, empieza a gritar: LUCIFER, LUCIFER, LUCIFER. El nombre del cantante y líder de Satán.
Lucifer se había esforzado mucho para que el último concierto del grupo se celebrara en aquel viejo teatro. Era un homenaje a su hermano, que había trabajado allí hasta que lo despidieron. Se lo merecía. La excelente sonoridad del local para la grabación del directo, fue el argumento que convenció a la discográfica.

En el camerino, los músicos se van pasando una botella de whisky, mientras se preparan para salir al escenario. El batería, repentinamente serio, le dice a Lucifer:
-Tío ¿te lo has pensado bien? Todavía estamos a tiempo de volvernos atrás.
-No tengo nada que pensar. Está decidido. Podéis formar otro grupo sin mi.
-Claro tío, pero no será lo mismo. Tú sabes que da igual que éste toque mejor que el mismísimo Angus Young, o que tu voz suene más desgarradora que la de Kurt Cobain. Lo que de verdad importa, lo que nos hace distintos…¡Son tus endemoniadas leras! Tus letras suenan verdaderas. Sin ellas no seremos más que un grupo que suena de puta madre. Como muchos otros.
-Eso es lo jodido, que las letras son verdaderas. Por eso lo dejo. Para no seguir escribiéndolas. No quiero acabar como mi hermano, tirándome por la ventana de un onceavo.
-Pero tu hermano estaba loco, y tú no lo estás, tío.
-No, no lo estoy ni quiero llegar a estarlo. Anda, vamos a disfrutar de nuestra gran noche de gloria.
Cuando Lucifer encontró el diario de su hermano, supo inmediatamente que que había encontrado un filón. Lamentablemente para él, ya n o le quedaba ni una sola palabra para utilizar.

El bajista es el primero en aparecer sobre el escenario. Sin pronunciar palabra alguna, empieza a tocar con un ritmo trepidante. A continuación se le une el batería, que golpea los platillos con furia. El griterío del público aumenta cuando sale al escenario el guitarra, que inicia un poderoso y largo riff, a mitad del cual, aparece Lucifer que ante un enfervorizado público grita:

Anoche cuando dormía
me visitó El Maligno
Dejó mi cuerpo…
pero se quedó con mi Alma.