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bar "Los Olvidos" - por gilchezk

Bar “Los Olvidos”
Autor: Gil Sánchez
Apuré el paso al escuchar las doce campanadas, pero era lerdo tambaleante, miraba en la calle todas las casas iguales y ahí se detuvo el tiempo. Me desperté sudoroso e incorporé al borde de mi cama turbado sin comprender donde había estado; Andrés se preguntaba. Anoche fue día último del año… ¿qué me pasó? No sé, si estuve dormido o acompañé a mis amigos de fiesta o estuve sentado en bar olvidado en tierra funesta. Mi recuerdo, si existía, se ha extraviado––como yo anoche.
Mi memoria inhibida como computadora atolondrada en su búsqueda o tal vez alcoholizado… ¡sí eso fue! Ese alcohol… que borró toda actividad. Hoy quedó mi imagen limpia y lisa como bola de billar abandonada en una buchaca oscura. ¿quién sabe?… ¿donde se archivó en mi conciencia?… Como anoche…no sé, si estuve con amigos o en algún lugar olvidado, de poca luz, pero…el perfume o… el sudor que junto al humo del tabaco estuvieron conmigo.
Sí… recuerdo que todo comenzó cuando en una tarde hermosa, Jessy me dijo. Lamentablemente, tú no eres para mí. No eres mi tipo. Primero percibí un ligero hundimiento, que favoreció mi impulso al liberarme del peso de una relación de costumbre. Sí, sentí una verdadera liberación de fuga, como un cínico y cobarde que no tuvo el valor de decirlo,––como Jessy––. La admiró, al cargar y soportar un lastre que hundía su barco. Que ya flota liberado y a sus anchas. Mientras yo, llego flotando a casa, como una botella arrojada al mar azotado por olas que golpearon mi hombría y a deshoras.
Remordimiento y miedo se presentan muy temprano, al recordar mi regreso para felicitarla en año nuevo, pero me quedé dormido. Hoy aparece, la resaca de una noche sin freno que me llevó a un bar de olvido, para perderme en soledad con mi tristeza o mejor aún––me cuesta reconocerlo––. Perdido felizmente en mi mundo.
Sí, eso fue… ¿la verdad? No es, lo que me incomoda. Es el área de confort de éste maldito bar en la nada, que me llama y atrae y que no me puedo resistir. Pues, ya me jala otra vez ––mi amigo alcohol. Es una pena, que acompaña con disimulo a mis ansias. Avergonzada, niega mi mente su lugar preferido para olvidar. No las penas ¡sino la cobardía!
No parar y levantarme de día, frente al sol y gritar hoy. ¡Ya no!
Pero… llega la noche, y… se me olvida.

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1 comentario

  1. 1. Servio Flores dice:

    Bien contado, el conflicto interior esta bien logrado.
    Quizas algunos errores en puntuacion.
    Saludos

    Escrito el 30 enero 2014 a las 04:14

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