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El arado - por Lionel Muñoz

Web: https://twitter.com/Lionel_mz

No pensaba con claridad. La realidad se fundía con sus recuerdos. Las luces que entraban por la ventana eran las mismas que, seis meses atrás, anunciaron su llegada y la de Su compañero, la noche que la conoció. Se enamoró. Como nunca antes, se enamoró. Y Ella le correspondió.
Pero lo que los unía también los separaba.
En una sociedad dividida entre ricos y pobres por un muro perimetral vigilado por fuerzas pacificadoras sin límites para cumplir sus funciones, no estaba permitida la mezcla entre clases. Ley que se hacía cumplir estrictamente, por lo que tenían que verse a escondidas. A leyes como esa ya estaban acostumbrados: Ella, como pobre, a cumplirla; Él, como pacificador, a hacerla cumplir. Los únicos al margen de la ley eran los nobles que detentaban el gobierno: tres descendientes directos de los tres Instauradores. Se hacían llamar La Trinidad, sin embargo, la mayoría se refería a ellos como La Tribuna.
Pasaban las semanas y Ella, todos los días, lo esperaba en el mismo lugar a la misma hora. Él, puntual a pesar de su trabajo, llegaba siempre con algún regalo para Ella. Hacían el amor, y soñaban juntos con un futuro mejor. Un futuro que nunca verían realizado.
Un día, Él llegó a la hora esperada, en el lugar esperado, con un espejo de regalo para Ella. Era un espejo de mano, común en la metrópolis, un lujo en las afueras. Pero Ella no estaba allí. Miles de posibilidades pasaban por su cabeza mientras la esperaba. Y esperó. La hora que acostumbraba pasar con Ella, la pasó pensando. “¿Qué estaría haciendo? ¿Con quién estaría? ¿Qué o quién es más importante?” Una semilla germinó en ese suelo fértil que era su personalidad, arado durante toda su vida por la sociedad falócrata que lo rodeaba. Tiró el espejo al piso y se fue. Todo el día habló del tema con Su compañero, quien conoció a la chica la misma noche que Él, pero no la había vuelto a ver.
Su compañero, con una paciencia digna de un ajedrecista, lo escuchó un millón de veces, y un millón de veces le dijo que no se preocupara y no tomara decisiones apresuradas. Le alarmó el cambio que vio en él.
Llegó el día siguiente y Ella lo esperaba sentada con la cabeza gacha, evitando el contacto visual. Él no dijo nada, la levantó y le pegó con la mano abierta en el rostro. Ella se dejó pegar. Podría haber protestado, justificado su ausencia, o hasta intentar defenderse, pero hubiera sido peor. Ese era su rol como mujer en la sociedad. Como siempre lo fue. Si en algún momento de la historia fue distinto, ya nadie lo recordaba. Ya no hicieron el amor. Al menos ya no podía llamársele así. Tampoco hablaron. Él simplemente se fue.
Su compañero salió de su escondite y fue al encuentro de Ella.
Pasaron los meses y nada mejoró. Él ya no confiaba en Ella y no dejaba pasar oportunidad para hacérselo saber a los golpes. Ella, paralizada por el miedo, se mentía pensando que era su culpa y que Él la amaba. Mientras tanto, Su compañero le mostraba a Ella lo que era el verdadero amor y le pedía que se escapen juntos, irse lejos, donde pudieran vivir tranquilos su amor. La situación ya no daba para más. Ella tenía que elegir, y con el tiempo la decisión correcta se hacía más evidente.
Una noche, después de que Ella terminara de hacer el amor con Su compañero, por fin se decidió y acordaron escaparse al otro día.
Pero ese otro día nunca llegó para ellos.
No pensaba con claridad. La realidad se fundía con sus recuerdos. Las luces que entraban por la ventana eran las mismas que, seis meses atrás, anunciaron su llegada y la de Su compañero, la noche que la conoció.
Las sombras se movían al ritmo de las luces del patrullero, dejando ver por momentos las sábanas de seda manchadas de sangre. Un último disparo se escuchó en el edificio y los pensamientos se terminaron.

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9 comentarios

  1. 1. PerePaella dice:

    Hola Lionel.

