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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Superhéroes - por Maureen

El enmascarado se acerca al grupo con sigilo. Vestido de negro de pies a cabeza, se mimetiza perfectamente con las sombras de esa calle de farolas rotas.

«Siempre me han gustado los superhéroes. Al principio, lo que me llamaba la atención eran los disfraces llamativos y los colores vivos de las páginas de los tebeos. Después, me enganchó su lucha contra el mal, siempre incansable pese a sus conflictos morales o sus problemas personales.»

Cuando está a unos pasos de ellos, coge un adoquín suelto y lo arroja. Le da a uno en la cabeza y éste cae, aturdido. Los otros dos se dan la vuelta, sorprendidos.

«Y pensé… ¿por qué no hay superhéroes en la vida real? Quiero decir, vale, nadie tiene superpoderes ni existe la magia, pero muchos superhéroes no tienen poderes, ¿no? Y aún así, aunque parecen en desventaja, no se rinden.»

El que está en el centro, que parece el líder, un tipo grande de sonrisa desquiciada, saca una navaja y hace un gesto amenazador hacia la sombra que les ha atacado. Tal vez esté pensando que ese enmascarado pequeñito que se encara con ellos no es rival para él. Tal vez esté pensando en la suerte que está teniendo esa noche: primero le dará una paliza a ese gilipollas que ha metido la nariz donde no le llaman y después se follará a la chica que tienen acorralada.

«En todo caso, pensé, tampoco hace falta salvar el mundo, ¿no? Son los pequeños gestos los que cuentan. Quiero decir, una persona sola no va a acabar con la guerra en Siria, por ejemplo, pero si va por la calle y ve a un tío atracar a una viejecita, ¿debe seguir adelante como si nada? Te arriesgas a recibir una paliza, me decían mis amigos, ¿y para qué? Pero ese pasotismo a mí no me convencía nada.»

Pero la situación no va como él espera. Cuando se quiere dar cuenta, el enmascarado se ha escurrido entre sus piernas abiertas y está agachado detrás de él. Se da la vuelta con un rugido y recibe una patada en los huevos que le deja doblado. Casi al mismo tiempo, la chica ha cogido una botella del suelo y le da un botellazo en la cabeza. El matón cae al suelo desmayado. Uno menos.

«Así que hace como tres años, a los quince, me apunté a clases de defensa personal, de artes marciales… Quería aprender a defenderme.»

Todo ha ocurrido tan rápido que el tercero, un flacucho pasado de alcohol, no ha tenido tiempo de reaccionar. Ahora lo hace. Al ver lo que le ha ocurrido a su amigo sale corriendo. El enmascarado le pone la zancadilla y cae al suelo hecho un ovillo. Levanta las manos y se pone a gimotear pidiendo perdón.

«Hace más o menos tres meses, decidí que había llegado el momento de empezar a actuar.

Mi primera vez no fue muy bien: fue una mañana en que salí de clase temprano. Paseaba por un parque cuando vi cómo un grupo de cuatro o cinco chicas golpeaban a otra mientras grababan la paliza en los móviles. La verdad, me dieron por todos lados: no pude salir de casa en una semana, aunque conseguí que la chavala huyera. Estoy estudiando en Madrid, así que mis padres no se enteraron. Por suerte, porque con buen juicio habrían intentado hacer que lo dejara.

Pero yo no me desanimé, y a esa vez siguieron otras.»

Entretanto, el rubio guaperas que recibió el adoquín en primer lugar se ha recuperado del golpe. Aunque se tambalea por la herida de la cabeza, arremete contra el enmascarado como un toro y caen los dos al suelo. Por suerte, el enmascarado es más rápido y consigue ponerse en pie antes que el otro. Aprovecha el impulso para darle una patada en la mandíbula al rubio, que cae sobre su compañero como un fardo. Ninguno se mueve.

«Llevo saliendo tres meses, todos los viernes y sábados por la noche y cuando tengo ratos libres. Cada vez se me da mejor.
En la prensa empiezan a hablar de mí y eso me da vértigo. Nadie sabe quién soy.»

El enmascarado se quita el pasamontañas y llama al 112. Cuando termina sonríe, satisfecho.

«Sonrío, satisfecha, y me vuelvo a bajar el pasamontañas. Hoy ha sido fácil. Me acerco a la chica y compruebo que está bien. Me da las gracias y me pregunta mi nombre. No se lo doy. Ese es mi secreto. Me alejo.»

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10 comentarios

  1. 1. Maureen dice:

    ¡Muchísimas gracias a los compañeros que han comentado mi relato! Llevo tiempo escribiendo pero es la primera vez que muestro lo que escribo. Me habéis animado muchísimo a seguir escribiendo, de verdad, muchas gracias 🙂

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 13:50
  2. 2. Peter Walley dice:

    Me ha gustado como está contado y me ha sorprendido el final, durante toda la historia pensaba que era un chico…además el tránsito entre la acción y los pensamientos de la protagonista está bien hecho, no distrae en ningún momento (y no era fácil). Felicidades.

    Escrito el 2 marzo 2014 a las 12:08
  3. 3. un farero impaciente dice:

    Hola Maureen. Pues, muy bueno… Me refiero al texto. Como te comenté antes, me lo he leído despacio despacio y me ha gustado. Sé que decir “me ha gustado” no suena muy literario, pero es lo ha salido de mi boca al acabar de leerlo…
    Me has sorprendido con un superhéroe en femenino. Muy buena elección. Años atrás estuve algo metido en esto de las artes marciales y he visto, en primera persona, como una mujer, con un poco de entrenamiento, puedo enfrentarse a un par de tíos… Todavía me duelen las costillas…
    También me has sorprendido con el juego de los dos puntos de vista. Lo que piensa el superhéroe y la voz que narra la historia. Buena jugada.
    En fin, repito “me ha gustado”.

