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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Padre Único - por Pablo Arbáizar

Pienso en cómo eran los días en que los hijos tenían dos padres. Un padre y una madre, aunque a veces eran dos padres. O dos madres. Por lo que cuentan en clase de historia esto trajo algunos quebraderos de cabeza a la sociedad de esa época. A la de los países más ricos.

– Llegas tarde a la escuela – dice mi padre.

– Ya voy, ya voy. – meto un sobre plateado en una cocina automática. Una pirámide oscura sobre la encimera donde metes un sobre y como por arte de magia sale un plato listo para ser engullido.

– ¿Has hecho el trabajo sobre la guerra chino-americana? ¿El ensayo sobre Nietzsche? ¿La demostración de álgebra? – mi padre lleva una bata de seda. Parece un lord inglés antiguo; o el dueño de la mansión playboy.

Sí, tengo trece años y sé qué es la mansión playboy.

El mundo gira en torno a saber cosas. Cuántas más sepas, mejor. Cuánto antes lo sepas, mejor. Porque así podrás dedicar ese tiempo a aprender más. Y, sobre todo, si sabes más que el de tu derecha, vas por el buen camino.

– ¿Acabaste la maqueta del castillo medieval? ¿Reescribiste la redacción de Literatura? – mi padre tiene unas zapatillas amarillas que imitan la cabeza de un pollo de corral.

– Sí, sí, mmmm,… sí, sí y sí.

– ¡Muy bien! Si sigues estudiando la semana de vacaciones de este año te llevaré a ver una granja de embriones – mi padre tiene unas gafas con montura de concha con un cristal muy grueso y yo finjo una sonrisa. – Esta noche viene el tío a casa. Mañana le dan a su hijo y le voy a dar algunos consejos para que sea tan inteligente como tú. Aún me acuerdo del día que me dieron a mi hijo, a ti, me refiero. Hacía mucho sol y yo aún no tenía ni piso en propiedad. Al día siguiente me iban a doblar al sueldo a cambio de cuidar de un pequeño bebé rosado.

– Papá, me encanta esa historia, pero voy a llegar tarde. Nos vemos esta noche, después de clase de piano.

– Claro, sal puntual, tenemos que preparar la cena. Las berenjenas con carne te salen estupendas. – mi padre lleva un pijama de rayas de dos piezas y le asoma una barriga prominente entre las dos.

Salgo hacia el colegio. Dicen que antes la educación era un negocio, ahora es una competición. De mi educación depende nuestra comida. Depende cuánta ropa podemos tener y a dónde podemos ir en la semana de vacaciones anual. Si saco buenas notas, mi padre recibe más sueldo del estado. Y lo mismo vale para los otros niños de mi clase, esos empollones pedantes que sacan todo sobresalientes y aún tienen tiempo para ir a clase de pintura y jugar en un equipo de críquet. Como yo.

Al doblar la esquina de Baker Street, me encuentro a mi mejor amigo del colegio. Vamos juntos y solos a clase desde que tenemos seis años. Su mochila pesa mucho. Las correas se clavan en sus hombros y le arrugan la chaqueta de la escuela. Andamos buscando la sombra de los álamos.

– Hola, ¿llevas todo?

– Sí – digo. – Ya me ha preguntado mi padre todas y cada una de mis tareas.

– Es su trabajo. ¿Sabes qué? El otro día me contó el chico nuevo que hace muchos años la gente podía tener muchos hijos, que los hijos se tenían de una forma asquerosa y dolorosa. Me dijo que los padres trabajaban y les pagaban por ello aun cuando ya tenían hijos.

– Lo sé – le miro y asiento. – A mí también me lo contó. También me dijo que hay algunos sitios del mundo donde todavía viven así.

– Se lo pregunté a mi padre – dice mi amigo.

– ¿Y?

– Me dijo que eso era una mentira de los religiosos. Que no se adaptan a nuestro mundo e inventan países y continentes que no existen.

Caminamos hasta la puerta del colegio en silencio. Pienso en si existirán esos países donde el peso de la sociedad no recae sobre los hombros de la generación siguiente. Donde la responsabilidad está donde debe estar. También pienso que un día seré mayor. Y mi única preocupación será criar al niño que me asignen. “Mi hijo”. Porque él será la razón de mi presente y la garantía de mi futuro.

