Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

El padre y la luna - por Ella

Se giró al escuchar el grito. No esperaba encontrar a nadie en la playa a esas horas.

Había salido a caminar atraído por la luna, a buscar en su luz, la emoción que necesitaba urgentemente.
Pasaba por un bloqueo creativo. Precisamente ahora que se presentaba la convocatoria. Premio y publicación de obra ganadora. Cerraba en dos semanas.
Y él, seco, disperso y desesperado.
«Dios» pensó « ¿Qué hago?»

El grito venía de la playa. Vio un bulto, y al acercarse reconocer que se trataba de una persona. Era un hombre, recién arrojado por del mar.
Lo arrastró hacia la arena seca y se sentó junto a él. Era un anciano, y por su apariencia, un vagabundo.
—Tranquilo, ya te cubro con mi abrigo.
El anciano apretó los ojos. Abre la boca, pero la voz tarda en salir.
—No quiero vivir. Traté de ahogarme pero cada que lo intenté, salí a la superficie, como si la luna me jalara, maldita… ¿Para qué me quiere vivo ella, o quien sea?
—Bueno, las cosas no pueden estar tan mal—mintió. Bien sabía que las cosas si podían estar tan mal.
El anciano lo mira y cierra los ojos. El hombre siente como se afloja el cuerpo. Se ha desmayado.

Lo acompañó en la ambulancia a la sala de urgencias.
— ¿Es su familiar?
—No, estaba tirado en la playa.
—Necesitamos que se quede con él. No será mucho, una para de horas.

El anciano despierta y ve al hombre cabeceando en la silla.
—Conque te aliaste con la luna…aún estoy aquí.
Se incorpora estirándose y frotándose la cara.
—Dime si quieres que llame a alguien.
Silencio.
—Mejor dime que hacías solo en la playa a esas horas.
El hombre tomó tiempo para responder. ¿Es que acaso él lo sabía?
—A veces no puedo dormir.
«Buscaba que demonios escribir» pensó.
—Ya que me obligaste a quedarme en este mundo, te voy a platicar algo de mi historia. ¿Quieres escuchar?
El hombre eleva los hombros. El agotamiento lo sume en la silla. Cierra los ojos para descansar mientras el anciano habla.

La historia del anciano era como cualquier otra, resultado de pobreza, mala suerte, ignorancia. Había sido un padre terrible con su pequeño hijo. Como si hablaran cada uno su propio idioma, lo rechazó cada vez que el niño trató de acercarse. El hijo pedía sonrisas y él le devolvía palabras. El hijo pedía abrazos y él respondía con golpes. Abandonó a la familia cuando el niño tenía cinco años y nunca más lo volvieron a ver.
Ahora, al final de sus días, la carita del hijo y sus brazos extendidos lo perseguían junto con el remordimiento. No entendió por qué fue así con la criatura, cómo pudo ser tan cruel. Pero lo fue.

La cara del poeta era una sombra. Se había perdido en sí mismo. En su propio padre. El hombre que tantas veces trató de acercarse a él, y al que mantuvo alejado, ofendiéndolo una y otra vez, tratándolo con frialdad hasta perder totalmente el contacto. Supo de su muerte, pero no quiso saber más, se cerró totalmente, con nadie habló nunca de él ¿Suficiente castigo por haberse divorciado de su madre? ¿Quién fue realmente el castigado?
Amaba tanto a su padre, ¿cómo pudo herirlo así, negarse a sí mismo la dicha de su compañía? Un hombre tan dulce, tan amoroso. Todo ese tiempo, Todo el dolor… Lloro tanto, que no se dio cuenta de que el anciano había muerto.

