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Guiso de bacalao con patatas y pimientos verdes - por Marazul

Apuró el paso al escuchar las doce campanadas. Ramona no quería entretenerse en la contemplación del paisaje porque sabía que si llegaba tarde a la entrega, Emilia, esa mujer prácticamente desconocida para ella,iba a poner mala cara y podía incluso retirarle los encargos. El dinero extra que cobraba por llevar cada día la cesta con comida a aquella casa le venia muy bien a su familia. Ese era el encargo, entregar todos los días y antes de las doce la cesta con la comida, la misma que ella cocinase para su numerosa familia.
Ramona nunca preguntó más, era trabajadora y reservada, no le interesaban los chismes ni era mujer de meterse en líos; sólo le importaban sus cinco hijos y que su marido pescador regresase cada día sano y salvo a casa.
Sin embargo aquel día aparentemente tranquilo despertó en ella imágenes de tragedia. El mar rugía embravecido mientras las olas iban rompiendo con fuerza sobre las rocas, salpicando recuerdos.
Junto al acantilado la silueta impresionante del Monasterio se alzaba fuerte y desafiante. Sabía que sus piedras eran muy antiguas, del siglo XIII decía el señor párroco y los que entendían. Ella desconocía realmente su historia, pero nunca pudo olvidar el sonido de sus campanas repicando diez años atrás, alertando al pueblo y anunciando la desgracia. En aquella tempestad desaparecieron varios hombres, entre ellos su propio padre.
Sujetó con fuerza la cesta y apartando sus pensamientos bajó de prisa por el empedrado calle abajo. Atravesó dos calles estrechas, pasó delante de la panadería, giró a la izquierda sin llegar a la pequeña plaza y bajó unas escaleras que daban a un túnel. Recorrió el camino hasta el final y al instante se dio de frente con un coche patrulla. Tenía las luces del techo encendidas y giraban sin hacer ningún tipo de ruido.
Ramona acertó a ver como un policía ayudaba a meter en el coche a un hombre esposado y que tapaba la cara con un pañuelo. En el interior del coche una mujer agachaba la cabeza. Pudo reconocer a Emilia.
Cuando el otro policía se acercó a Ramona y le preguntó qué hacía por allí y qué llevaba en aquella cesta, la mujer sólo pudo acertar a decir " guiso de bacalao con patatas y pimientos verdes".

Enrique esperó sentado en su butaca a que terminasen de aparecer todos los créditos finales de la película. Se sabía de memoria el reparto porque esa película la había visto más de una vez. Los actores eran excelentes y la banda sonora extraordinaria. Aquella escena, la última de la película, le gustaba especialmente. El entorno natural de aquel pueblo de pescadores, el Monasterio, la atmósfera de misterio creada y el personaje de Ramona tan bien caracterizado e interpretado le parecían magistrales.
Le gustaba ir a ese cine, allí no se proyectaban las películas más comerciales pero si las que a Enrique más le gustaban; aquellas que contaban una historia. En ésta el argumento se basaba en hechos reales; el secuestro y posterior liberación de la joven Marina, retenida durante más de cinco meses por unos individuos que reclamaban una cifra importante de dinero a la familia.
Este hecho mantuvo en vilo a todo el país, hasta que el cinco de enero del 2002 las investigaciones policiales dieron con el lugar en donde la mantenían secuestrada y pudo por fin ser liberada. Dos hombres y una mujer, Marcelo, su hermano Serafín y la novia del primero, Emilia, la mantuvieron escondida en un zulo, una especie de sótano sin luz y de dimensiones muy reducidas, que habían adaptado en una de las casas del pueblo, aquella a la que Ramona acudía a diario a entregar la cesta con la comida

FIN

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6 comentarios

  1. Hola Marazul!! Acabo de leer tu texto y he de decirte que me ha gustado un montón. Lo primero que llamó mi atención fue el título (soy compradora de libros por los títulos y parece que también lectora de relatos del taller por la misma razón, jeje) y la verdad es que no me defraudó. Me encantan esas dos historias en una y ese final explicándolo todo, ya que cuando detienen a Emilia te quedas con ganas de saber qué ha pasado ahí.
    Destacaría esta frase: ” El mar rugía embravecido mientras las olas iban rompiendo con fuerza sobre las rocas, salpicando recuerdos.” Tiene mucha fuerza y dá que pensar en todas esas historias que se traga la mar.
    Enhorabuena, es muy buen relato!! un saludo!! 😉

    Escrito el 30 enero 2014 a las 19:55
  2. 2. lunaclara dice:

    Hola Marazul! Qué chulo tu relato! No he podido evitar acordarme de Tolkien cuando he leído la descripción del camino que recorre Ramona hasta llegar a su destino.
    Creo que es una historia con grandes posibilidades de convertirse en algo más largo.
    Felicidades!!

    Escrito el 31 enero 2014 a las 13:46
  3. 3. Marazul dice:

    Agradezco que me hayáis leído entre tal cantidad, variedad y calidad de textos. Yo vivo en una ciudad costera del norte y nací junto a una Iglesia con su cigüeña y todo. Conozco el significado de las campanas, cuando tañen a muerto, a boda, a desgracia, a fiesta…..y además me gusta mucho el cine……..por eso me surgió este relato de una forma muy natural. No es de los mejores, la verdad……a ver el próximo
    Saludos

    Escrito el 31 enero 2014 a las 23:23
  4. 4. David Rubio dice:

    Me gustó. Valoro que el autor busque estructuras de relato novedosas como aquí. Pero no se si esa segunda parte, cuando se explica la historia a través de la película, está demasiado justificada. Creo que habría que conectar más una parte y la otra para sacar más partido a la historia. Saludos

    Escrito el 1 febrero 2014 a las 01:29
  5. 5. Gandalf dice:

    Hola Marazul. Me ha gustado mucho el texto, creo que tienes mucho talento. La historia está muy bien, creo que podría contarse desde varios puntos de vista (la chica secuestrada, o Emilia) y con cualquiera de ellos tendría mucha fuerza. Enhorabuena y sigue así.

    Escrito el 1 febrero 2014 a las 08:25
  6. 6. Forvetor dice:

    coincido con Virginia en que la frase ” El mar rugía embravecido mientras las olas iban rompiendo con fuerza sobre las rocas, salpicando recuerdos.” es una maravilla en sí misma. me ha gustado mucho la historia dentro de la historia, pero estoy deacuerdo con David en que puede que la explicación final se pudiera sustituir por alguna trama relacionada con Enrique que uniera las dos partes. quedaría un resultado mucho más redondo.
    felicidades por un texto tan evocador 😉

    Escrito el 7 febrero 2014 a las 14:59

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