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8 comentarios

  1. 1. Marcus Miau dice:

    Hola!!

    Estoy dando un recorrido por los que tienen cero comentarios para que nadie se quede sin ellos.

    Interesante mundo el que planteas. Dada la competitividad que hay hoy en día a la hora de estudiar, yo también pienso que es un trabajo a tiempo completo y que debería estar remunerado. Ja ja. Veo que la mansión playboy va a superar el paso de los años.

    Sobre la escritura: tienes un estilo peculiar. Describes lo que hay pero no lo muestras. En ese aspecto resulta un poco frío leerte. Me explico:

    “mi padre tiene unas gafas con montura de concha con un cristal muy grueso y yo finjo una sonrisa.”
    “mi padre lleva un pijama de rayas de dos piezas y le asoma una barriga prominente entre las dos.”

    Dices lo que hay, pero no la acción y cómo estos elementos tienen vida y ayudan a los personajes. Hay una especie de regla en la narrativa que dice “mostrar en lugar de decir, sugerir en lugar de enseñar”.

    “me dice mientras me mira a través de gruesos cristales rodeados de una montura de concha”
    “se toca la barriga prominente que le sale del pijama a rayas” (y ojo, que hace un momento llevaba una bata de seda y parecía un lord inglés, por lo que da la imagen de que estaba cerrada).

    Sobre sugerir, más que enseñar, sería aplicable a la cocina.
    Estamos en el presente en primera persona. Lo ideal suele ser convertir al lector en coetáneo del narrador, por lo tanto no hay que explicar que la comida aparece porque una pirámide oscura se encarga de convertir una especie de sobre plateado. El narrador, debería describir cómo ve que la comida aparece, por ejemplo, observando los elementos, sin dar más explicaciones.

    “meto el (tendrá un nombre en ese futuro) en la cocina automática y observo cómo la pirámide oscura trabaja. Retiro el plato de comida.” Y aún me parece que estoy describiendo mucho.

    Por tanto, y en mi humilde opinión, unas reflexiones muy buena sobre un mundo distópico que me gusta mucho, pero que bajo mi punto de vista, en la técnica, podrías mejorar. 😉

    Un saludo,

    Miau

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 09:27
  2. 2. amadeo dice:

    Pablo:
    Buen texto, buen mundo distópico.
    Totalmente de acuerdo con el comentario de Marcus Miau.
    Tal vez el título podría ser Padre único, hijo único (Llamaría más a leer tu texto)

    Me confunden algo las “explicaciones” luego d cada diálogo. Tal vez hacerlas algo más separadas.
    Buena la comparación de nuestra sociedad (antigua para ellos) con la propia.

    Cordiales saludos

    Estoy en el 104, por si quieres leerlo y comentar

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 12:00
  3. 3. Vespasiano dice:

    Hola Pablo:

    Gracias por pasarte por mi relato y dejar tu comentario.

    Al devolverte la visita trataré de dejarte algunos comentarios, con el máximo respeto, por si te pueden servir de ayuda.

    En los párrafos siguientes, mezclas el parlamento del padre con los pensamientos del chico, lo que da lugar a confundir al lector:

    –“ ¿Has hecho el trabajo sobre la guerra chino-americana? ¿El ensayo sobre Nietzsche? ¿La demostración de álgebra? – mi padre lleva una bata de seda. Parece un lord inglés antiguo; o el dueño de la mansión playboy”.

    Tanto este párrafo como los siguientes, creo que tal vez podrías expresarlos separando ambas acciones:

    –“ ¿Has hecho el trabajo sobre la guerra chino-americana? ¿El ensayo sobre Nietzsche? ¿La demostración de álgebra?

    «Mi padre lleva una bata de seda. Parece un lord inglés antiguo; o el dueño de la mansión playboy».

    –“ ¿Acabaste la maqueta del castillo medieval? ¿Reescribiste la redacción de Literatura? – mi padre tiene unas zapatillas amarillas que imitan la cabeza de un pollo de corral”.

    – ¿Acabaste la maqueta del castillo medieval? ¿Reescribiste la redacción de Literatura?

