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SUPERSTICIOSA - por lunaclara
Web: http://mhelengm.blogspot.com.es
Mi psicólogo me ha dicho que soy supersticiosa. Por eso quiere que escriba esto, para demostrarme que también pueden ocurrirme cosas buenas. “¿Como qué?”, le pregunté, ilusa. “Averígualo tú misma. Te recomiendo que empieces por cuando eras niña”, me dijo, haciendo una mueca facial ridícula, esa que todos los loqueros hacen cuando te quieren dar a entender que saben más que tú y te esconden cosas que a ti te importan un bledo.
Así que aquí andamos, escribiendo sin ser escritora, haciendo ahorcados en los márgenes cuando no sé qué contar, o fumando lo que no debería fumar.
Creo que no merece la pena salir a la calle. Cuanto menos mejor. Tengo mala suerte y estoy harta: cada vez que pongo un pie fuera se remueven cielos y tierra conspirando contra mí. De ahí que deje mi casa muy pocas veces: las imprescindibles para hacer las compras necesarias y no morir de inanición, y para ver al psicólogo, claro. Para lo demás, he cambiado el pestillo de la puerta por un candado.
Soy la hija pequeña de un viejo matrimonio que se ha querido mucho. Mi madre desde niña siempre me decía que el ser la número trece me traería suerte. Me río, no lo puedo evitar.
No sé… ¿He tenido suerte cuando mis compañeros de colegio tenían la fabulosa idea de ponerme unas orejas de burro al salir al recreo? Me llamaban “burra sarnosa”.
“Cariño, no es para tanto”, me decía mi madre con dulzura, mientras yo lloraba más que Artemisa ante el cuerpo inerte de Orión… “¡Mamá! ¡Pero es que no lo ves! ¡Todos se ríen de mí! ¡Es un asco estar siempre como una esclava recadera! ¡No quiero hacerlo más!”.
Mi madre me acariciaba el pelo: “Hija, ¿de verdad crees que nos aprovechamos de ti?”. Entonces, se ponía triste, y abrazándome añadía: “Paula, ¿dónde mejor que en tu propia familia se puede aprender a pensar en los demás y ser generoso? ¿Dónde vas a recibir más cariño si no es entre tus hermanos y tus padres?”.
En fin, las bromas duraron hasta la universidad. Apenas tenía amigos y me costó mucho aprobar los exámenes… No veo nada de bueno en eso, así que no lo voy a escribir. Lo siento.
A partir de ahí, mi mala suerte pasó a confabularse con el universo entero. La valoración personal que les doy es excesiva, según el doctor. Pongo varios ejemplos.
Cuando empecé a trabajar mi novio se vino a vivir conmigo. Error fatal. Yo ya era el vaso de agua colmado hasta los topes, y él tenía muy poca paciencia con las menudencias de mi vida ordinaria. Una de ellas: que no quería a sus gatos negros en mi casa. Ni con rayitas ni sin rayitas. Tampoco soporto los espejos rotos, y él rompió varios… Me gritaba como un energúmeno, que era una maniática y esas cosas. Me daba igual. A él también. Le negué el sexo y al día siguiente me abandonó.
El autobús lo perdía siempre. Da igual a qué hora fuera a cogerlo: el conductor debía verme a lo lejos y arrancaba en segunda de forma inmediata. Tenía entonces que coger una bici que pesaba como una condenada, y por la que tenía que parar a respirar cada cinco minutos. Consecuencia: tuve varias faltas leves por impuntualidad laboral.
Me dí de baja durante una temporada.
¿Qué diría mi madre de esto? Ella era muy creyente, y siempre intentaba que viera lo que de positivo pudiera tener todo lo que me ocurría. “Tienes mucha suerte. Dios te trata como a su querido Hijo”. “De forma ininterrumpida”, añadiría yo.
No lo entiendo muy bien, no soy muy cristiana. Pero, debido a mi experiencia, sí que podría decir que si no experimentas no creces. Como el que inventó la bombilla: a los cientos de veces que falló los consideraba "formas contrastadas sobre cómo no hacer una bombilla".
Ummm…, se me ha encendido una luz.
Ahora lo veo. Hay que cambiar la perspectiva… Soy una experta en cómo sobrevivir a la mala suerte. ¿Podría, entonces, llamarlo buena suerte?
La felicidad supongo que es eso (cosecha de mi santa madre): volver a levantarte cada día, con más alegría, con renovado empeño, sabiendo que nada se pierde, considerando que todo es bueno, y que sabe más el apuntador 😉
Un texto original en su estructura, muy ameno y que te hace ponerte en el lugar de la protagonista. Su lenguaje sencillo hace muy fácil la lectura. Un desenlace tipo moraleja que deja un buen sabor de boca. Enhorabuena.
Hola Luna! Soy Aradlith, he cambiado mi nombre en la página.
¡Qué suerte tener tu relato de primera! Me ha parecido muy inspirador, una forma de demostrar que la mala suerte no existe, si no que nosotros la creamos en nuestra mente.
Un saludo!
Sin ningún pudor me declaro tu fan!, alcance a leer que por poco no participas por falta de tiempo y eso me entristeció un poco, pero ahora leyendo tu relato me doy cuenta de que tienes el “don”.
