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Cuota - por Steppenwolf

Web: http://followingfreyja.wordpress.com

Dejó de mirar el techo y volvió a centrarse en las paredes del espacio. Alguna vez pensó en llamarla celda, pero no es para tanto: Una celda al menos tiene un catre y algunas (más lujosas) una ventana al exterior. Debajo de él se encontraba todo el montón de libros que acomodó para recostarse. Miró su reloj para ver cuánto tiempo había descansado. Se acordó que estaba malogrado, pero no cuando sucedió.

Se arrodilló y cogió la mayor cantidad de libros que podía (y quería) contener en sus brazos. De un vistazo fuera de la habitación revisó que no pase alguien apurado. Nadie a la vista. Con un leve movimiento acomodó los libros sobre su pecho. Salió sin apuro, se preguntó si ése día se toparía con algún novato. Le agradaba ver cómo se las arreglaban llevando más de cuarenta libros a toda prisa: Esforzándose como si les dieran un premio por ello.

Recorría el pasadizo viendo las paredes. Ambas del mismo color que las del espacio. Se las imaginaba con algunas portadas de libros pegadas a ellas. “Le daría un color definido”. Volvió a ver los libros y se arrepintió de haberlo pensado.
“Debe de ser temprano todavía. No hay ningún novato.” Ya estaba por llegar al final cuando una voz femenina lo detuvo.

-¡Señor Alvarado! Por favor espéreme –al escuchar su apellido se le vinieron algunas imágenes a la mente, muy borrosas como asegurarlas como recuerdos. La única que lo llamaba así era G83TR7 (El primer nombre que se le venía era Mabel, pero no estaba seguro que lo fuera). No era novata, tampoco experimentada, era de ese grupo indefinido que todavía no sabe qué hacer con su cuota de libros diaria.

-Así me decían en el mundo exterior. ¿Cómo hace para acordarse todavía de mi nombre?

-Primero: Tengo memoria fotográfica. Segundo: Usted es la primera persona con quien me encontré en este lugar. Llamarlo por su código sería un insulto. Si nos permiten seguir usando nuestros nombres ¿Por qué no hacerlo?

-Eso de tener nombres es muy relativo y no nos dice nada sobre las personas… ¿Me acompañas a dejar mi cuota o tienes otra cosa que decir? –para ese instante se dio cuenta que ella no tenía ningún libro es sus manos– ¿Sabes que no puedes andar sin nada en las manos?

-Es sobre eso. No vamos a entregar ninguna cuota. Vamos a hacer que se den cuenta que estamos conscientes de lo que está pasando aquí. ¿Sabe de qué tratan estos libros?

-¿Tienen algún tema en específico? Intenté leerlos alguna vez, pero son tantos y tan diferentes que he perdido todo interés. ¿Acaso quieren que no les den nada por no hacer nada ahora?

-Pero Señor Alvarado ¿Dónde está su gusto por la lectura? ¿Acaso no lo trajeron por ese motivo?

Hizo lo que nunca había hecho por mucho tiempo. Dejó los libros en el suelo, sacó uno de ellos y lo abrió en una hoja cualquiera. Pudo haber sido un libro de arquitectura, cocina o de biología molecular, pero la forma como lo recitó, enfatizando las palabras especializadas dando la impresión de haberlas leído miles de veces, jugando con la entonación que hacia recordar desde un abogado que quiere impresionar al jurado hasta aquel comentarista deportivo que pone toda su fuerza en cada sílaba. Y no solamente era su voz, también los gestos que hacía, acompañando a la voz reafirmando la velocidad y la potencia de la misma.

La joven ni siquiera intentó secarse las lágrimas que caían por sus mejillas. Se sentó en el suelo, todavía su cuerpo seguía sintiendo las vibraciones que se produjeron.

-Mira G83TR7, creo que te llamas Mabel. Si de verdad te quedas acá es porque de verdad te gusta la lectura, sino no aguantarías los espacios donde vivimos ni los alimentos que recibimos. Ocurre que con el paso del tiempo se hace tan común que hasta el mismo paso del tiempo pierde todo sentido. Si no les gusta este lugar pueden irse cuando quieran, tampoco estamos encadenados.
-Le agradezco que se acuerde de mi nombre. Pero su código es A15FD3… ¿Ya no le interesa nada, ni lo que pase aquí ni en el exterior?

-¿Tienes buena memoria verdad? Cuenta los días partir de hoy.

-¿Va a salir de aquí o a hacer algo?

-El año que viene, tal vez.

Volvió a levantar sus libros, se imaginó en el exterior de nuevo. Se arrepintió de haberlo pensado.

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2 comentarios

  1. 1. lunaclara dice:

    Vayaaa, muy interesante tu relato. Su lectura deja vislumbrar algo sobre la forma en la que estan recluidos sus personajes… Me hubiera gustado leer mas sobre ello. Sabe a poco. Felicidades!!

    Escrito el 27 junio 2013 a las 18:13
  2. 2. sara isaac dice:

    ¡Qué suspense! ¿Qué habrá pasado en el exterior? ¿Por qué tienen cuotas de libros?…. interesante

    Escrito el 30 junio 2013 a las 11:17

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