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La sequía - por Annamanzana

Decidí visitar a la Bruja. No creo en esas cosas, pero mi madre lleva tres meses insistiendo en que vaya a verla y os aseguro que puede ser muy persistente.
Así que esta mañana me levanté temprano, en lugar de darle los buenos días a madre le dije “decidí visitar a la Bruja”. No respondió, sonrió y me preparó un desayuno abundante. Después salí y me interné en el bosque; hay que seguir el camino durante una hora más o menos a buen ritmo y al llegar al tercer sendero a la izquierda desviarse por él y continuar durante otra hora, en el medio del claro, en medio del bosque, ahí vive la Bruja.
Avanzo por el camino de tierra y piedras arrastrando los pies, de modo que una nube de polvo se va levantando a mi alrededor, aún es temprano y los árboles tapan el sol. Me sumo en mis pensamientos. Mi madre dice “la sequía está en tu interior hijo” y yo muevo la cabeza incrédulo,“desde que te llegó la tristeza se ha instalado la sequía” insiste “debes visitar a la Bruja”, día tras día la misma cantinela. Pero yo sé que la Bruja no puede cambiar el tiempo y tampoco va a borrar mi tristeza.
“Aún eres joven” dice mi madre, “y eres muy guapo”, es mi madre que va a decir…Tengo 21 años soy alto y fuerte, mi rostro y mis manos están curtidos por el trabajo en el campo y dicen que tengo rasgos agradables, pero ese no es el problema…
Dejé pasar mi oportunidad, no actué a tiempo, o quizás sólo lo perdí… pero lo que realmente me preocupa es esta pertinaz sequía. Madre y yo vamos a tener que apretarnos el cinturón si la cosecha vuelve a ser mala este año. “Siempre salimos adelante, hijo”. Pero yo ya estoy harto de salir adelante sin más.
Yo quería un hogar con niños corriendo, quería risas y juegos, pero esta pertinaz sequía…
Lucas se me adelantó, mi mejor amigo desde niños, hasta que los dos nos fijamos en ella.
Llego al tercer sendero y me desvío, maldita sequía.
Yo soy más guapo que Lucas y algo más listo, pero él se me adelantó, le pidió matrimonio y ella le dijo que sí. Le pego una patada a una piedra del camino y rebota con furia contra un árbol. “Te quiero como al hermano que me falta Juan” me dijo ella, y fui el padrino en la boda.
Y se instaló la maldita sequía.
Llego al claro, sentada en el porche está la Bruja. Todo el mundo se imagina a las brujas viejas y feas, esta no lo es, tiene la edad indefinida de la bien llevada madurez, su aspecto denota vitalidad, su rostro es muy agradable y sus ojos parecen sonreír todo el tiempo al chiste divertido de la vida.
Me alegro de verte Juan – dice
Vengo por la sequía – le digo nervioso y ella suelta una carcajada.
Sí es pertinaz.
Me siento a su lado, huele a incienso y madreselva, toma el bote en el que está quemando el incienso y lo pasa alrededor de mi cabeza, el humo me hace toser y mis ojos comienzan a llorar. Ella ríe.
Estas acalorado- .El día ha avanzado y el sol brilla en lo alto- ve detrás de casa desnúdate y báñate en el río, luego vuelve, comeremos juntos.
Obedezco, un poco avergonzado me desnudo y me introduzco en el rio, hacia la mitad hay una poza, al principio el agua está muy fría, pero al rato es muy agradable, dejo la cabeza sumergida.
Al salir y vestirme me doy cuenta de que hacía mucho tiempo que no sentía ese frescor, como si algo nuevo se hubiera instalado en mí.
Vuelvo con la bruja, ha preparado una comida frugal. Me da recuerdos para mi madre y me manda de vuelta a casa.
Pero no le he hecho mi consulta- digo aturdido.
Su carcajada aún resuena en mi cabeza por el camino de vuelta, avanzo a zancadas silbando una canción.
Cuando llego a casa mi madre atiende una visita, era la hija del vecino, venía a pedir ayuda con el ganado porque su padre estaba enfermo. Mi madre dice “haremos lo que podamos ¿verdad Juan?”
Claro madre.
La chica sonríe, sus ojos me recuerdan al río.
Afuera empieza a llover.

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1 comentario

  1. 1. Montse León dice:

    Preciosa…

    Escrito el 4 diciembre 2013 a las 11:00

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