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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Albino - por Mrazul

Ensimismada en la contemplación del cuadro, así estaba Sara.

-Por fin lo había encontrado, era lo que necesitaba para su novela. Y eso que había visitado distintas salas y analizado diferentes pinturas expuestas en aquel Museo, algunas de artistas muy conocidos. Aquel cuadro que tanto llamaba su atención era de un pintor francés del siglo XVIII y no precisamente de los más conocidos.
" Fetichismo", era su nombre, y la escena plasmada en el lienzo iba a servirle de inspiración.-
Ya lo había hecho más veces, acudía a alguno de los muchos Museos que había en su ciudad. En ese ambiente se encontraba cómoda buscando temas para sus escritos.
Aquella chica había estudiado periodismo. Esa era su profesión aunque lo que realmente le gustaba era escribir.

Sara abrió la carpeta que llevaba bajo el brazo y comenzó a tomar notas.

-Impresionante la escena de aquel óleo de grandes dimensiones. El cuerpo semidesnudo y herido de un hombre joven de extraños rasgos en el centro del cuadro; por un lado, los labios gruesos, la nariz ancha y el pelo rubio rizado, propio de las personas de raza negra; por otro la piel era clara, casi incolora y los ojos aguados, transparentes. Yacía atado con un candado a un camastro y la expresión que había en su rostro sólo se podía calificar de aterradora.
Varios indígenas en trance a sus pies con los ojos completamente en blanco y desorbitados, mientras una mujer recogía la sangre de las heridas del albino en una vasija de barro; sangre que iba a traer fortuna y buena suerte a quien la bebiera.
En un aparte la figura de un anciano sentado, con la resignación en el alma que parecía esperar su turno para coger el tren de la eternidad.
Al otro lado un ser entre mujer y gato vigilaba la gran olla humeante. Algo que parecía formar parte de la ceremonia. Tal vez en ese fuego se cocía la siniestra poción que prometía poderes extraordinarios.
Pero el personaje aparentemente principal, el más destacado de todos, era el del hechicero que en actitud guerrera engalanaba su cuerpo casi desnudo y negro con pieles, pinturas y plumas. Su rostro lleno de surcos le hacían parecer viejo mientras que el cuerpo se movía en una siniestra danza alrededor del infortunado, alzando una pequeña lanza de punta afilada.-

En total Sara pudo contar trece figuras en el cuadro y no todas parecían ser humanas en aquel extraño y macabro ritual porque un famélico perro se dejaba ver bajo el camastro, algo que no parecía presagiar nada bueno, y una pareja de leones flanqueaban la entrada de aquella estancia iluminada únicamente por una antorcha que portaba un joven nativo.
El artista había elegido muy bien los colores para aquel cuadro en donde lo importante era la expresión. Combinaba los ocres, los pardos y negruzcos para mostrarnos una atmósfera densa y, aunque se trataba de la escena de un cuadro, se adivinaba un olor amargo con sonido a lamento y grito.
Por otro lado la ausencia de luz daba a la escena un aspecto más lúgubre. Sólo la antorcha y el cuerpo blanquecino del albino iluminaban la estancia.

Sara siguió tomando sus notas y se centró en una figura menuda que parecía no encajar en el cuadro. En una esquina y semiescondida bajo una manta, se descubría una joven niña delgada de piernas largas y pálidas, casi nacaradas. Era una chica negra atrapada en una piel blanca, el único signo inocente de toda aquella terrorífica escena, y Sara se estremeció al comprobar como sus ojos transmitían espanto.
No podía hacer otra cosa que hacerla protagonista de su novela.
Y en ese momento decidió que tenía que rescatarla de tanto horror. Ya se inventaría un pasado, ya pensaría un motivo por el cual se encontraba allí, ya concebiría una historia y un futuro. Quería liberarla, darle un destino mejor entre tanta superstición, ignorancia y crueldad.

-Le venían tantas ideas a la cabeza que en su excitación todo lo anotaba, no quería que se esfumase ese momento de inspiración.-

Fue en ese momento de entusiasmo cuando una mano se posó sobre su hombro

-Señorita vamos a cerrar el Museo.-

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2 comentarios

  1. 1. Servio Flores dice:

    me ha gustado y mucho. el nivel de descripción es increible muy pero muy bueno.
    felicidades!

    Escrito el 31 diciembre 2013 a las 06:44
  2. 2. Marazul dice:

    Muchas gracias Servio. Acabo de ver que el próximo tema es el de la campana y con lo que a mi me gustan las campanas….!!!!!!Nos ponemos a ello y te leo.
    Feliz Año….!!!!!

    Escrito el 1 enero 2014 a las 20:47

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