    Un saludo. Un farero sorprendido.

    NOTA: ¿Sabes de artes marciales? Lo pregunto por hablarte con más respeto la próxima vez…

    Escrito el 2 marzo 2014 a las 19:39
  4. 4. Maureen dice:

    Muchas gracias a los dos por vuestros comentarios, me alegro de que os haya gustado. A los que han comentado mi relato también les ha sorprendido que el protagonista fuera una chica, así que debe de ser que conseguí el efecto sorpresa que buscaba 🙂

    Y, farero impaciente, sí que sé artes marciales: cinturón marrón de kárate. Pero vamos, que con más respeto no me podías haber hablado, jejeje. Tampoco osaría hablarte mal, no fuera a ser que emplearas la fuerza y me vencieras con sólo mirarme 😉

    Escrito el 2 marzo 2014 a las 20:19
  5. 5. R. Mac dice:

    ¡Buenas!

    Has comentado que buscabas tenber el efecto sorpresa en el texto y desde luego lo has conseguido porque yo también pensaba que el encapuchado era un chico. El texto me ha parecido muy original, y me ha encantado que alternes los pensamientos con las acciones. Buen trabajo.

    Un saludo.

    Escrito el 4 marzo 2014 a las 14:23
  6. 6. Aurora Losa dice:

    Enhorabuena porque has consseguido mezclar de maravilla las dos historias, en pasado y presente. La pelea está ahí, pero no le roba protagonismo a la trama real, a la decisión de la heroína. Por no hablar de que da para pensar en una realidad cruda pero no invariable, en la que el mínimo compromiso y actuación por cambiar lo más cercano es un buen modo de cambiar el mundo. Me ha encantado.

    Escrito el 7 marzo 2014 a las 15:37
  7. 7. Fernando Sanz Félez dice:

    Hola, Maureen. Me he asomado a tu escrito para devolverte la visita. Y aún tengo la boca abierta con dislocación de maxilar inferior. Me has dejado pasmado, pero no sólo porque sea una chica (que, bueno, también, pero menos) sino porque describir el concepto superhéroe de forma literaria más allá del comic (o las películas americanas) es algo que no tenía previsto leer. Así mi sorpresa se ha desarrollado a lo largo de todo el texto. Desde que se acerca, hasta que, convenientemente vapuleados los malos, se aleja. Y por si fuera poco, la sorpresa se acrecienta con la lectura en dos tiempos y en dos narradores. Presente y pasado, narrador en tercera persona y en primera. Vas y vienes, vas y vienes. Estupendo. Así la lectura, que podría caer en un marasmo y perdernos, es, en cambio, ágil y fluida. Sí, señor. Está muy bien. Hay, no obstante, un par de cosas que me han chocado. Una quizás porque no la he entendido bien. La chica tiene dieciocho años (por cierto, una estupenda edad para ser superhéroe. Un superhéroe de cuarenta es simplemente un payaso) y “se escurre” entre las piernas abiertas del malo. ¿¿¿??? ¿Pero cuánto mide esa chiquilla? Y la segunda es que llama al 112. ¿Cuánto tarda la policía en identificar el teléfono desde el que se ha realizado la llamada? En fin, por si te interesa te informo de que mi mandíbula vuelve a estar como antes de leer tu cuento (por la hora que es me vendrá muy bien ya que tengo que ir a comer)
    Quiero felicitarte y asegurarte de que voy a leer tus escritos. Ya que a poco que sean como este, serán estupendos. Una brisa fresca.
    Un saludo

    Escrito el 10 marzo 2014 a las 15:31
  8. 8. Maureen dice:

    Muchas gracias, R Mac, Aurora Losa y Fernando Sanz, por vuestros comentarios. Me alegro de verdad de que os haya gustado.

    Y Fernando… ¡qué presión!, jejeje; no sé yo si mis nuevos textos cumplirán tus expectativas, pero en fin, ya veremos lo que va saliendo. Me has hecho reír con lo de la altura de la chica… la verdad es que pensé en cambiarlo, porque obviamente no habría cabido por debajo de las piernas del otro, pero me pareció un recurso visual muy de pelea entre superhéroes y por eso lo dejé. Y en cuanto a lo del 112… ¡no se me había ocurrido que la policía podría localizar la llamada! 😉

    Escrito el 10 marzo 2014 a las 22:02
  9. 9. Maureen dice:

    Aurora, es que, efectivamente, yo creo que para cambiar el mundo hay que empezar por lo más pequeño y cercano. Creo que por eso me he sentido muy cómoda escribiendo el personaje, ya que tiene una forma de pensar parecida a la mía (aunque yo no voy por ahí disfrazada de superhéroe dando palizas a los delincuentes, jejeje).

    Un saludo

    Escrito el 10 marzo 2014 a las 22:07
  10. 10. Miranda dice:

    IMPRESIONANTE.
    De verdad, me he sorprendido muy gratamente. No recuerdo haber leido un texto con cambio de narrador que refleje tan bien pensamientos, sentimientos y acción, porque yo veo reflejadas las tres cosas. Suscribo lo que te han dicho todos los compañeros, has conseguido el efecto sorpresa y dado un golpe de efecto haciendo que fuera un superhéroe femenino. Genial.

    Nos leemos
    Saludos

    Escrito el 9 abril 2014 a las 17:30

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