    «Mi padre tiene unas zapatillas amarillas que imitan la cabeza de un pollo de corral».

    –“ ¡Muy bien! Si sigues estudiando la semana de vacaciones de este año te llevaré a ver una granja de embriones – mi padre tiene unas gafas con montura de concha con un cristal muy grueso y yo finjo una sonrisa. – Esta noche viene el tío a casa. Mañana le dan a su hijo y le…”

    Creo que quedaría más claro escrito de esta manera:

    – ¡Muy bien! Si sigues estudiando la semana de vacaciones de este año te llevaré a ver una granja de embriones. “Hijo”, esta noche viene el tío a casa. Mañana le dan a su hijo y le…”
    Aquí digo “hijo”, porque no sabemos el nombre del chico.

    «Mi padre tiene unas gafas con montura de concha con un cristal muy grueso».

    En ese mundo distópico que nos relata, veo que la mujer brilla por su ausencia. ¿Pero a quién inseminan los hombres? ¿De dónde vienen esos hijos donados?

    En cuanto al fondo del relato, veo una doble crítica; por un lado hacia una sociedad altamente competitiva, y por otro lado hacia la sociedad que permite la existencia de familias monoparentales, sin que esto haya sido consecuencia del fallecimiento de uno de los dos progenitores.

    Es decir familias formadas por padres solteros.

    En resumen tu relato me ha parecido interesante, pero me ha faltado conocer la procedencia de esos niños empollones.

    Felicidades.

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 22:59
  4. 4. María Esther dice:

    Es muy poco lo que puedo decir después de leer los comentarios que han hecho los anteriores compañeros.
    Me queda la interrogante sobre las mujeres,dónde están escondidas, ¿será que dan a
    luz y los padres les quitan los niños y ellas se quedan con las niñas, que los educan separados?
    Perdona Pablo, si no interpreto bien, pero me queda un hueco ahí.

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 05:33
  5. 5. Henar Tejero dice:

    Hola Pablo,
    Me gusta el mundo distópico que has creado, el cuál se asemeja un poco con los niños de hoy en día, pues sus tareas diarias van en aumento y apenas les queda tiempo libre.
    Coincido con los compañeros en que hay que sugerir la acción. Esto lo tengo que aprender yo también, pues a veces he caído en el mismo error que tú.
    Tu estilo es sencillo y fácil de leer.
    Corrigiendo esos errores te quedaría un buen relato.
    Nos leemos!!!

    Escrito el 20 mayo 2017 a las 13:13
  6. 6. Ane dice:

    Hola Pablo, un interesante relato, de esos que dan que pensar. Estoy de acuerdo en lo dicho por mis compañeros, con respecto a lo de sugerir, el texto ganaría más peso. La distopía se reconoce en cada una de sus líneas.

    Enhorabuena.

    Saludos.

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 10:39
  7. 7. Laura dice:

    Hola Pablo.
    Me sumo a los que te felicitan por tu trabajo, y también a las críticas que se te han hecho, las cuales mejorarían tu labor. No desesperes si no las comprendes. Al principio nos ha pasado a todos, en especial el pasar del explicar al mostrar. Con la práctica irás puliendo los detalles en cuanto a técnica, ya que en contenido lo tienes claro.
    Sigue escribiendo.

    Escrito el 30 mayo 2017 a las 11:01
  8. 8. Taysuke dice:

    Hola Pablo,

    Más vale tarde que nunca! Me ha encantado el mundo que has creado, invita a reflexionar. ¿Qué sociedad es mejor? Muchos chavales tendrían que tomar buena nota y esforzarse en sus tareas escolares.

    En cuanto a la forma estoy de acuerdo con Marcus Miau con respecto a las descripciones aunque son muy correctas parece que necesitan estar mejor acomodadas (de todos modos él lo ha explicado mejor de lo que yo hubiera podido)

    Por lo demás, la narración es limpia y fácil de seguir, los diálogos amenos y ágiles. Todo muy correcto.

    En resumen, como ya te dije me ha encantado el relato y como no podía ser de otra forma tengo ganas de más. Por lo tanto, muy buen trabajo.

    Estoy en el 87, por si te apetece algo de lectura.

    Nos leemos!!!

    Escrito el 31 mayo 2017 a las 15:05

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