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Quieto, muy quieto - por Aida

Desde el primer día que me trajeron a este lugar, no puedo moverme.Sin embargo a pesar de estar muy quieto, como pegado al suelo, me muevo con una música alegra que me acompaña. Por supuesto que siendo como soy, me gustaría correr y sentirme acariciado por el viento y apurar el paso para acercarme a ella. Ahora, así, quieto, me conformo con verla delante de mí.Dentro de unas horas comenzará mi trabjo. Si, aunque te parezca extraño, a pesar de estar inmóvil, no me siento inútil.Trabajo algunas horas del día, especialmente de tarde. Momento en que el bullicio de risas comienza a rodearme.A veces hasta se pelean por mi. Me halaga, pero no me gusta.Alguien los separa y se conforman con ocupar otro espacio.Cuando viene Tomás y me elige, comenzamos a correr y dar vueltas y vueltas. Una musiquita nos envuelve y nos impulsa a hacer cabriolas.¡Ya la tengo! dice Tomás,que como ganador inesperado, enarbola la sortija, frente a un público pequeño y ruidoso. Ambos compartimos el premio de una vuelta gratis. Tomás imagina corretear sobre mi lomo por campos de trigo,cruzar montes, ríos y desiertos.Afrontar peligros, sacudiendo la correa que dirige mi trote hacia caminos desconocidos.Soñamos juntos.La voz de su mamá apura la despedida. Vendrán otros jinetes, a dar vueltas. No serán como Tomás. Permanecerán quietitos sobre mi lomo, cuidados por un adulto, para no caerse.Ni pensar en la sortija.Y eso que me ven inmóvil sobre esta tarima de madera que aprisiona mi libertad.Solo Tomás es capaz de hacerme apurar el trote y salir a todo galope, por este parque que conozco de memoria, desde que lo habito con mis compañeros.Ya es hora de cerrar.El dueño de la calesita, comienza desenrollar el cobertor que me protegerá del frío y la lluvia.Me da una palmadita en el lomo y me dice:¡como jugaste hoy!.Pienso que mañana vendrá Tomas y habremos de pasear por donde se nos antoje y seré feliz imaginando junto a él nuevas aventuras.Ahora quieto…muy quieto, con la presencia de ella delante de mí,una alzana color canela y crines rojas a quien nunca alcanzo, me duermo apurando la noche, por que contrariamente a los adultos, yo sueño de día, mejor dicho de tarde.

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1 comentario

  1. 1. Aurora dice:

    La historia está bien y no creo que haya forma mejor de contarla, así que enhorabuena. Pero deberías poner más cuidado en los signos de puntuación, los espacios tras los puntos y comas, y el aspecto físico del texto en general. SE hace difícil leerlo así. Aunque, insisto, la historia en sí me ha gustado mucho y está bien contada.

    Escrito el 2 diciembre 2013 a las 17:05

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