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Isla Negra - por david811

Fue una maldita tarde de otoño en Isla Negra, aquella isla situada a pocos kilómetros de la costa donde se batieron en duelo los dos hombres más poderosos de la ciudad. Todo por el amor de una mujer que ajena a lo que estaba sucediendo esa tarde, vivía un romance con un tercer hombre en el momento del duelo. Aun así como ella misma después dijo al enterarse de lo sucedido, no hubiese hecho nada por evitarlo. No estaba en sus manos y nada tenía que ver con el ego absurdo de poseer a una mujer de aquellos hombres.

A las cuatro de la tarde quedaron en una zona despejada de árboles y plantas. Las condiciones eran muy simples, deberían acudir ellos dos solos hasta la isla, sin compañía y con sus armas, no podían decir a nadie donde estarían a esa hora para evitar que pudiesen interceder y evitar el duelo. Después del duelo si quedaba alguno de ellos vivo guardaría en secreto lo sucedido para el resto de sus días, el cuerpo del fallecido sería llevado al mar donde se hundiría.

Aquella tarde caía una fina lluvia, no había mucha luz. En la orilla de piedras negras que daban nombre a la isla había dos barcas pequeñas separadas la una de la otra por varios metros. En el centro de la pequeña isla donde se situaba la explanada los dos hombres se encontraban uno frente al otro con sus armas en las manos apuntando el cañón hacia el cielo. Se miraron a los ojos, ya se habían dicho todo, ambos parecían tener bien claro lo que iba a suceder allí y ninguno tenía pensado abandonar. Acordaron batirse en duelo como en otras ocasiones lo habían hecho por separado con la suerte de haber salido siempre con vida o levemente herido, de espaldas el uno al otro, diez pasos hacia delante en línea recta contando en voz alta y cuando llegasen al décimo paso se darían la vuelta para disparar.

La fina lluvia les tenía completamente empapados, el frío se empezaba a notar, pero ellos no sentían nada. Se dieron la vuelta juntando sus espaldas y ambos comenzaron a contar a la vez cuando el más joven dio la orden, cada paso les llevaba a un destino diferente para cada uno de ellos, uno moriría y el otro viviría, o tal vez los dos esa tarde perderían la vida.

Mientras iban contando sus miradas parecían perdidas en el infinito, o bien estaban preparándose para el disparo o por sus mentes estaba la imagen de aquella mujer y de los momentos que vivieron y vivirían junto a ella cada uno por su lado, buscando con ello un motivo de justificación a ese acto y curar su orgullo y ego herido. Ella por ninguno sentía amor ni nada que se le pareciera. Tan solo disfrutaba y se aprovechaba de los hombres sabiendo que era irresistible para ellos. Les conquistaba con facilidad, decía de ellos que cuanto más dinero mejor y más fácil era conquistarles, ella sabía que necesitaban y ellos la proporcionaban lo que quería, un simple juego que se llevaba practicando toda la vida. Le daba igual como fuera su amante, bajo, alto, gordo, delgado, viejo, joven, con tal de tener dinero y poder lo demás no importaba.

Ocho, nueve, diez….Media vuelta y el ruido de dos disparos se oyó en aquella isla formando eco y después de este nada, silencio. Apenas pasó un instante pequeño cuando el cuerpo del hombre más mayor cayó al suelo de rodillas. Y seguidamente hacia delante ya sin vida. El disparo fue certero, directo al corazón. El joven se quedó con el brazo estirado ahora apuntando al infinito, ya no tenía oponente en pie frente a él. Había ganado el duelo, él sería quien guardaría el secreto de por vida, quien arrogaría el cuerpo al mar para hundirle, quien estaría al lado de la mujer por la que se ha batido en duelo.

Dejó caer el brazo que cogía el arma, bajó la cabeza y se echó a llorar. Se arrodilló allí mismo mientras lloraba en silencio, después soltó un grito fuerte y dirigió su mirada hacia el cuerpo sin vida de su oponente, las lágrimas en los ojos apenas le dejaban ver, la poca luz y la lluvia fina contribuían más a ello. Comenzó a mover la boca como si murmurara algo, de manera repetida hasta poder oírse lo que decía. He matado a mi padre, he matado a mi padre….

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1 comentario

  1. 1. Vicente Pacheco Gallego dice:

    Hola David811. Fui uno de los afortunados en poder leer tu relato. Como te facilite en el comentario, me ha gustado como escribes y como desarrollas la trama. Lo único es lo que ya te comente, quizá añadir algunas pausas más para darle más dramatismo.

    Mi más sincera enhorabuena

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 13:41

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