Antes de las dos semanas entregó la obra. El poema era sobre su padre. El nombre: Expiación.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

5 comentarios

  1. Hola, Ella:
    Difícil siempre las relaciones entre padres e hijos, un tema que llega a los lectores.Me gustó mucho la reflexión del protagonista hacia su propia vida.
    Un relato ameno, fácil de leer. Solo con algunos diálogos me sentí algo descolocada.
    —Mejor dime que hacías solo en la playa a esas horas.
    El hombre tomó tiempo para responder. ¿Es que acaso él lo sabía?
    —A veces no puedo dormir.
    «Buscaba que demonios escribir» pensó.
    —Ya que me obligaste a quedarme en este mundo, te voy a platicar algo de mi historia. ¿Quieres escuchar?
    Tal vez con alguna intervención del narrador se verían mas redondeados.
    Muy buen relato. Un placer leerte.
    Saludos.
    Liliana Nº 178

    Escrito el 18 enero 2017 a las 12:43
  2. 2. Arnoldo dice:

    Hola Ella:
    Me he leído tu relato de un tirón y eso es que me ha gustado desde el punto de vista formal. Es fácil de leer y está muy bien hilvanado. Los diálogos están muy bien insertados y alivian la lectura.
    Desde el punto de vista del contenido está claro a donde lleva. Pero los últimos párrafos me resultaron confusos pues en una primera lectura parecía que el anciano era el padre. Después parece que la historia del anciano hace ver al poeta que tiene que expiar sus propios pecados. Desde mi punto de vista, creo que tendrías que redondear mejor ese final.
    Un saludo,

    Escrito el 18 enero 2017 a las 12:44
  3. Hola Ella 😉

    Acabo de leerme tu relato 🙂

    Me ha gustado mucho tu temática, ademas se nota un trabajo previo muy grande a la hora de pensar en cómo y dónde introducir cada cosa.

    Me ha mantenido en vilo hasta el final y creo que aunque el anciano muere, consigues darle un final feliz a tu historia, pues no siempre la muerte es algo malo, el anciano consigue lo que desea, y el escritor escribe su historia, y encima en memoria a su padre. Muy bonito 🙂

    Con respecto a mis correcciones, espero que te sean de ayuda, tampoco sé mucho, lo hago con toda mi buena fe 😉

    En esta frase: “Traté de ahogarme pero cada (vez) que lo intenté,…” Falta el vez que te he puesto entre paréntesis.

    Este párrafo, me ha costado de entender creo que se debería de poner de otra forma:
    “Pasaba por un bloqueo creativo. Precisamente ahora que se presentaba la convocatoria. Premio y publicación de obra ganadora. Cerraba en dos semanas.” Y ademas el precisamente ahora, con el tiempo en pasado de tu relato, no queda muy bien, podrías poner por ejemplo: precisamente en ese momento.

    Hay en otros párrafos donde mezclas también el pasado con el presente, te recomendaría que lo leyeses de nuevo y decidieses si prefieres hacerlo en pasado o en presente, y ponerlo todo igual. Bajo mi punto de vista, yo lo haría todo el pasado 😉

    Y ahora darte mi enhorabuena, por tu gran historia cargada de valores y sentimientos. Ademas has utilizado muy bien las comillas latinas en los pensamientos, y los diálogos están muy bien hechos, muy creíbles 🙂

    FELICIDADES 😉 Espero seguir leyéndote 🙂 ¡Besos!

    Escrito el 22 enero 2017 a las 10:44
  4. 4. Verso suelto dice:

    Hola Ella,
    en mi opinión la historia está muy bien trabada pero creo que falta darle una vuelta y corregir alguna cosilla que dificulta la lectura. Ya te han comentado los anteriores lectores varios temas. A mi me ha deconcertado la mezcla de tiempos verbales, por ejemplo:
    – Vio un bulto, y al acercarse reconocer que se trataba de una persona
    – El anciano apretó los ojos. Abre la boca, pero la voz tarda en salir.

    Pero no me hagas mucho caso, es posible que yo no haya sabido leer.
    En cualquier caso es un buen relato que enseña cosas de esa dificil relación padre-hijo.

    Un saludo

    Escrito el 23 enero 2017 a las 11:54
  5. 5. Verso suelto dice:

    Por si quieres vengarte (jajaja) estoy en el 179

    Escrito el 23 enero 2017 a las 12:03

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.