Existen cuatro elementos fundamentales a la hora de contar una historia: argumento, trama, estructura y suspense. Sin embargo, dado que todos ellos están relacionados entre sí e incluso dependen los unos de los otros, en ocasiones podemos llegar a confundirlos.
En esta entrada quiero que analicemos estos elementos por separado para ver exactamente en qué consisten y cuál es su función dentro de la historia. Además, he pensado en incluir un pequeño ejercicio práctico que encontraréis al final del post. Espero que os resulte interesante. ¡Vamos allá!
Argumento
Empecemos por lo más básico: el argumento es aquello de lo que trata la obra, el asunto, el resumen de la historia en un orden cronológico de los hechos. Como es lógico, este orden no siempre coincide con el que aparece a la hora de contarla, pero sí es lo primero que hemos de tener claro para construir una narración. El argumento es aquello que responde a las preguntas: “¿De qué va? ¿Qué es lo que cuenta?”