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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El Destino y el Reloj - por Miranda

«Apuró el paso al escuchar las doce campanadas»

Aunque, -pensó- que iba a servirle de muy poco, la cita era a las 12 en punto y era para la entrevista que más ilusión le había hecho de los últimos tres años.

Esa noche apenas había dormido, se había levantado muy pronto y después de ducharse intento desayunar, aunque los nervios en el estomago no le dejaron apenas probar bocado. Decidió estrenar la ropa que Marina le regalo en su pasado cumpleaños, diciéndole “el traje, sí que hace al monje”, y la verdad es que con éste se te ve como un triunfador. Y realmente parecía haberle dado suerte, solo hacia una semana desde su cumpleaños y ya tenia una oferta de trabajo, con muchas posibilidades de concretarse, era para una multinacional y en el tipo de trabajo que a Él le gustaba, era químico y la oferta era para trabajar en puestos de responsabilidad en el laboratorio, dadas las exigencias que pedían en cuanto a currículum e idiomas, no había demasiados candidatos que pudieran hacerle sombra. Él estaba muy bien posicionado, ya que durante 10 años había desarrollado un trabajo similar en otra multinacional.

¡ Y ahora llegaba tarde!! Como podía haberle pasado eso..

Aquella llamada, cuando se estaba arreglando le había alterado los nervios, no estaba para tonterías, pero aquello era serio: su mejor amigo, se había intentado suicidar, agobiado por las deudas y el abandono de su mujer, llevaba varios meses deprimido y justamente ese día, ¡tan inoportuno!, en el que ya no podía más, había decidido ir más allá, intentando quitarse la vida.
.
Tuvo que salir corriendo para el hospital, tranquilizarlo, consolarlo y prometer que volvería en cuanto acabase la entrevista.

El hospital no quedaba demasiado lejos del hotel donde tenia que realizar la entrevista, por eso pensó que llegaría a tiempo aunque no cogiese un taxi, pero sus cálculos no eran correctos, y aun tardaría unos 7 minutos en llegar, no podía ponerse a correr, porque llegaría sudado y acalorado y la apariencia en una entrevista era demasiado importante (le decía su parte racional), coger un taxi ya no le serviría, en todo caso le haría llegar más tarde por el rodeo que había que dar para llegar, así que apuró el paso otro poco más.

-¡uuuuuh, uuuuuh! ¡niinoo! ¡niinoo!

De repente empezó a oír, sirenas de ambulancia, policía y bomberos, una algarabía de sonidos, que venían de diferentes lugares, pero parecía que todas confluían en el mismo lugar, el mismo al que Él se dirigía.

No quería ni pensar que estuviera cortado el paso y no pudiera llegar al hotel, porque entonces realmente habría perdido su gran oportunidad. Tenía ganas de ponerse a gritar como un poseso, contra todos los elementos que parecían confabularse para que no llegara.

Apretó el paso otro poco más.

La gente corría y empezaba a verse el humo por encima de los tejados, era un fuego importante, el corazón se le acelero, las manos le sudaban, y en la cabeza se le amontonaban ideas, miedos, incertidumbre.., ya no podía más, echo a correr.

Al dar la vuelta a la esquina de la calle, se paró en seco.

¡No puede ser!,¡no puede ser!, – se decía una y otra vez

Lo que se estaba quemando era el hotel al que se dirigía, comentaban que un escape de gas había provocado una explosión.

Las ambulancias corrían llevándose a los heridos, la policía acordonaba la zona para que no pasaran y los bomberos intentaban controlar el fuego.

Le temblaban las piernas, se había llevado las manos a la cabeza, que le daba vueltas, lloraba y reía de forma compulsiva, con una risa histérica Solo podía pensar que Él no estaba entre aquellos herido……, porque había llegado tarde.

Todos esos elementos a los que antes culpaba de estar en su contra, a los que quería gritar para desahogarse. Ahora eran esos mismos elementos los que le habían salvado la vida, y su oportunidad seguía ahí esperándole, en breve sabría, que día, a que hora y en que lugar, la multinacional seguiría buscando a alguien para ocupar la plaza, aunque hubiese perdido algún selector de personal o algún candidato, eso solo significaba que se retrasaría la fecha.

Decidió dar la vuelta y ya más sereno, se dirigió otra vez al hospital, tenia que animar a su amigo, deseaba hacerlo aún con más ganas que en cualquier otro momento, por que de alguna manera, sentía que le debía la vida.

