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Might & Magic - por Brian Alarcon

El autor/a de este texto es menor de edad

Estaba sentado en la silla del comedor. La habitación completamente oscura me dio una idea de lo que podía pasar. La única luz se filtraba a duras penas por los orificios de la persiana. Intente mover las manos, pero fue en vano, una vez más la lista de posibles explicaciones sobre esto se rebajó.
El chasquido de la llave cerrando la cerradura de la puerta principal, ya me dio una idea más concreta del panorama. Ella, Cecilia me había encerrado. Intente mover las manos pero note que estaban totalmente amarradas a la silla, al igual que mis pies. Se me arrodillo encima, acerco su cabeza a mi oído derecho y dijo:
—Te protegeré de él. De Jared.
El impacto de esas palabras casi son los suficientes para hacer que me precipite contra el suelo, es imposible que ese asesino a sueldo me haya encontrado.
—Puedo cuidarme solo, Cecilia — Esperaba que mis palabras fueran lo suficientemente atrapantes para que no se dé cuenta cuando corte las sogas con mis ani… —. ¿Dónde rayos están mis anillos?
—No lo sé —dijo mientras intentaba ocultar una sonrisa, alrededor de su cuello había un collar, una cadena con mis anillos dentro de ella.
—Por el amor de dios, sabes que hay tienes el cincuenta por ciento de mi poder, puedes matarme tu antes que él —indique, si esos anillos se rompen, la mitad de mi poder mágico actual se haría pedazos, estaría vulnerable para cualquier cosa.
—Howard, ¿Acaso no confías en mí? “My love?” — Odio cuando ella es así, a veces no sé cuándo me matara. Por ahora soy útil para ella.
—Cariño, ¿Puedes desatarme y devolverme mis anillos?
Se levantó y comenzó a caminar en círculos mientras decía palabras mudas.
—Haber, crees que una simple custodia, podrá contra él.
—Para algo tengo esto, ¿No? —dijo mientras sacaba una pistola del bolsillo de la chaqueta —. Si alguien muere, será el.
—Al menos le dijiste a alguien como, no sé, Leonard. ¿Le pediste ayuda?
—Mejor ni molestarlo, es odioso cuando comienza a parlotear sobre su “supuesta grandeza” ¿Puedo matarlo a él también?
—Por supuesto que no, de todos modos. ¿Cómo te enterraste de que venía en camino?
—Clara me lo dijo esta mañana, apareció en su clarividencia.
—Y no hubiera sido más sensato avisarme.
—Te veíamos muy mono mientras dormías.
La puerta de repente estallo, ya estaba aquí. Intente forcejear con más fuerza, pero es inútil. También uso magia para las ataduras. Cuando Jared se adentró a la habitación, Cecilia disparo hacia la cabeza, pero él fue más rápido y golpeo la bala para que se estrellara contra el techo. En un nube se movió ágil como el viento, intento cruzar y golpearla a ella. Pero al pegar con la custodia perdió el equilibrio. Disparo de nuevo, pero la bala desapareció al llegar cerca de él. Se tiró encima de Cecilia y mantuvo el cuchillo en alto, preparaba el mejor momento para matarla.
—Tú pendiente. ¡Tú pendiente, dámelo! —le gritó al recordarlo. Y con pocas fuerzas se lo quita, y me lo lanza a la mano. La parte puntiaguda me corta la palma de la mano, pero no importa. Lo aferro con todas mis fuerzas, y digo un hechizo rápido.
Una nube de azul explota al lado de Jared haciéndole volar y golpear con el muro. Antes de que diga otra cosa, escapa saltando por la ventana.
—Me debes una, mejor dos —digo entre suspiros agitados agradecido de hacer sido lo suficientemente rápido. —. Otra cosa, ¿Puedes desatarme ya?

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