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Valgus - por Eunice

Web: http://kimerasdelfuturo.blogspot.com

– ¿A qué viene esa extraña obsesión?

Sladrer la miró sorprendido y continuó apagando las luces de los compartimentos contiguos.

– ¿En serio no lo sabes? Todo el mundo conoce esa superstición.

– Pues yo no. Sabes que es mi primer viaje al espacio – contestó Is esbozando una sonrisa.

– Esta bien, te lo explicaré. No me creo que no lo sepas, pero te lo contaré de todas formas. Imagino que sabes que nosotros no somos los primeros en ir hacia el planeta L-2227…

– Ya. Hubo otra nave antes, la Valgus, pero se perdió en el espacio antes de llegar allí.

– No exactamente – Sladrer hizo una pausa para crear expectación – Hace 50 años, la Valgus, que por si no lo sabías significa Luz, viajaba a través del espacio para explorar por primera vez el planeta L-2227. Todo iba bien, llevaban varios años dormidos y como nosotros ahora, acababan de despertar porque sólo quedaban unos pocos meses para alcanzar su destino. Entonces, sin previo aviso, la Valgus desapareció.

Is hizo un gesto de escepticismo pero esperó a que Sladrer continuara antes de dar su opinión.

– No pongas esa cara – respondió él – Lo he dicho bien, desapareció. No se perdió, no cambió de rumbo, simplemente estaba en un sitio y cuando volvieron a mirar ya no estaba ahí.

– Me cuesta creerlo. Una nave como esa no desaparece. La central debía tener los aparatos estropeados, es imposible que una nave tan grande esté en un sitio y al momento deje de estar ahí. Yo creo que…

– ¿Me vas a dejar continuar?

Is hizo un gesto con la mano como si cerrara un candado sobre su boca y siguió escuchando.

– La nave desapareció, puedes creerlo o no, pero el caso es que no saben lo que pasó. Enviaron satélites de exploración en años sucesivos y ninguno de ellos encontró nada, ni en la ruta que debía seguir, ni en ninguna parte del espacio. Según el escritor que documentó la investigación, sólo se descubrió que, cuando la Valgus desapareció, estaban en funcionamiento todos los aparatos eléctricos de la nave, incluidas las luces de los distintos compartimentos.

– Claro, ya lo entiendo. – volvió a interrumpir Is – Por eso ahora crees que nos va a dar mala suerte pasar por el mismo sitio que ellos con todas las luces encendidas.

– Algo así. Realmente se ha extendido a todas las naves. Se cree que es más probable que pase algo malo si están encendidas las luces de los compartimentos donde no hay nadie o si están encendidas todas las luces a la vez.

– ¿Eres consciente de que eso es la mayor tontería que se ha dicho en esta nave desde que partimos? – Dijo el capitán Stein que llevaba unos minutos escuchando la conversación desde fuera – La Valgus tendría algún tipo de problema que desconocemos, pero dudo que tuviera algo que ver con las luces. Esta chatarra está preparada para eso.

– No tienes por qué entenderlo – respondió Sladrer molesto – Yo sólo digo que es mejor no arriesgarse. Si todo el mundo lo hace es por algo. ¿Por qué crees que esta nave se llama Pidemus en lugar de Valgus II? Porque Pidemus significa oscuridad, que es lo contrario de la luz. Una luz menos que apagar.

– Se llama así porque los ingenieros tienen mucho sentido del humor. Te lo demostraré.

El capitán Stain salió y se dirigió a la sala de control. Is y Sladrer le siguieron curiosos. Nada más llegar allí, el capitán comenzó a accionar todos los interruptores de la nave. Estaba encendiendo todas las luces.

– ¿Pero qué hace? ¿Se ha vuelto loco? Estamos a unos días del lugar donde pasó la otra vez. ¿Quiere que muramos todos como lo hicieron ellos?

El capitán no hizo caso a los gritos de Sladrer. Las luces de toda la nave estaban encendidas. Todos permanecían a la expectativa de que algo pasara, pero todo permanecía en calma. Cuando pensaban que el peligro había pasado, el suelo comenzó a vibrar. La nave entera vibraba. Podían sentir el efecto de la electricidad estática en su cuerpo. Al cabo de un momento todo paró.

El radar mostraba algo extraño, la nave ya no estaba donde debía estar. Estaban en un lugar del espacio desconocido. El capitán abrió el mirador esperando no encontrarse con aquello que temía. “Mirador trece: abriendo”, cantaba la nave y tras el cristal, estaba ella. La Valgus les esperaba.

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6 comentarios

  1. 1. Emmeline Punkhurst dice:

    ¡Me ha encantado! Te tiene en vilo hasta el final.

    Escrito el 28 diciembre 2013 a las 18:26
  2. 2. Cibeles dice:

    Excelente, te felicito!
    Por cierto, tiene un vago aire a Dick, o a mí me parece?

    Escrito el 30 diciembre 2013 a las 00:50
  3. 3. Eunice dice:

    ¡Muchas gracias! Me alegra que veas un “vago aire a Dick”, Cibeles. Se que no le llego ni a la suela del zapato pero espero que de leer tantas historias suyas se me pegue algo…

    Escrito el 30 diciembre 2013 a las 12:20
  4. 4. NHICAP dice:

    Me gustó el relato. Es muy sencillo, ingenioso y atrapa al lector. Has compuesto un texto con una prosa muy correcta.

    Me pareció divertida tu habilidad para incorporar las palabras “escritor”, “candado”” y “trece”.

    Felicidades!

    Escrito el 30 diciembre 2013 a las 12:49
  5. 5. Forvetor dice:

    Me ha gustado mucho. Quedas fichada para mi lista de referentes 😉

    Escrito el 30 diciembre 2013 a las 18:24
  6. 6. lunaclara dice:

    Hola! Feliz Año Nuevo! Me ha gustado mucho ese clima de expectación que creas durante el relato y hasta el mismísimo final. Qué pena no poder leer más…Felicidades!

    Escrito el 2 enero 2014 a las 13:14

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