Tus historias atrapan, abrazan y sorprenden. Nos llevas por la vida de la protagonista desde su nacimiento hasta su epifania de una manera natural suave y la verdad te envidio.
Muchas felicidades
muy bueno! y el giro final excelente! sencillo pero buen relato, se lee facil hasta el final.
felicidades.
Genial! Me ha gustado mucho. Sencillo y se lee de un tirón. Y el final: maravilloso.
Genial, Lunaclara, como siempre, me he reído, pero también me ha dado penita la pobre Paula, con sus tribulaciones internas. Un personaje que, al principio parece un poco exagerado, pero luego se vuelve más y más humano, normal, todos tenemos periodos en que creemos que hay una conjura cósmica contra nosotros, y tú lo has reflejado divinamente. Que en 2014 nos sigas deleitando.
¡Lindo Lunaclara! acabo de terminar de leer tu texto y está buenazo. Felicidades amiga.
Hola Virginia! Muchas gracias por comentar mi relato. La verdad es q me gusta escribir de forma sencilla, pero historias que hagan pensar y sean entretenidas o/y divertidas. Lo que pasa es q es tela de complicado y mi ilusión es ir haciéndolo cada vez mejor. Un saludo!
Hola Aradlith! Que honor tenerte por aquí. Yo tambien estoy de acuerdo con que la mala suerte no existe, solo la buena 😉 Pronto me paso a ver vuestros relatos. Un saludo!
Gracias, Jose Torma, por tus amables palabras. 750 palabras son muy pocas para mi. Me hubiera gustado escribirlo un poco mas extenso, de hecho lo estoy engordando poco a poco y lo colgare en el blog. Quiero explicar mejor la trama, asi que poco a poxo lo voy haciendo, en el poco tiempo libre que tengo.
Hola Servio Flores! Gracias por pasearte por aqui y leerte mi relato. Siempre estamos aprendiendo, hasta que nos muramos, diria yo. Me paso poco a poco por cada relato para leer y aprender de vuestras maravillosas creaciones. Gracias mil!
Gracias Cris! Me alegra mucho saber que te ha gustado. Eso es lo que pretendo, que guste y resulte entretenido. Un saludo!
Gracias Aurora! Que bien que te guste mi relato. Siempre he pensado que nuestros personajes deben tener tribulaciones internas, como en la vida real. Ellos son los protagonistas de su mundo real, y tienen que ser creíbles. Hay mucha exageracion en muchas vidas, es mi opinion, y es dificilisimo, tú lo sabras tambien, crear un mundo paralelo. Sigamos aprendiendo… ¡es tan bonito crecer!
Nancy Eliana, gracias por tu comentario. Aunque pienso que no esta del todo redondo, los comentarios me ayudan a querer seguir mejorando. Me paso pronto por vuestros relatos, pronto, pronto, que se acerca la Nochevieja y no doy para mas, jajajajaja….
Un estupendo y divertido relato, apropiado a tu estilo. Muy bien construido y escrito.
Sobre la reflexión del ùltimo párrafo yo estoy bastante de acuerdo pues, en mi opinión, el arte de vivir consiste principalmente en el arte de padecer, por la sencilla razón de que hay mas ocasiones de tristeza quede añrgría; para todos, incluido el mas optimista de los mortales.
Saludos
Hola
Curioso personaje la chica esta. No sabemos el nombre, pero da igual. Ha quedado muy bien descrita por ese monólogo interior.
Ha sido agradable su lectura.
Hasta la próxima.
A mí me hubiese gustado más drama. Dado que es ficción, creo que el Psicólogo es fantasma. No obstante, se puede reestructurar. También creo que trabajó bastante. Como dice ella, cien focos no importarían; habría que hacer otro. Gracias.
Me encanta lo ameno que me ha resultado el texto. No es nada fácil conseguir ese ritmo y a ti te sale de fábula. Imagino que eso que comentas de que las 750 palabras se te hacen cortas es la razón de que el final me haya resultado un poco apresurado. No me gustan los cuentos con una moraleja tan subrayada, pero estoy de acuerdo en que al final todo es cuestión de actitud
Hola Emyl, gracias por pasarte. La chica supersticiosa se llama Paula, por ahí lo dejé caer, jejeje. No me planteé el relato como un monólogo interior, sino como una carta, que su psicólogo le manda escribir para ver si así se da cuenta de ciertas cosas. En realidad, leí por ahí q poner x escrito ciertas vivencias ayuda a quitarse de encima posturas supersticiosas. Feliz año nuevo!!!
Serrano, gracias x pasarte. No entiendo muy bien lo q me dices, me gustaría q me lo explicaras mejor. A mi tb me gustan los dramas, pero tb me gustan los relatos divertidos y con toques simpáticos. gracias.
Gracias, corve for, por tu comentario. Pues mira, yo no suelo escribir con moralejas tan marcadas, pero en este relato me resistí a no ser tan clara, es mas, quiero publicarlo en mi blogs mas extenso. Gracias por todo!!
Me encanto tu relato Lunaclara, es agil y dinamico dentro de su sencillez. Te deseo lo mejor en este nuevo ano y espero que tu musa continue visitandote. Felicidades…
Es fantástico tu relato Lunaclara, creo que tienes una manera muy agradable de escribir. Me resultó muy agradable leer tu texto y me dejó un muy buen sabor de boca.
¡Felicidades y sigue así! =)