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Corazonada - por Fernando Caporal
Web: http://ojosdelalibertad.blogspot.com.ar/
—Jero, tengo miedo
—¿De qué, Rocío?
—De todo, no me gusta ésta noche
—No temas, los demás animales están en sus corrales, dormidos
—No me asusta eso, bien lo sabés
—¿Entonces qué lo hace?
—Tengo una corazonada
—Relajate, la noche se va a terminar pronto y para la mañana todo va a seguir con normalidad, falta al menos una semana
—En éstos momentos es cuando necesito escuchar aquellas palabras románticas, creo que me servirían para relajarme
—¿Querés que te lea a Benedetti?
—Me encantaría, el poema que habla de que ella lo toma de la mano y él siente que lo ama
—Estás romántica ésta noche
—No te ilusiones, Jero, no estoy insinuándote nada, solo necesito escuchar a mi poeta favorito hablándome al oído, creo que necesito eso para sacarme la obsesión de la cabeza
—Qué lástima, podría darte una noche inolvidable
—¡Qué tonto! No digas eso, estoy nerviosa
—Ya lo sé, pero te arranqué una sonrisa
—Sí, lo hiciste, de veras
—Y si te abrazo, quizá te erice la piel
—No lo creo, pero no me resistiría si lo intentaras… Está bien, lo acepto, me arrancaste otra sonrisa
—Ro, cerrá los ojos
—Muy bien, los cierro
—¿Sentís la brisa fresca?
—Sí
—Hay también algunos pájaros, ¿los escuchás?
—Sí, los que cantan de madrugada
—Pronto va a salir el sol y la noche habrá terminado; quiero que éste momento sea eterno para los dos, que nos adueñemos del lugar, de la madrugada, de las estrellas
—No hay estrellas, Jero
—Sí que las hay, solo que no las ves
—Me cuesta un poco imaginarlas, pero haré el intento
—Por eso, cerrá los ojos, de esa manera vas a verlas
—¡Ah! Perdón, no puedo, me resulta imposible relajarme
—No temas, ¿te estremeciste con el ruido?
—Sí, con el ruido y la luz
—Y pronto va a caer sobre nosotros
—Eso también me da miedo
—¿La lluvia?
—Sí, la lluvia en éste momento
—Tenemos muchos recuerdos de noches de lluvia, ¿te acordás del último campamento en la orilla de aquel río? La pasamos muy bien
—Sí, pero eso ocurrió hace veinte años, Jero, éramos adolescentes e intrépidos
—Nada tiene que ver el tiempo con los recuerdos, ellos viven siempre en la mente y el corazón
—Jero, mi amor, ¿sabés? No me asusta que haya truenos y relámpagos, no me asusta la madrugada solitaria, sabés muy bien que no me asustan los animales, creo que me inquieta algo dentro de mí
—¿De qué estás hablando?
—Creo que va a suceder ésta noche y no puedo controlar mis emociones
—¿En serio? ¿En serio me lo decís?
—Sí, tengo la corazonada de que va a ocurrir antes de que salga el sol
—Está bien, si ha de suceder, simplemente sucederá, pero entonces deberíamos buscar ayuda
—No, por favor, Jero, no te vayas, quedate conmigo, si llega a suceder, te necesito a mi lado
—Ro, no somos médicos, ¿cómo podría terminar bien sin ayuda profesional?
—Confiá en mí, va a nacer sin problemas, ella nos necesita a los dos, juntos, lo siento en el corazón
—Está bien, lo haremos juntos, vamos a lograrlo, sé que lo haremos, todo saldrá bien, te lo prometo
—Escuchá, Jero, ese quejido
—¿Es ella?
—Sí, es la yegua, llegó el momento, está pariendo
—Oh, Santo Dios
—Ya no hay tiempo, solo quedate conmigo, juntos vamos a ayudarla a traer al mundo a ese portillo, sano y fuerte
Buen relato. Aunque faltó algo de descripción del ambiente. Me agrada que al menos un relato de este taller sea optimista.
Yo y varios de los otros participantes de este taller escribimos historias tristes y oscuras. Algo así en la linea de llega el invierno y con él la oscuridad.
Nota: mi relato es el 33. Tres horas y curenta y tres minutos.
Hola Fernando:
Tu relato me ha resultado bastante dinámico. Hasta el final no sabes a qué le tiene miedo y esa duda hace que el lector se mantenga expectante.
Buen trabajo.
Un saludo.
Que tal Fernando.
A mí los relatos que se sostienen con puro dialogo me gustan. Tienen un ritmo acelerado que a veces la prosa impide.
Tal vez por querer cumplir el reto, el lenguaje se tornó mecánico, pero no por eso desmerecedor.
El final inesperado, creo que no das pistas y al final entiende uno, mal por cierto, que el embarazo es de Roció.
Tengo poco que aportar en lo formal, has manejado los diálogos muy bien, felicidades.
Saludos.
José
Hola Fernando a mi también me ha gustado el relato sobre todo porque el final es inesperado. Juegas con la intriga y el miedo, y al terminar se sabe lo que ocurre, muy bien!. A mi también me parece que hubiera hecho falta “atmosfera”, pero entonces quizá se rompería la sorpresa final porque habría pistas. A seguir, a por el proximo reto. Un abrazo
Hola estimad@s, muchas gracias por sus amables comentarios y su tiempo. He pasado por los relatos de cada uno, para dejarles el mío. Todos me gustaron mucho, siento que el nivel de éste taller crece mes a mes, descena tras escena, he leído durante el año textos cada vez mejores.
Gracias a todos y felicidades!
Hola Fernando,
Gracias por leer y comentar.
Tu relato me ha gustado, el hacerlo mediante diálogos es un plus. Quiero intentarlo. Tú los has manejado bien, dando dinamismo a la historia. Felicidades.
Nos has engañado con los médicos,si hubieras escrito veterinarios, la sorpresa no hubiera sido tal. Reto casi logrado, se coló “eramos”.
Buen trabajo. Saludos.
Buenas tardes Fernando Caporal:
Me ha gustado tu relato y también la idea de haberlo relatado en un diálogo entre dos personas. Es un buen ejercicio, lo voy a intentar porque me ha parecido muy interesante.
En cuanto a la forma he visto algunas cosas que, según mi parecer, están mal:
Este, esta: cuando son adjetivos demostrativos no llevan nunca acento.
Éste, ésta: se pueden escribir con acento si son pronombres demostrativos y ayudan a la comprensión del texto.
Esto: Nunca se acentúa.
En tu escena hay tres frases con este error: “—De todo, no me gusta ésta noche” – es: esta.
“—En éstos momentos es cuando necesito escuchar aquellas palabras” – es: estos.
“…quiero que éste momento” – es: este
Has omitido todos los puntos finales de cada intervención en el diálogo. Lo correcto es ponerlos.
El final no me ha quedado claro: ella tiene una corazonada, algo interior. parece que ella va a parir. Al final, no hay médico, no hay parto de ella y de repente aparece una yegua que va a parir ¿Qué corazonada tenía ella? ¿Nos has querido engañar? Por favor explícame lo de la corazonada y el final.
En mi relato también aparece Benedetti, ¡qué casualidad!. Gracias por compartir tu escrito. FELIZ 2017. Menta