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Entre Brujas - por Ismael Tomas Perez

ENTRE BRUJAS
Decidí visitar a la bruja. Estaba confuso, decepcionado, desmoralizado; llevaba un año sin trabajo y empezaba a encontrarme muy desesperado. Ademas, lo poco que veía las noticias en televisión, eran mas des esperanzadoras todavía. Todos los días aumentaba el paro, cerraban mas empresas y los políticos lo único que hacían era echarse las culpas unos a otros, pero yo no veía que buscaran, ninguno, una solución al problema. El desempleo aumentaba al mismo ritmo que yo perdía mi autoestima. Todos los meses, según las estadísticas había mas desempleados entre los cuales, sin estar orgulloso de ello, estaba yo.
Cuando entré en el habitáculo donde la bruja se encontraba mi susto fue tremendo. No podía ser mas tétrico ademas de la imagen que ella mismo despedía de su persona que era, en verdad, horrible.
Me hizo sentar frente a ella y cuando de pronto le solté la pregunta: ¿Cuando voy a encontrar trabajo? Me dijo que ella era bruja, no adivina, cosa que me confundió. Siguió diciéndome que eso era muy difícil,casi imposible y que ni ella ni su bola de cristal podrían saber la respuesta a semejante duda.
No obstante, me aconsejó que visitara a una amiga suya que echaba las cartas y, a veces, estas podían desvelar misterios mas intricados.
Así lo hice, y cual fue mi sorpresa que estas me indicaban que nunca encontraría trabajo pero que la fortuna me sonreiría y que recibiría mucho dinero en un juego de azar.
No pudo especificar me que clase de juego y desde entonces compro lotería todas las semanas, pero hasta ahora no he tenido suerte.
Quizá tenga que ver mi suerte con el nombre de la administración a la que acudo para comprar los boletos. Esta se llama “La Bruja “ y como es sabido en el refranero, no es bueno “andar entre brujas”.
Seguí insistiendo en tentar a la suerte pero veía que esto funcionaba al revés. Estaba gastando un dinero que no debía , pues no cobraba nada del desempleo y estaba agotando mis ya precarias reservas.
Realmente, estaba obsesionado, pensaba que me habían tomado el pelo, bueno, el pelo y el dinero que me cobraron.
Reflexionando sobre lo que me dijeron pensé que con la cantidad de juegos que hay era casi imposible que recibiera algún premio jugando solo a la Lotería Nacional.
Volví a visitar a la bruja y esta vez me dijo que veía una posibilidad cercana de encontrar trabajo. Me sorprendió que ahora si podía verlo. Esto me animó un poco.
La verdad es que nunca he creído en estas supercherías, pero casualmente, a los pocos días y a través de un conocido me ofrecieron un pequeño trabajo. Era un mantenimiento en un fabrica textil.
Ahora no se si creer o no creer en las brujas.

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