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ARTPOP. - por Martina

Web: http://solomartina1.blogspot.com.es/

ARTPOP.

Era un día especial para su carrera como actor. Si conseguía realizar bien la escena con Esther, su vida iba a dar un giro. Un afamado productor de cine iba a presenciar su actuación. Aquel martes trece se levantó muy temprano, hizo ejercicio en el banco de pesas y ojeó en el diario local su horóscopo. Sin embargo, la predicción para su signo zodiaco que hacía el redactor de la sección era bastante agorera. Sin proponérselo, se puso tenso y malhumorado. No le animó que su gran día tuviese tan malos augurios. Se relajó escuchando el último trabajo de Lady Gaga, ARTPOP, mientras se vestía con su traje blanco y una camisa negra. Todos le decían que tenía un enorme parecido al actor Miguel Ángel Silvestre, y era cierto. Al salir de casa tropezó con la gata negra de su vecina, un animal que temía y odiaba a la vez. La gata de pelo brillante se enroscó, con un ronroneo seductor, entre sus piernas y llenó de pelos su pantalón favorito. Cada vez que se cruzaba con ella las cosas le salían mal. Llevado por un impulso, le dio un puntapié, tan fuerte, que la empotró contra la pared. La gata se retorció de dolor pero a él no le importó si la había dejado tirada medio moribunda.
Llegó, no sin varios contratiempos, a los estudios cinematográficos. Nada más llegar, el director le dio una mala noticia: Leire sustituiría a Esther en la escena pornográfica. Él no conocía a la tal Leire, y le molestó el cambio de última hora. Con Esther estaba muy compenetrado y ese cambio lo interpretó como un signo de mala suerte provocado por la aparición de la gata. Se jugaba su carrera en una escena con una desconocida. Cuando vio a su nueva compañera no pudo evitar soltar una risa estridente. Leire era una joven de melena negra, ojos vulgares, que escondía tras unas gafas, poco pecho y sonrisa tímida. Se dijo que el horóscopo había acertado de pleno en su predicción e imaginó que si hubiese escogido ser escritor hubiera tenido más fortuna, como siempre le recordaba su hermana. Escribir se le daba bastante bien pero prefirió escoger otra rama del arte menos sacrificada. Sus quejas ante el director no sirvieron para nada: Leire sería su compañera. Fue a los camerinos a cambiarse de ropa, y en el pasillo se cruzó con una gata negra que le retaba con la mirada. Por unos instantes se quedó paralizado pero reaccionó enseguida. Le lanzó las llaves de la moto, pero la gata las esquivó de un salto.
Mientras se cambiaba de ropa, un mini tanga masculino, su cabeza le gritaba que todo iba a salir mal.
Los focos iluminaron su cuerpo atlético y casi desnudo. Cuando entró en escena Leire, con un atuendo de gata y una mirada verde que le provocaba el orgasmo sin tocarlo, casi no la reconoció.
El roce de aquellos pechos sobre sus labios le excitó. Ella comenzó a juguetear con su pene y se lo introdujo en la boca suavemente. La succión rítmica le estaba volviendo loco. Entonces se metió de lleno en su papel y hundió la lengua en el sexo depilado de Leire, haciéndola estremecer de placer. Le pareció que ella maullaba, ronroneaba, y a su mente supersticiosa vino la imagen de la gata negra con la que se había tropezado en el pasillo; la gata de la vecina. Se convenció de que Leire era la felina transformada en mujer, dispuesta a fastidiarle la escena. Según el guión, debía encadenar a la joven a la cama, pero no lograba ver la cadena con su candado, porque se perdió en los ojos verdes de la chica, en su ronroneo insistente, que parecían decirle que la gata negra la poseía como un demonio posee a un alma. Se sintió mareado, perdido y sin energías.
La joven, al ver el desconcierto de su compañero, se puso a horcajadas sobre él y lo montó. Pero no lograba que el actor reaccionara. La flacidez de su pene era tan evidente que el director paró la escena.
―¿Se puede saber qué te pasa?
Tartamudeando, él contestó:
―Es ella… la gata de mi vecina.
―¿Pero qué coño dices? Lo siento, la escena la hará Manuel.
Enseguida se percató de que su carrera como actor estaba acabada, y fue cuando vio un guiño en la mirada retadora y felina de la joven. Entonces recordó el nombre de la gata de su vecina: Leire.

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8 comentarios

  1. 1. cristina dice:

    Muy bueno el relato.
    Te apunto algo que he visto al leerlo y que seguro te habrás dado cuenta tú.

    Aquí:
    “para su signo zodiaco” creo que va mejor:
    para su signo zodiacal, o para su signo del zodiaco, o la predicción para su signo del zodiaco.

    Escrito el 28 diciembre 2013 a las 18:09
  2. 2. LuisAngel dice:

    Hola Martina, me gustó tu historia, me pareció muy original. Sólo trata de usar un poco más los signos de puntuación, como, guiones, comas, etc. Por lo demás me pareció excelente relato. Te felicito.

    Escrito el 28 diciembre 2013 a las 20:04
  3. 3. José Torma dice:

    Tu texto me sorprendió!

    Coincido con Luis Angel en que tal vez una re-estructuración de los parrafos definiría más las situaciones. Por otro lado me llama la atención que si el objetivo era fastidiar al prota (no recuerdo su nombre o tal vez no lo tuvo) para que le ayudaba a lograr la escena?

    Nunca he sido capaz de describir sexo, pero creo que aqui lo has logrado de una manera natural sin caer en excesos.

    Muchas felicidades!

    Escrito el 28 diciembre 2013 a las 23:59
  4. 4. Martina dice:

    Gracias, anotadas las sugerencias compañeros. 🙂

    Escrito el 29 diciembre 2013 a las 19:42
  5. 5. Virginia Figueroa dice:

    Muy buen relato Martina. Ciñéndome exclusivamente a su contenido, ya que la forma puede pulirse, te diré que me ha parecido una idea muy original para tratar el tema propuesto. Lo has desarrollado muy bien. Quizá, al ser tan corto, suena un poco redundante el empleo de tanta alusión a lo gatuno, pero imagino que pretendías enfatizar su superstición con ese elemento. Enhorabuena por tu trabajo!

    Escrito el 30 diciembre 2013 a las 09:39
  6. 6. Emyl Bohin dice:

    Hola
    Un relato redondo de principio a fin. Una buena historia.
    Quisiera saber si el título tiene alguna relación con el contenido de la narración.
    Saludos.

    Escrito el 30 diciembre 2013 a las 18:19
  7. 7. Martina dice:

    Emyl Bohin, no tiene nada que ver, solo que escuchaba el cd mientras lo escribía. No se me ocurría ningún título.
    Gracias por comentar y leer mi texto.

    Virginia Figueroa, cierto lo que comentas sobre la brevedad del texto y tanto gato suelto… je, je…
    Gracias por tu comentario y tu tiempo.

    Escrito el 30 diciembre 2013 a las 20:15
  8. 8. Percyball dice:

    Me parece que tu historia es muy buena.., bien estructurada .., y claro hubo errores en la ortografía.., luego de eso genial.

    Escrito el 1 enero 2014 a las 18:38

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