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Un mundo mágico - por marcos

Web: http://marcosmoriana.wordpress.com/

El timbre de salida sonó y los niños salieron de sus aulas deseando llegar a sus casas para ver la tele y jugar con sus videojuegos.
En la biblioteca no quedaba nadie, un suspiro desesperanzador se escuchó desde una estantería. Era un libro de cuentos que salía desde un rincón, diciendo muy triste:
– ¡Otro día más, y los niños ni nos miran!
– Sí lo hacen.- respondió el libro de lectura.
– Claro, a ti para aprender a leer.
– También leen la enciclopedia.- replicó.
– Para aprobar, es el libro que lo sabe todo o casi todo. Ya ninguno lee como antes.
– Es verdad, ni las aventuras les atraen.- el libro de aventuras saltó a la mesa, girando para dirigirse a los demás libros.
– Uno de estos días desapareceremos, el año que viene, tal vez, ni nos usen como pisapapeles. Tenemos que lograr de nuevo su atención.
– Pero, ¿qué podemos hacer?- dijo la novela clásica.
– Hermosa dama, no tengo ni la menor idea, pero pensemos, somos libros inteligentes, ¿no?
– Sí.- gritó rebelde la novela contemporánea.
– Sabio, ¿que podríamos hacer?.- preguntó Clásica con su voz dulce y pausada.
– Podemos preguntar al abuelo.- la enciclopedia miró donde se hallaba el viejo libro, que hacía rato los escuchaba desde su rincón, era el libro de historia. Los miró con dulzura, se acomodó las gafas, y dijo:
– No es obligatorio leer, sin embargo, la tecnología nos está ganando, no es mala, pero la practicidad ha hecho que olvidemos lo bello y entretenido que es leer un buen libro.
-¿Qué podemos hacer abuelo?- preguntó el libro de aventuras.
– Consultar al libro mayor.
– ¿Y quién es el libro mayor?- preguntó el chiquillo.
– Es el libro donde se guarda la magia de todas las historias escritas y las que están por escribirse.
– ¿Y como llegamos hasta allí?
– Ésto es cosa de mayores y tu eres muy pequeño.
Se decidió que Clásica y Aventura fuesen a ver al libro mayor.
– Cuentos, ábrete en la página de las hadas.
Cuentos saltó a la mesa, abrió sus páginas donde le indicaba el abuelo, y una luz salió conjuntamente con una hermosa escarcha dorada que se convirtió en una hermosa hada.
– Hola reina de las hadas, te he hecho venir porque…
– He estado escuchando y estoy muy feliz por vuestra iniciativa de estimular a los niños en el maravilloso mundo de los libros- interrumpió el hada.
Os llevaré gustosa con mi magia, agitó su varita mágica y al momento, Aventura y Clásica fueron llevados en una envoltura de luz a un camino, que subía a una montaña de piedras, formada por letras y números.
Se pusieron en marcha, hasta llegar a la entrada de una cueva. Entraron cautelosamente y en un pedestal de mármol vieron a un gran libro abierto de donde irradiaba una luz resplandeciente y hermosa.
– Soy el maestro custodio del gran libro de la sabiduría…soy el guardián de las letras…- dijo sonriente.
– Tenemos que llevarle a los niños el secreto del gran libro para que tomen amor a la lectura.
– Lo entiendo, el problema es que ningún libro puede acercarse a nuestro gran señor, sólo puede hacerlo un humano. Debéis traer a un niño.
Aventura y Clásica fueron y trajeron con la magia de las hadas al niño que podría ayudarles. Marquitos era un niño aplicado y dedicaba la mayor parte de su tiempo a inventar historias.
Se acercó al libro y vio maravillado todo el mundo mágico que salía de él.
– Un mundo de fantasía se abre ante tí y te ayudará a abrir la mente y desarrollar tus dones, incluso compartir tu experiencia y que otros te sigan.- Clásica le hablaba con tanto cariño que parecía música cada palabra.
Marquitos asintió sonriente.
– No tiene que gustarte todo tipo de lectura, eso es lo maravilloso, puedes escoger lo que te apasione más y leer lo que te apetezca. Los libros te brindan un mundo abierto de posibilidades, para conocer mundos de fantasía, aventura, amor, historia y conocimiento.
Marquitos lo escuchaba atentamente y comprendió las palabras del maestro, asintiendo con la cabeza.
Sonrió y dijo finalmente:
– ¿Cómo sabré que todo esto no fue más que un sueño?
– En tu corazón sabrás que no lo fue, buscarás la forma de contar tu experiencia- dijo Clásica.
Así fue como Marquitos publicó un cuento, y contagió con sus historias a muchos niños que volvieron a leer.

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1 comentario

  1. 1. Enrique dice:

    Qué bueno, yo mismo me he transformado en un niño al leerlo. Enhorabuena y sigue así.

    Escrito el 29 junio 2013 a las 18:01

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