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Érase una vez... - por Patricia Reimóndez Prieto

Web: http://deprincesasymeigas.com

Apuró el paso al escuchar las doce campanadas, el hada madrina se lo había dejado claro, debía volver antes de media noche, antes de que el hechizo se evaporase. Había perdido la noción del tiempo, demasiado champán, y ahora encontraba una calabaza en lugar de una magnífica carroza. Podía oír al príncipe azul llamarla desesperado así que corrió y corrió, cada vez más deprisa, ahora con zapatitos de cristal, un instante después con vulgares alpargatas. Al menos, pensó, con ellas podría ir más rápido. Cuando alcanzó el bosque más allá de los muros del castillo, sonrió, allí su príncipe no podría ver como su espectacular vestido se convertía en un montón de telas sin glamur. Miró hacia atrás para comprobar a qué distancia la seguían y al volver la vista al frente una explosión de humo negro la lanzó de espaldas contra unos arbustos.

—¿Por qué siempre saldrá tanto humo? —dijo una bruja mientras agitaba las manos.

—Ah… eres tú —dijo cenicienta mientras se sacudía su, de nuevo, viejo vestido —. Esto no es lo que parece.

—¿No has pedido al hada madrina que te ayude a ir a la fiesta del príncipe, ni bailado como una loca, ni te has puesto morada a pasteles y ni mucho menos has bebido como si no hubiera un mañana, mientras yo llevo horas esperándote en los límites de este aburrido reino?

—Vaya, sí es lo que parece. Podemos hablarlo en otro momento, no puedo dejar que el príncipe me vea de esta guisa.

—Ah, no. No vas a volver a dejarme plantada sin una explicación. Pase que le elijas a él antes que a mí, que prefieras ser su mujer consorte, tranquila, sumisa, que no se sale del guión en vez de vivir la vida loca recorriendo el mundo montada en mi escoba pero… que me hayas borrado del cuento. Eso, bonita, eso no tiene nombre.

—Es que… no encajabas en la historia.

—¿Demasiadas mujeres protagonistas?

—Bueno, no solo eso.

—Era una pregunta retórica.

—Lo siento mucho pero así es como debe ser. Si empezamos a cambiar las reglas de los cuentos por un par de calentones…

—O cien.

—…la gente no lo entendería y sería una hecatombe.

—¿Qué gente?

—Ya sabes, esos… —dijo mirando al suelo y señalando al cielo.

—¡¿Quiénes?!

—¡Yo qué sé! ¡Los que leen cuentos!

—¿Y sí van a entender que te cases con un tipo al que has visto dos veces y que ni siquiera quieres?

—Aprenderé a quererlo. Digo yo que no será tan difícil, es guapo, rico, famoso, encantador…

—Soso.

—No es cierto, a veces tiene sus momentos.

—Bien, quédate con tu príncipe azul desteñido, pero cuando descubras lo que viene después del vivieron felices y comieron perdices, no me busques porque estaré en otro cuento. Uno que se pasa por el forro esas estúpidas reglas, con madres en vez de madrastas, enanitos que limpian y cocinan, hombres que se enamoran del interior… — hizo una pausa y se puso a un palmo de la cara de cenicienta— …y dónde ser bruja mola.

Cenicienta la miró con ternura, como una madre mira a su ilusa hija, le cogió la cara con ambas manos y le dio un largo, intenso y sonoro beso en los labios.

—Que tengas suerte —dijo antes de salir corriendo dejando a una bruja boquiabierta.

—Será zo…

—¡Cenicienta! ¡Cenicienta! ¿Dónde estás?

El príncipe por fin llegaba al bosque, la rapidez no era una de sus muchas virtudes. Vio a una extraña mujer que miraba al horizonte, pensó que quizá ella podría ayudarle.

—Disculpe, estoy buscando…

—Se ha ido por allí —le dijo señalando al frente.

—Muchas gracias, gentil dama —dijo haciendo una ostentosa reverencia.

—Espera, atontado.

Descubrió que la extraña mujer no era tal pues con un sutil movimiento de una mano hizo aparecer un zapato de cristal en la otra. ¿Sería su hada madrina?

—Ten, lo vas a necesitar, créeme.

—Oh, muchas gracias de nuevo, gentil… ¿hada?

—Sí, por qué no.

El príncipe emprendió la búsqueda y la bruja resignada lo vio desaparecer tras los mismos árboles que cenicienta minutos antes.

—Tenía que haberle convertido en rana, seré boba.

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2 comentarios

  1. El tuyo ha sido uno de los textos que me tocó comentar este mes y la verdad es que me ha gustado mucho cómo lo has desarrollado y cómo has mostrado otra cara del cuento dándole un toque de humor. Me encantan los diálogos, son de lo más creible. Enhorabuena!!! No dejes nunca de escribir! Un saludo!

    Escrito el 30 enero 2014 a las 18:37
  2. 2. lunaclara dice:

    Estupenda versión!! jajaja… Está genial escrito. La mía es otra versión distinta 😉

    Escrito el 31 enero 2014 a las 11:02

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