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12 comentarios

  1. 1. lunaclara dice:

    Hola Miranda: Acabo de leer tu relato. Tiene bastante acción, se lee de un tirón y se preocupa uno pensando qué es lo que ocurrirá al final con este hombre, si llegará o no a su entrevista. ¿Sabes lo que he pensado antes de llegar al final? Que el amigo había intentado suicidarse en el hotel donde el protagonista tenía la entrevista y de alguna manera había provocado el incendio o la explosión ¡imagínate, qué loca yo! Es que me gustan los finales sorprendentes, aunque yo en mis relatos a veces no los utilizo, como en “Yet another Cinderella”… He echado de menos diálogos: con la mujer, al teléfono con el amigo, con el de la multinacional… creo que así el ritmo variaría, sería distinto. Yo, a veces, mis relatos los reescribo: cambio la persona en la que está escrito, meto o quito más diálogo, describo mejor ciertas partes, o me invento cosas nuevas, aunque no tengo mucho tiempo.
    Sigue escribiendo, Miranda, experimenta,… a mí me encanta! Saludos y nos leemos!!!

    Escrito el 28 enero 2014 a las 22:48
  2. 2. Miranda dice:

    Gracias Luna, tienes razón en que no he utilizado dialogos y no he desarrollado más la historia, pero es que las 750 palabras me limitan mucho, cometo el error de incluir demasiados personajes y no me queda espacio para desarrollarlo, ya iré progresando.

    De momento estoy contenta con las criticas que he recibido y que tengo en cuenta, por eso me gustaria que hubiera más comentarios.

    Voy a ver si hago unos cuantos comentarios de otros compañeros y les invito a que lean mi texto.

    Escrito el 29 enero 2014 a las 15:56
  3. 3. Borja dice:

    Hola Miranda!!
    En otros textos vi que pedías opiniones, así que a mi no me cuesta nada.
    En primer lugar, la historia, como historia esta guay. Hace que te preocupes por ese hombre.
    Lo que si,
    en mi opinión cambiaría la forma de enfocar algunas cosas.
    En el principio, las comillas, encuentro que sobran, lo puedes unir a la siguiente oración y elimar el guión que hay antes y después del pensó. Se lee bien sin el y además lía un poco.
    Me gusta como describes las emociones del hombre. Son creíbles.
    Tal vez, resumiendo, y siempre desde mi modesta opinión, estaría bien que tuvieras en cuenta que los diálogos van bien para dirigir la acción narradora. Das cosas concretas. Cosass que no puedes contar de una manera elegante con una descripción.
    Pero en definitiva es un buen trabajo. Espero leer más cosas tuyas.

    Saudos.

    Escrito el 29 enero 2014 a las 16:45
  4. 4. Miranda dice:

    Hola Borja
    Gracias por pasarte por este rincon, me gusta ir creando un grupo activo y que nos vayamos conociendo y viendo como evolucionamos.

    He leido tu relato y tambien te he dejado una crítica, positiva, porqué la verdad es que me ha gustado mucho.

    Si quieres leer alguna cosa mía más hay dos relatos en Literautas, en la recopilación de la escena 13 y 12, que es cuando empeze. En la 12 creo que estoty en el número 90 y en la 13 en el 37, ya me daré una vuelta a ver si hay algun comentario.

    Escrito el 29 enero 2014 a las 18:13
  5. 5. José Torma dice:

    Que tal Miranda. Me he dado el tiempo de venir a checar tu relato y la verdad me gusto mucho. Se que es dificil cuando estas contando una historia en pensar fuera de la cabeza de tu prota, pero como te comentan aqui,si se extraña algun dialogo que mesurara y dimensionara la accion. Me brica poco que por acentuar al prota utilizas “Él”. Yo hubiera usado él.

    Me encanto el canto de la sirena de las patrullas, ambulancias o bomberas.. fue un detalle involuntariamente comico que me distrajo un poco.

    Me parece que donde dices “Solo podía pensar que Él (aqui esta el famoso Él que te comentaba, uno de 3) no estaba entre aquellos herido……, porque había llegado tarde.” la intencion y emocion de estar a salvo por haber llegado tarde, en mi apreciacion podria haber merecido un simbolo de admiracion ¡porque habia llegado tarde!.

    Pequeños detalles que no le quitan nada a un excelente relato. Felicidades y espero tu proxima contribucion.

    Saludos desde Mexico.

    Escrito el 29 enero 2014 a las 18:15
  6. 6. Vicente Díaz Pacheco dice:

    Hola Miranda, fui uno de los afortunados en poder hacer tu comentario de texto. Como muy bien te comente te felicito por el texto y espero poder serte de ayuda. Solo apunto algunas cosas que se podrían cambiar siempre y cuando lo veas bien. Aunque claro todos tenemos nuestra manera de escribir y te doy la enhorabuena por ello

    Escrito el 30 enero 2014 a las 12:48
  7. 7. Un farero impaciente dice:

    Hola Miranda. Soy nuevo por aquí, y uno de los primeros relatos que he leído ha sido el tuyo. Has conseguido que me lo leyera de un tirón y que me quedara todo el rato pendiente de tu personaje. Eso me ha gustado mucho. Para mí, lo que vale de un texto es la idea y las sensaciones que transmite. Vamos…, que no aburra. Y lo tuyo no aburre para nada. Eso sí, por aquí y por allá le faltan unos pequeños retoques para dejarlo “guay”. Pero eso se consigue con un poco de oficio…
    En la próxima entrega de relatos yo también enviaré uno. Ya sabes… espero tus comentarios.

