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Inerte - por Servio Flores

De bruces sobre mi cama, puedo ver las monótonas chispas de la antigua televisión sintonizando nada.
Mi cuerpo inerte, boca abajo, los brazos paralelos al cuerpo. Mi cabeza ligeramente de lado. Los ojos moviéndose lentamente y con dificultad, entrecerrándose a ratos.
Puedo ver la ventana. Afuera la vida fluye. Los pájaros trinan, el viento mueve las cortinas y el aroma de las flores del patio vecino se filtra delicadamente.
Puedo escuchar a los autos ocasionalmente sonar sus cláxones, los motores en marcha, el ring ring de los timbres de las bicicletas. Alguna madre regañando a su hijo y una radio lejana que aprovecha los momentos de silencio para llegar hasta mí, casi susurrando una canción que no logro identificar, pero que resulta agradable.
Oigo muy cercano al vendedor de periódicos dando la noticia del día, al chico que vende dulces y a la radio que vuelve, ahora con un “Oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh / Jungle life…” Tarzan boy, dice mi mente y agradezco que la radio se escuche lejana.
Más lejano y con cierto eco percibo un intermitente martilleo. Recuerdo que reparan el techo de la panadería y acto seguido intento recordar el olor a pan recién horneado, pero no lo logro. Recordar olores es un oficio imposible.
Los ojos se me cierran un poco, como víctimas de un veneno paralizante, siento los músculos como poseídos por un ente que se apropia lentamente de ellos. Sigo tendido sobre la cama, la misma posición, la cabeza de lado y los brazos paralelos al cuerpo, en este momento soy como una estatua antigua, que ha caído boca abajo y con sus capas de caca de pájaro sobre los hombros. Logro encontrar un momento de comodidad total, quizás el momento que llevo buscando desde hace rato, me siento tranquilo, como dispuesto para un viaje.
Los ruidos cesan por un momento. Siento una eternidad de silencio deslizándose suavemente, la cual es ligeramente quebrantada cuando mi oído descubre, seguramente al otro lado de la pared, una gota que cae perfecta, exacta, idéntica cada vez, repitiendo sobre el agua su monótono ruido. Resulta hipnótico escuchar filtrado por la pared ese extraño lenguaje morse, periódico, acudiendo puntual a su cita de muerte, como un kamikaze que se clona de manera pulcra y estricta, de una forma casi perturbadora. Es como la lluvia, digo en mis adentros, solo que a escala minimalista. Intento recordar el olor a tierra mojada y tampoco lo consigo. Mi mente no es tan prodigiosa como presumo.
Los ojos casi se me cierran, siento que algo intenta salir de mi boca, en mi estado de duermevela creo que se trata de mi dentadura, intento retenerla moviendo perezosamente la lengua, por un acto reflejo más que por otra cosa. Un chorro de baba se escapa de mi boca, sin mi consentimiento y pese a mis esfuerzos.
Siento un dolor suave en el estómago. Recuerdo la recién pasada noche de juerga, los bocadillos de bar, los tragos servidos uno tras otro y la comida de madrugada en una calleja insalubre. Vienen a mi mente las miradas de complicidad de mis compañeros de jolgorio y sospecho de ellos.
Vuelve el dolor, esta vez es fuerte, fuertísimo y acompañado por un ruidoso intestino, es la señal inequívoca que un episodio de diarrea está a punto de comenzar y sin pensarlo dos veces, antes de hacerme en la cama dejo mi pereza y modorra de lado y salto de la cama, en ruta directa hacia el retrete.

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10 comentarios

  1. 1. Cibeles dice:

    Perfecto.

    Escrito el 1 diciembre 2013 a las 13:54
  2. 2. Servio Flores dice:

    Gracias Cibeles por su comentario.
    me motiva a seguir.
    saludos.

    Escrito el 2 diciembre 2013 a las 23:21
  3. 3. Aurora dice:

    Jamás pensé que una resaca del quince pudiera ser literatura, pero, mira por donde, tú lo has conseguido. Simplemente BUENISIMO.

    Escrito el 3 diciembre 2013 a las 17:00
  4. 4. Servio Flores dice:

    Gracias Aurora, agradezco su lectura, y que bueno que le haya gustado.
    Saludos.

    Escrito el 4 diciembre 2013 a las 04:09
  5. 5. Carlso Dauro dice:

    Espero que no sea autobiográfico ¡ja ja ja!. Me ha encantado las palabras que utilizas, precisas en el momento adecuado. Solo cambiaría unas comas de sitio, por lo demás enhorabuena.

    Escrito el 8 diciembre 2013 a las 21:26
  6. 6. Servio Flores dice:

    Por suerte no es autobiográfico jajaja… este relato nació de otro, que realmente es un capítulo de una novelita que llevo en proceso, y este a su vez de un estado que un amigo compartió por una red social. aunque realmente cada cosa es muy diferente y solo comparten el estar inmovil y la cancion esa 🙂
    Respecto a las comas toda la razón, ya lo corregiré y gracias por hacermelo saber.
    Agradezco el tiempo que dejó para leerlo y es un placer saber que le ha gustado.
    Saludos.

    Escrito el 9 diciembre 2013 a las 03:34
  7. 7. Nana dice:

    Pura literatura, nada sobra, haz hecho de una resaca un poema.

    Escrito el 23 diciembre 2013 a las 20:44
  8. 8. Servio Flores dice:

    Gracias Nana por dedicar parte de su tiempo a leer estas lineas. Sospecho que le ha gustado y agradezco su comentario, me motiva a seguir esforzandome.
    saludos!

    Escrito el 24 diciembre 2013 a las 04:21
  9. 9. José Torma dice:

    Todo imagine menos que fuera una cruda!!

    Excelente!! ya lo relei sabiendo el final y me gusto aun mas… el que este libre de pecado que tire la primera piedra jaja..

    Un abrazo

    Saludos

    Escrito el 27 diciembre 2013 a las 23:56
  10. 10. Servio Flores dice:

    Gracias dobles José (dobles como un buen whisky, por lo de la cruda jeje). En serio agradezco que haya leído mi relato y que le provocara volver a leerlo, lo considero un gran cumplido.
    Su comentario es un buen motivo para seguir adelante, trabajando e intentando mejorar.
    Saludos y un abrazo.

    Escrito el 28 diciembre 2013 a las 07:12

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