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"EL PRIMER AMOR - por Pilar Alcántara

EL PRIMER AMOR

Luz María y amador eran unos adolescentes de catorce años de edad que se gustaban muchísimo, vivían en el mismo pueblo, pero no iban al mismo colegio ni tampoco con la misma pandilla de amigos, pero entre ellos surgió la atracción; Amador cruzaba todo el pueblo para mezclarse con las amigas de Luz Mª. y todas ellas sabían el motivo, Luz también lo sabía, pero se hacía la desentendida, él seguía haciéndolo a pesar de que aquellas adolescentes les parecía unas tontas, ¡ pero él quería ver a Luz siempre y como era atrevido ( aunque muy formal ) se le insinuaba, pero ella se hacía la tonta y no se daba por enterada, así estuvieron un año aproximadamente, Amador le iba dando toques y ella como si nada… y eso que intuía que a otras dos niñas también les gustaba él, y es que Amador tenía un atractivo muy especial, con mucha personalidad y una madurez superior a sus años, Luz Mª. no se le quedaba atrás, ella era guapa y valiente y al mismo tiempo sencilla, no se lo tenía creído, como les pasaba a otras, también era responsable y muy buena estudiante, pero al contrario que Amador, su madurez era inferior a sus años.
En el carnaval, ese año todas las amigas se disfrazaron diferentes, Luz Mº. se disfrazó de novia, con un vestido de novia de verdad que seguramente alguna vecina se lo dejaría, se puso de largo y blanco, con un velo que le tapaba mucho la cara y zapatos de tacón; Amador no se había disfrazado pero las encontró a todas por la calle, se fijó en la novia, se acercó a ella… la observó y le dijo “ sé quién eres… te he reconocido por tus manos”, las manos era lo único que Luz se había dejado sin cubrir, no llevaba guantes; ¡fue increíble que la reconociera por sus manos! eran muy normales, no tenían nada de particular, además el nunca las había tocado, que él la reconociera la impresionó, y su frase le pareció muy romántica y se sintió alagada y feliz, pero Luz Mª. no le dijo nada, ella que era decidida y la más valiente de todas las chicas, tenía sin embargo miedo a la vida…, pero porque ella no sabía que era miedo lo que tenía, se calló, una vez más dejó pasar la ocasión de entablar una conversación que diera paso al inicio de una relación sin problemas, puesto que Luz se daba cuenta de que ella gustaba a la familia de Amador, aunque fueran de un nivel más alta que la suya, eran muy buena gente.
Una tarde Luz y su mejor amiga Ana, paseaban por el pueblo, y se les unieron unas compañeras, a continuación pasó Amador con su amigo Juan y también se unieron al grupito y estuvieron de charla un ratito, y a partir de entonces Amador y una de las compañeras de luz comenzaron una relación.
Luz Mª. se marchó del pueblo por asuntos familiares y después laborales, Amador y su amiga también se fueron a trabajar a una ciudad grande; aquellos adolescentes que se gustaban tanto, cogieron caminos diferentes que nunca más se cruzaron, pero les quedó un recuerdo bonito en sus corazones.
Al ser los dos del mismo pueblo, con el tiempo hemos ido sabiendo que a Amador le fue muy bien todo en la vida, que siempre fue prosperando, junto a su chica de siempre; a Luz no le sorprende, ella dice “es normal, ya de niño se le vía un triunfador nato”. Pero yo estoy convencida que toda la buena o mala suerte no depende de uno mismo, pienso que aún influyen más los que nos rodean y los que vamos encontrando en nuestros caminos, o sea que a amador le acompañó la suerte. Luz Mº. jamás encontró su alma gemela, ni siquiera un alma parecida a la suya, también fue emprendedora y tuvo muchos pretendientes, llegó a decidirse por alguno, pero terminaba decepcionada con ellos, por muchos motivos, y ponía fin a esas relaciones de años, y su mala suerte se fue haciendo como una bola de nieve, cada vez más grande, hasta que se rompió en mil pedazos, y Luz Mª. tuvo que ser muy fuerte y luchar sin rendirse hasta lo imposible, para no quedar también ella destrozada en medio de aquel camino perdido y sin final.
En mi pueblo hay un refrán que dice “Dios aprieta pero no ahoga”.

F I N