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Amor corrompido - por Javier Sampayo

Decidí visitar a la bruja aquella fría noche de invierno, en medio de ese bosque gris, resguardado por lobos y toda clase de animales diabólicos, fui a buscar venganza con el filo de mi espada; aunque yo sabia que esa mujer maldita era poderosa, mi odio hacia ése ser crecía cada vez mas y cegaba mi juicio, pues lo que me hizo es imperdonable. Ya han sido muchas noches de embriagues en la taberna del pueblo tratando de olvidar, y debo admitir que ha sido por miedo mas que por respeto a la magia; pero heme aquí, afuera de una choza de madera y paja, en medio del gélido susurro del viento, con solo una antorcha humeante a mi izquierda, que ayuda a iluminar este congelado infierno. Mi inseparable espada de doble filo a mi derecha, una ballesta colgada en la espalda, y a pesar de eso, me sentiría desprotegido si no fuera por un crucifijo que cuelga en mi pecho, que el mismo sacerdote del pueblo bendijo, como si fuera el ultimo regalo para un futuro difunto.
-Sal de tu agujero maldita arpía del demonio!!- gritaba mientras golpeaba la puerta de madera con el mango de la espada; el silencio fue profanado por una voz suave que provenía del interior, que yo conocía muy bien.
-William, ¿eres tu?- una voz que me estremeció y al mismo tiempo me doblego,
-Angela??!- grite confundido
-Eres tu mi amor?!!- repliqué casi con lagrimas en los ojos.
El viento arreciaba y el fuego de la antorcha bailaba de un lado a otro.
La puerta mal hecha de madera se abrió crujiendo, mientras yo daba pasos hacia atrás, Dentro de la oscuridad solo podía apreciar una silueta sensual, desnuda y muy femenina, que caminaba hacia mi contoneandose, no podía evitar mantener la mirada ante aquella figura.
-Angela!- era ella!, mi mujer!, inmediatamente corrí a abrazarla, dejando caer lo que tenia en mis manos, ella alzo sus brazos hacia mi, la sujete con tal fuerza que ya nada importaba, me repetía que nunca mas la volvería a perder. Pasaron segundos cuando la cordura regreso a mi, y las preguntas mas obvias afloraron, donde esta la bruja? Y Por que Angela esta desnuda?, Inmediatamente un escalofrío recorrió mi cuerpo, Sujete a Angela de los hombros y separe mi cara de la suya para verla fijamente; sus ojos que algún día eran del mas hermoso azul cielo, ahora eran negros como el carbon, sin sentimientos y sin alma.
-no hay escapatoria William-
-pero de que hablas Angela?-
-será mejor que no te resistas-
Un estruendo provino del techo de la choza, comenzaron a caer astillas y pedazos de madera al rededor, sujete a mi mujer jalandola hacia mi, mientras con la otra apuntaba en dirección al techo con mi ballesta; la antorcha que se encontraba en el piso dejo de emitir su luz, y todo quedo entre penumbras, en el techo se comenzaba a ver una especie de silueta con forma humana, y sin pensarlo dos veces grite,
-MUERE MALDITA BRUJA!!-
Mientras tiraba de mi ballesta disparos dobles, pero entonces, lo impensable sucedió, unas espectaculares y terroríficas alas enormes negras de murciélago se alzaron a cada lado, junto con esto, una especie de neblina eléctrica de color verde hacía resplandecer todo el lugar, mientras unos destellos evitaron que mis proyectiles hicieran blanco, partiéndolos como palillos de dientes.,
-No hay por que temer- dijo Angela con voz extraña, como si 2 personas hablaran en sincronía perfecta,
-En los brazos de satanás siempre serás bienvenido, ahora, que si te rehusas, el único camino es la hoguera eterna-
-Pero que has dicho?!- respondí incrédulo, mientras retrocedía y soltaba su brazo, pero de pronto, ella con un movimiento veloz sujeto el mío con una fuerza descomunal, que me hizo sentir que partiría mi brazo en dos.,
-Entonces amado mío, que decides?-
-NUNCA!!!- grite furioso como cual vikingo sediento de guerra se dispone a cruzar su hacha con un adversario, soltándome de las amarras de la que alguna ves fue mi mujer.
-ENTONCES MUERE!!- dijo una voz gutural proveniente del mismísimo inframundo, mientras la bruja alada se impulsaba dando golpes al viento con sus enormes alas, creando remolinos en la niebla a su paso, dispare pero fue inútil, ya que Angela con un fuerte golpe me arrebato el arma y yo salí proyectado hacia un roble que detuvo mi viaje.
-Pero Angela que has echo?!-
-Este cuerpo ya no le pertenece a Angela, yo soy Lilit!-
Grito mientras corría internandose al bosque.

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