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Juntos hasta la muerte - por Ian360

Juntos hasta la muerte

La relación de Tobi y Thelma ya estaba perdida, aquellos momentos de pasión y ternura se habían desvanecido por completo. Ahora solo quedaban reproches y palabras hirientes. Y es que desde que Thelma había encontrado a Tobi en brazos de otra mujer en su propia casa no hacia otra cosa que no fuese agredirle e insultarle por ello. Y es que ella lo que reclamaba era: que se había pasado sus 4 años de casados dedicada y entregada a el en cuerpo y alma y todo ¿para que? para que el los tirara a la basura como si se tratase de un trapo viejo. Pero independientemente de todo ello la discusión principal era que Tobi quería terminar con la relación de una vez por todas para que ya no pudiesen hacerse daño el uno al otro, buscando así cada uno su propio camino. Sin embargo Thelma no estaba dispuesta a aceptar tal separación. Y es que durante toda la generación que presidia a Thelma la palabra divorcio nunca se había mencionado a si hubieses pasado lo que pasara el matrimonio seguía unido hasta la muerte.
Y la idea de Thelma era seguir con esos principios que su familia le había inculcado.
Sin embargo a pesar de su insistencia Tobi ya había tomado una decisión, sin más que discutir el fin de semana partiría lejos de allí a comenzar una nueva vida lejos de Thelma.

Llegada la fecha esperada Thelma le suplico que no se fuera, el castigo divino le esperaba si se separaba de ella, ya que romper los votos que ambos habían sellado el día de su boda era un castigo del cual no se podría salvar y el fuego eterno le esperaría a la hora de su muerte. Tal sermón fue inútil pues Tobi con valijas en las manos tomo rumbo fijo hacia su destino mientras Thelma salía a la calle gritándole que se arrepentiría por ello.

Tobi ignorando las palabras de su ex continuo su camino fijado en lo que el llamaba un nuevo comienzo, mientras Thelma en su habitación de rodillas rogaba a Dios la muerte de Tobi, pues solo así no seguiría pecando. Los rezos se escuchaban en la habitación como pequeños murmullos de desesperación, sus ojos hinchados de rencor suplicaban con su voz… mata a Tobi, mata a Tobi, mata a Tobi. Era lo que resonaba como un cántico infernal una y otra vez sin cesar en aquella habitación.
sus plegarias habían sido largas muy intensas por lo que al terminar sellando su oración persignándose se fue a la cama a dormir llevándose en su mente la sonrisa hipócrita de su marido que ansiaba pronto ver borrada para siempre.
Mientras yacía en la cama dormida un trágico accidente en la carretera ocurrió. La llamada no se hizo esperar levantando de la cama a Thelma que soñaba volando en las nubes a punto de llegar junto a Dios. Inmediatamente se puso lo primero que encontró al abrir su armario: un horrible vestido estampado de girasoles decolorados por el sol; estando lista llamo un taxi que no tardo en pasar por ella.
Una vez llego al hospital la noticia fue clara e impactante pero no inesperada: su marido Tobías había sufrido un accidente fatal y al encontrar los datos de ella le habían llamado inmediatamente. Era de madrugada las 4 para ser exacto cuando la mujer frente al doctor estuvo de pie escuchando lo que tenia que decirle: Las lecciones de Tobi habían sido terribles e irreversibles por lo que le auguraba un futuro sin poder volver a moverse jamás.

Días después tras pasar su marido a recuperación, Thelma apareció frente a el, mirándolo a los ojos con lagrimas posadas en ellos pero no parecían lagrimas de tristeza si no de felicidad.
– ves, te dije que si te ibas Dios te castigaría y así fue. Pero ahora estas conmigo de nuevo y te puedo asegurar que de ahora en adelante te daré el trato que tanto te mereces, pues tu alma habrá que purificar. – le dijo Thelma con una enorme sonrisa dibujada en su rostro, mientras aquel hombre inmóvil con su mirada rogaba por alguien que le ayudara.
Al salir de allí Thelma se llevo a Tobi de nuevo a casa, al hogar del que nunca debió de haber salido jamás.
Fin

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