    Escrito el 30 enero 2014 a las 12:58
  8. 8. Eloyzinho dice:

    Hola, Miranda.

    Espero que al pedir comentarios no te arrepientas, porque los míos suelen ser bastante exhaustivos (jeje). Vaya por delante que mi intención es ser sincero. Y ahora deja ya de temblar, que no soy tan severo como parece 😉

    Me ha gustado mucho la idea que da origen a tu relato, ya que el personaje duda entre apoyar a su amigo necesitado tras el intento de suicidio, y su objetivo de conseguir ese empleo.

    Tengo la impresión de que el incluir las comillas en la primera frase, se debe a que por despiste la copiaste tal cual de las instrucciones de la escena 😉

    También un despiste puede ser el que emplees la palabra “Él” (así, con mayúscula) en varias ocasiones.

    Alguna falta de ortografía: “intento”, “regalo”, “como”, “tenia”, “que”, “por que”, en lugar de “intentó”, “regaló”, “cómo”, “tenía”, “qué”, “porque”.

    Hay algunas frases muy largas (fíjate que el séptimo párrafo, de seis líneas, consiste en una sola frase), y también otra que queda truncada (“todos esos elementos a los que antes culpaba de estar en su contra, a los que quería gritar para desahogarse”).

    Una errata en “aquellos herido”, en lugar de “aquellos heridos”.

    Sobra el guión en “¡No puede ser!,¡no puede ser!, – se decía una y otra vez”.

    Aparte, algunos casos de redundancia.

    Todos estos detalles que te comento, son fácilmente corregibles: sólo hace falta que a la hora de hacer la revisión, lo hagas desde un punto de vista más crítico. Y si no, atente a las consecuencias, porque ya estaré yo por aquí esperando comentar 😉

    A ver si el próximo relato es más redondo, al menos en cuanto a la forma, porque en cuanto al contenido creo que está bastante bien tal cual está. Buen trabajo 🙂

    Escrito el 31 enero 2014 a las 15:35
  9. 9. Miranda dice:

    Para José Torma y Eloyzinho, tomo nota de mis defectos caligráficos y prometo no volver a poner “El”, en ninguno de mis escritos, excepto si me refiero a Dios, por mucha importancia que dé al protagonista al que se refiera el “él”. Revisaré más los acentos y la ortografía.
    La verdad es que estoy muy contenta con las criticas por qué, lo que a mí más me importaba era el contenido y que la historia gustara y apeteciera leerla hasta el final. Las correcciones ortográficas, se pueden hacer a posteriori
    Espero que sigáis criticando en la siguiente escena.
    A Eloy prometo hacerle una crítica en cuanto pueda.
    Estoy haciéndome un blog, y pienso subir los textos ya corregidos con todas vuestras aportaciones.

    Saludos

    Escrito el 31 enero 2014 a las 18:31
  10. 10. Miranda dice:

    Hola Vicente,

    Muchas gracias, tanto por tu valoración anónima, como por la valoración publica, la verdad, es que me animó mucho la valoración que me hicisteis y es lo que me animó a pedir más valoraciones, de lo cual me alegro. Me hace sentir que formo parte de algo y me ha desbloqueado mucho,

    Muchas gracias, voy a buscarte y te valoraré. Te espero en la próxima escena

    Escrito el 31 enero 2014 a las 18:37
  11. 11. Miranda dice:

    Hola farero impaciente, espero que disfrutes mucho de tu faro y que te distraigas mucho con esta página. En la próxima escena, te buscaré para hacerte un comentario.

    Supongo que aparecerás como farero impaciente, si utilizas otro nombre, deja aquí un comentario, me llegan los avisos al móvil.

    Gracias por leerme

    Escrito el 31 enero 2014 a las 19:07
  12. 12. forvetor dice:

    wenas!

    aquí ya no puedo añadir mucho. la historia tiene su gancho y se deja leer. pero lo que menciona Eloyzinho a mi se me hizo muy cuesta arriba. hay un montón de párrafos que son una sola frase articulada con comas. léelos en voz alta y te darás cuenta de que les falta aire 😉

    un saludo, nos leemos!
    Sergio Mesa / forvetor
    http://miesquinadelring.wordpress.com/

    Escrito el 16 marzo 2014 a las 22:04

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