Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Record GUINNESS - por Aurora Losa

Encendió la televisión.
Una joven excesivamente flaca y anodina, ataviada con un conjunto color salmón que no le favorecía nada, apareció sosteniendo un micrófono de la televisión pública.

-En directo, desde la rueda de prensa del record Guinness al sujeto más inmóvil del mundo. Les habla Lara Lancho.
En unos momentos harán su entrada los tres finalistas. El jurado ha reconocido que lo está teniendo difícil para tomar una decisión unánime. Esta medianoche tendrán que hacer público su veredicto. Mientras tanto, fuera del Hotel Ritz, se respira nerviosismo, y hay una legión de fans ofreciendo su apoyo a diferentes candidatos, lo que ha provocado altercados entre partidarios de dos de los concurrentes, saldados con cinco detenidos y un herido leve.

Un revuelo se formó en la sala y las dos hojas de la puerta lateral se abrieron para dejar paso a una carretilla.
-Pues ya están aquí, como pueden ver desde sus casas, acaba de acceder al salón de actos el primer nominado: la armadura de niño de Carlos V. Tras ella, el baúl de la Piquer y, finalmente, el retrato del Conde Duque de Olivares.

Un hombre con cara de pocos amigos hizo las indicaciones sobre cómo se desarrollaría la rueda de prensa, instando a los periodistas a levantar la mano para establecer los turnos.

-Buenas noches, Jaime López, de “Quietud e Intrascendencia”. Mi pregunta es para el baúl de la Piquer ¿No considera usted injusto que le hayan nominado, teniendo en cuenta su fama de haber viajado por todo el globo?

El aludido carraspeó antes de responder. Conocedor de la polémica suscitada tras su nominación, y sabedor de que algunos de sus partidarios habían sido detenidos por provocar a los seguidores del Conde Duque de Olivares.
–Cierto, muy cierto, he viajado a todos los países del mundo, pero en ningún momento, insisto, en ningún momento, he tenido ocasión de visitarlos. Sólo he sido transportado de un lugar a otro, sin oportunidad de moverme libremente por ellos. Por eso mi candidatura es totalmente legítima.
Se oyeron murmullos de aprobación.

-Yo quería preguntarle al Conde Duque de Olivares. Soy Miriam Martos, de “Click, ya está la foto”. ¿A su parecer, qué es lo más duro de estar inmóvil?
-Imagínese, mantener el caballo en esta postura durante siglos; es que ya ni se acuerda de para qué le servían las patas delanteras. Por no hablar del pinzamiento cervical que arrastro desde hace ciento cincuenta y dos años, debido a la pose. Que yo se lo dije a Velázquez, que cómo me iba a pintar así, pero es que no se podía razonar con él, cuando se le metía algo en la cabeza…

-Bertín Bartolomé, en directo para el programa de Anne. Armadura de Carlos V ¿qué trascendencia histórica deriva de su quietud?
-Llevo toda mi existencia esperando esta pregunta. Teniendo en cuenta que, como podrán imaginar, Carlos V creció rápido y yo me le quedé pequeña enseguidita, podríamos decir que mi trascendencia en cualquier hecho que no fuera coger polvo en un rincón, ha sido más bien poca. Aunque, está claro que fui testigo privilegiada de situaciones históricamente relevantes, como aquella en la que Felipín, el hijo de Carlos, no quiso comerse las lentejas, y el ama le dio una toba que lo dejó tonto de por vida.

-Vayan acabando, señores- advirtió el que manejaba el cotarro.
-Herminio Martínez, de “Bricolaje y Cosmos”, es una pregunta para todos los candidatos. De no llevarse el record hoy, ¿piensan repetir candidatura el año que viene?
-No.
-Ni de coña.
-Qué pregunta más impertinente.

-Esto es todo de momento desde el Hotel Ritz. A medianoche haremos conexión en directo para conocer al vencedor. Se despide Lara Lancho, para la televisión pública.

Apagó el televisor, colocó el mando sobre la mesita que tenía enfrente y siguió tumbado en el sofá, como llevaba haciendo cada tarde de los últimos tres meses.
Pensó en bajar a algo, por ejemplo a comprar una revista o una bolsa de pipas, al quiosco que estaba justo en la esquina.
Miró a través de la ventana, las nubes cruzaban a toda velocidad, empujadas por un viento terrible, hacía un tiempo de perros. No, desde luego, mejor quedarse en casa.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

9 comentarios

  1. 1. Olaya dice:

    Un relato simpático y entretenido. ¡Enhorabuena!

    Escrito el 29 noviembre 2013 a las 00:08
  2. 2. Ana Delicado dice:

    Que surrealista, que bueno y que descriptivo. (lo del Baúl de la Piquer…..¡fenomenal!)

    Escrito el 29 noviembre 2013 a las 10:29
  3. 3. Emyl Bohin dice:

    Un relato para leerlo en voz alta y hacer las voces correspondientes a los personajes. Y, hala, a hacer reir al respetable con esta historia gamberra que rezuma imaginación. Cuando crees que la situación ha alcanzado el cenit del absurdo, un nuevo sucedido lo supera. Y al final, en el último tres párrafo nos transporta a otro mundo más triste pero no por ello menos disparatado.

    Escrito el 29 noviembre 2013 a las 19:15
  4. 4. Aurora dice:

    Gracias por los comentarios, me alegro de que, al menos, os haya divertido.

    Escrito el 2 diciembre 2013 a las 16:15
  5. 5. Simon Wallace dice:

    ¡Qué bueno el remate final! Ahí, haciendo pensar.

    Genial, enhorabuena (¡y muy divertido!)

    Escrito el 2 diciembre 2013 a las 17:23
  6. 6. Servio Flores dice:

    Me ha gustado mucho, es muy divertido, entretiene de principio a fin.
    Saludos

    Escrito el 5 diciembre 2013 a las 00:34
  7. 7. Constanza dice:

    Es muy original y… chispeante, divertido.

    Escrito el 5 diciembre 2013 a las 23:39
  8. 8. Cibeles dice:

    Estoy de acuerdo con todos los comentarios anteriores, me encantó!

    Escrito el 7 diciembre 2013 a las 13:00
  9. 9. Nana dice:

    Un texto cuidado, que te introduce en el absurdo mundo televisivo para devolverte (cuando ya habías olvidado que existía) a la realidad del protagonista observador, que es tan absurdo como aquello a lo que dedica su tiempo. Es más que divertido, es trascendente! Me ha encantado, enhorabuena.

    Escrito el 23 diciembre 2013 a las 20:32

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.