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¿Qué será? - por Tania

Decidió visitar a la bruja tras oírlas hablar en la mesa contigua durante el almuerzo:
―Yo tampoco soy muy de creerme todo eso, pero a mi amiga le acertó de pleno.
―Y ¿dices que se llama Artemisa y que vive en la calle del Sol ? Pues chica yo me voy a acercar, de todo modos por consultar no pierdo nada.
Pablo notó los cuchicheos de Laura a Sonia y cómo esta lo miraba con curiosidad. Él enrojeció y apenas si pudo balbucear al devolverles el saludo.
―¡Adiós guapas! Míralas tío―dijo su compañero Ricardo siguiéndolas con la mirada ―.si es que están para comérselas.
Trabajaban sin respiro cuando el jefe se acercó a la mesa de Pablo para encargar le un asunto urgente,
―¡Vaya esto sí que es orden, su trabajo será magnífico si responde de la misma manera!―exclamó gratamente sorprendido.
Está sí, está no. Pablo mecánicamente contaba las rayas de las baldosas. De pronto un gato negro salió a su paso. Instintivamente cruzó los dedos y lo esquivó con aprensión, pero el animal tenía hambre y maullaba enredándose entre las piernas del joven. Franqueó la entrada y respiró aliviado al cerrar la puerta y lograr que el felino se quedara fuera. Como cada miércoles, desde hacía años echaba la quiniela y la bonoloto en ese quiosco. No le había tocado nunca nada, pero aún no perdía las esperanzas,
―¡Pero hombre de Dios, ni que hubiese visto al diablo!
―¡Me lleva siguiendo un rato ¡Si al menos fuese blanco!
―Blanco, dice usted yo no he visto gato más blanco y lustroso que el de mi vecina Artemisa.
―¿Artemisa, la vidente?
―Sí, vive aquí al volver la esquina. Mire, algo tendrá. Clientes no le faltan y si no vaya, vaya y compruebe.
De camino a su casa aquel nombre no dejaba de martillearle. Llevaba meses de pasante y su escaso sueldo no le llegaba para pensar en formar una familia. Envidiaba la labia y frescura de su compañero Ricardo para con las mujeres.
La verdad es que no le vendría mal unos consejos de otra mujer versada en los caminos del amor y de paso que le leyese el porvenir. Así que decidió ir a visitar a la bruja.

“Económicamente le irá muy bien. Cuidado con el trabajo, alguien le puede poner la zancadilla, pero al final saldrá triunfador y hasta es posible que le suban de categoría y sueldo. Entablará amistades con personas muy divertidas, pero alguna puede no ser lo que aparenta. Practique deporte para recuperar tono y mejorar su humor”

Salió exultante de casa de la pitonisa, el futuro que pronosticaban las cartas desplegadas por la bruja no podía ser más favorable. Bien es verdad que con su amabilidad le había sacado cien pavos. Tendría que racionarse la comida de la semana.

Al día siguiente el jefe le felicitó, las gestiones del día anterior habían dado fruto. En cambio Ricardo estuvo esquivo con él y sin embargo, amable en exceso con el jefe. Decepcionado salió solo a almorzar. Dos corredores pasaban y se dijo que de aquella tarde no pasaría de intentar hacer algo de ejercicio. Su hada madrina debía estar distraída porque tropezó y se hizo daño en el tobillo izquierdo. Buscando reposo se sentó en una cafetería y pidió el periódico al camarero, este le señaló a una mujer que lo hojeaba.
―Oye si no te importa compartimos mesa y periódico, necesito consultar algo. Allí estaba sudando y diciendo lo que hacía una semana no se hubiese atrevido. Para su sorpresa la chica era Sonia,la amiga de Laura, que lo reconoció enseguida.
―¡Hola, pues si todas las trolas son como las de mi horóscopo!.
― A ver, deja que mire el mío. Pues tampoco coincide mucho con lo que me pronosticó Artemisa.
—No me digas que también la has visitado tú!
—Pues sí, os oí y me dieron ganas. ¡Patrañas, nada más que patrañas porque los días que llevo!
En ese momento un hombre pregonó:
―¡Los dos patitos, la suerte, compren la suerte!
El vendedor de la ONCE se acercó y les brindó el cupón.
Ambos hicieron ademán de sacar el dinero.
―Lo siento es el último, pensé que eran pareja.
La vieja canción “¿Qué será, será…?” les llegaba desde el interior del local
¿No sería una señal? Decidieron comprar y compartirlo. Fue Sonia quien lo guardó. Quizás el destino fuese propicio, de momento tenían un pretexto para seguir en contacto.

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1 comentario

  1. 1. Servio Flores dice:

    bonito y sencillo.
    felicidades.

    Escrito el 31 octubre 2013 a las 04:40

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