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¿Ya he leído bastante para ir a Branson? - por Arturo Campobello

El autor/a de este texto es menor de edad

Miss Decibel seguía con todo el papeleo que suponía mantener una biblioteca tan respetada como “Libros Refunfuñón”. Estos últimos días se había quedado en su despacho hasta altas horas de la madrugada. Aún no se había acostumbrado a ser la nueva propietaria de la biblioteca.

Hasta hace poco Humberto, el anterior dueño, se había estado encargando de mantener el negocio familiar que había pasado de generación en generación. Finalmente, con la edad de 82 años, Humberto decidió jubilarse para vivir los años dorados de su vida.

Al carecer de descendencia alguna, le cedió el negocio familiar a Miss Decibel, amiga de confianza y bibliotecaria a tiempo parcial.

Recuerdo con especial aprecio una conversación que Humberto tuvo con Miss Decibel días antes de jubilarse:

-Mi querida amiga Miss Decibel, me temo que dentro de poco este anciano tendrá que dejar los libros y empezar a disfrutar de un descanso merecido.

-Pero Humberto, no es normal en usted un cambio de ideas tan repentino. ¿Por qué ha tomado la decisión tan deprisa?

-Aunque no lo parezca, era algo que ya llevaba pensando hace mucho tiempo, pero siempre me decía a mí mismo: “El año que viene, tal vez”. ¡Pero eso ya se acabó! Voy a pasar mis últimos años en la colorida ciudad de Branson, siempre quise ir a la concurrida ciudad familiar, pero el poco tiempo y el trabajo me lo impedían.

Así que lo tengo decidido, y como tú siempre has sido una buena amiga de la familia, te concedo el honor de otorgarte mi humilde biblioteca.

-Vaya, ¿lo dice en serio? Me halaga que deposite tanta responsabilidad en mí, muchísimas gracias Humberto, le echaré de menos.

-Lo mismo digo querida, pero ya se sabe, es el ciclo de la vida, ¿no? ¡Espero que vengas a verme alguna vez!

-¡No tenga ninguna duda, Humberto!

-Se preguntarán como es que yo conozco esta conversación, pero eso carece de importancia… Lo que es realmente importante es que Miss Decibel estaba distinta desde que Humberto se marchó.

Permanecía pensativa y algo distante, no paraba de mirar algunas fotos de recuerdo de sus viajes y leía muchos de los libros sobre lugares exóticos que había en la biblioteca.

Estaba bastante claro en mi opinión que todo el tema de la repentina marcha de Humberto había hecho reflexionar a Miss Decibel sobre lo que iba a hacer cuando se jubilase.

La preocupación se apoderó de ella cuando se percató de que tampoco le faltaban muchos años para poder retirarse. Por eso durante mucho tiempo estuvo buscando en centenares de libros y documentos distintos lugares en los que pasar una jubilación de oro.

Pasaban los días y seguía buscando cada vez hasta más tarde, lo cual no era favorable para el negocio, ya que su productividad diurna caía en picado. Los días se convirtieron en semanas, y las semanas en meses, hasta que en una agradable tarde de junio los anaranjados rayos del atardecer se dejaban ver a través de la ventana y envolvían todo el despacho con una cálida y acogedora iluminación.

Miss Decibel se estaba preparando un delicioso café de máquina cuando al entrar al despacho, se dio cuenta de que había encontrado lo que estaba buscando. Esa sensación tan agradable en el despacho le hizo pensar en Humberto y su partida hacia Branson. Ahora ya comprendía que esa era su meta, vivir una vida fantástica y terminarla con un final sensacional y explosivo en Branson.

Cuando ya se percató de esto, dejó de preocuparse y empezó a vivir la vida como si mañana se fuera a acabar el mundo. También hizo algunos planes para cuando se instalara en Branson. ¡Pensó incluso en montar el mayor musical de todos los tiempos haciendo una referencia a la ciudad y al cambio que supuso en su vida!

En muchas ocasiones se imaginaba cómo era la vida de Humberto ahora que estaba pasando sus años dorados en Branson. A veces pensaba en ir a visitarle, pero no quería adelantar su llegada a la gran ciudad, siempre se decía a sí misma: “El año que viene, tal vez”.

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2 comentarios

  1. 1. Candela dice:

    Me ha llamado mucho la atención el título y luego lo que más me ha gustado ha sido esa forma de utilizar “el año que viene, tal vez”, cobra mucha fuerza y sentido en tu relato. ^.^

    Escrito el 28 junio 2013 a las 13:02
  2. 2. Patriciandr dice:

    Qué relato más curioso! No sé bien bien por qué, pero se lee con una sonrisa en los labios, con la sensación de que los protagonistas son viejos conocidos desde, prácticamente, su primera aparición.
    Y el misterio que envuelve Branson va creciendo a medida que el relato avanza: primero sin darle mucha importancia al detalle, y al final con unas ganas locas de saber qué ocurre en Branson.
    Totalmente de acuerdo con Candela en cómo has integrado la frase del año que viene en el relato.
    Felicidades por un texto que inspira tantas cosas!

    Escrito el 11 julio 2013 a las 00:05

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