    Me ha gustado mucho tu relato. Me ha encantado esta historia de amor a lo Romeo y Julieta pero en donde nada es lo que parece. Aunque lo he tenido que leer dos veces porque al final era un poco lioso Ella, Él y Su compañero. También me ha gustado la crítica al problema de clases, al machismo y la violencia de género. En general muy bien, la historia engancha y no veo grandes fallos, pero yo tampoco soy un experto. Felicidades por el texto y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 17 mayo 2017 a las 15:19
  2. 2. Yurisander dice:

    Hola Lionel
    Excelente relato. Me hizo evocar a Los juegos del hambre, en el sentido de la división de clases y la forma en que describes esa sociedad distópica.
    Donde se me hace flaca la historia es cuando Él se reencuentra con ella, que está avergonzada, y la golpea, y ya nada es igual, pero se siguen viendo. Es como si ella estuviera obligada a verlo, pero en realidad no debería ser de esa forma, porque se veían a escondidas, según las reglas del universo del relato.
    No obstante creo que tienes un resumen en este relato para desarrollar una historia más extensa, con más detalles.
    ¡Saludos!

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 17:55
  3. 3. Héctor Romero dice:

    Hola Lionel, me ha gustado mucho tu relato, me recuerda en algún momento la película “Al Revés” no se si la has visto, desconozco con que nombre llegó a otras latitudes. Pero está muy buena tu historia. Felicidades. Soy tu vecino 83

    Escrito el 18 mayo 2017 a las 22:12
  4. 4. Silvia Peregrina dice:

    “Ella, Él y Su compañero”, realmente, con esas pocas palabras has logrado describir muy bien un mundo de horror, de machismo, de amor, de traición y de muerte.

    Se lee casi sin poder respirar, por miedo a descubrir los encuentros clandestinos. Creaste un clima de tensión insuperable.

    ¡Te felicito y te sigo leyendo!!

    Saludos

    Escrito el 19 mayo 2017 a las 17:14
  5. 5. Menta dice:

    Hola Lionel: Me ha gustado mucho tu relato aunque el principio y el final creo que no los he comprendido aunque los he leído varias veces. No sé a donde llegan, por qué está ella, no me he enterado de quien es la sangre y si mueren los dos. Cualquier cosa que pongas estará bien pero es mejor que quede claro al lector común, es decir, a mí.

    Me han gustado los temas que tocas, la violencia de género, el amor, el miedo, etc. Te felicito, está muy bien.

    Hasta pronto, Menta

    Escrito el 21 mayo 2017 a las 19:58
  6. 6. K. Marce dice:

    Saludos Leonel:
    Te doy de nuevo la bienvenida al taller, en donde hace unos meses no participabas, espero que ahora puedas hacerlo seguido.

    Me ha gustado la historia, no lo veo como una distropia, sino una realidad actual, no difiere mucho de lo que sigue pasando quiza no manejado por una entidad. Pero la sociedad ve las diferencia sociales, de edad, de etnia, etc, cuando de relaciones amorosas se trata.
    Y la violencia de genero, las dudas y celos que conducen a muchos a darle muerte a sus parejas… lo veo casi a diario en la tv.

    Me ha gustado que ninguno tenga nombre, y el final es sugestivo. No he buscado pegas de forma o con el contenido, he venido a leer a gusto como simple lectora, ya que otro analice, por hoy, yo solo disfruto.

    Nos leemos.

    disculpas si hay errores en el texto, estoy en un teclado americano que no posee tildes, y es una laptop a la que aun no conozco ni estoy acostumbrada. Saludos.

    Escrito el 24 mayo 2017 a las 19:15
  7. 7. Lionel Muñoz dice:

    Gracias a todos por sus comentarios. Tomo nota de sus consejos y espero que sigamos leyéndonos. Saludos.

    Escrito el 26 mayo 2017 a las 00:21
  8. 8. lilian ht dice:

    Hola Lionel,
    Tu relato es muy conmovedor, al principio pensé que se trataba de la típica historia de Romeo y Julieta. Sin embargo, lograste sorprenderme dando vuelta a la historia, haciendo que tu Romeo se convierta en un ser aberrante. La trama me cautivó, a pesar de algunos errores en algunas palabras y los pronombres sujetos como: él o ella deberían estar en minúsculas. Espero que pases a leer mi relato para compartir opiniones soy el número 115.
    Saludos.

    Escrito el 26 mayo 2017 a las 20:53
  9. 9. Laura dice:

    Hola Lionel.
    Me gustó la división entre clases que planteas en tu relato.
    En cuanto a la forma,me resultó un poco demasiados El, Ella y Su compañero ¿Es El o es otro?
    El texto en cuanto a la forma me resultó un poco demasiado denso por los párrafos tan largos, pero nada que lo menoscabe.
    Te espero con elmicro relato

    Escrito el 3 junio 2017 a las 16:01

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