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EL INSÓLITO ENIGMA DEL MANGUI - por NHICAP

¡Nos han robado el maletín! gritaba el Mangui, un personaje astuto y pícaro, mientras entraba en el patio de la Penitenciaría. Quería ser el primero en comunicar la buena nueva a sus colegas los Choris, confinados en aquella prisión deprimente y cutre.

Todo comenzó hace seis años, en una noche de alcohol y marihuana, cuando el Mangui le echó un polvo a una espectacular morenaza, apodada la Rústica, Era una joven valiente, audaz y de apariencia algo ruda. Dio el salto de niña a mujer en el peligroso submundo de las bandas urbanas y, desde entonces, mostraba el rostro crispado con la mirada carente de sentimientos.

Ahora era la protegida del Mazas, líder de los violentos Potrankos, un cafre de dos metros gobernado por un cerebro despojado de materia gris. Le había roto la crisma a un sargento de policía porque, según él, observaba con lascivia las tetas de la Rústica.

Aquel domingo, el Mangui recibió la inesperada visita de su idolatrada diosa. Mantenía una estrecha camaradería con la Rústica pero era la primera vez que ella se acercaba a verle. Después de enseñar el cartón de Marlboro al vigilante, la chica se sentó frente al Mangui, al otro lado de la mampara de cristal. Su gélida mirada de halcón se había derretido ante la calurosa sonrisa con que él la obsequió.

—Gracias por el tabaco ¡Estás muy buena! —soltó el Mangui mirando su pronunciado escote—.¿Pido una habitación para tener un vis a vis? —propuso el jovenzuelo.

—Ja, ja. No cuela Mangui. Déjate de leches que me voy sin darte la noticia.

—Vale prenda, otra vez será. ¿Estás inquieta?.

—Si, mucho. Ayer, el Mazas y vuestro líder Camello se pelearon en plan bestia, algo alucinante. Se enzarzaron en un brutal duelo por la posesión de un maletín que, dicen, encierra un secreto. Parece que lo habían encontrado los Potrankos durante un atraco y, ¡milagro!, apareció en vuestro local ¿Interviniste en la jugarreta?.

—¿Tu qué crees? Pero vayamos por partes. ¿Presenciaste la pelea?.

—Claro, llevé al Mazas en mi coche —respondió ella.

—¡Joder! Entonces explícame todo bien clarito.

La Rústica describió la pelea, más o menos, en estos términos:

—Combatieron al atardecer, en la explanada de la antigua fabrica. Los dos padrinos del duelo llevaron unas barras de hierro, de un metro y medio de largo. Pitufo, el jetudo sacristán del beaterio de Santa Eduvigis, actuó como árbitro del combate. Primero ordenó que todos dejasen los cuchillos, navajas y bates de béisbol, junto a la vieja grúa. A continuación, anunció las normas de la pelea y entregó sendas barras de hierro a los dos retadores. La pelea concluiría cuando alguno abandonara o quedase fuera de combate.

—¡Qué animales! —interrumpió el Mangui.

— Los espectadores se fueron situando detrás de sus líderes que quedaron en el medio, junto al árbitro y padrinos. Camello, de menor envergadura que el Mazas, se colocó en guardia con las piernas ligeramente flexionadas, esperando el ataque. Sostenía su barra con ambas manos, cada una en un extremo. El Mazas cargó con ímpetu; manejaba la tranca de hierro como una espada, agarrada con dos manos. Al chocar las barras, un fuerte ruido metálico retumbó en el aire provocando la desbandada de decenas de pájaros que anidaban en las naves derruidas.

Segundos más tarde, Camello realizó una finta y sorprendió al Mazas, que hincó la rodilla en el suelo para intentar sacudirle un leñazo en las rodillas. Camello, más ágil, aprovechó ese movimiento y lanzó un feroz golpe, de arriba hacia abajo, sobre la cabeza del Mazas. Se escuchó un escalofriante alarido mientras caía de bruces sobre el cemento, tiñendo de rojo el suelo.

—¡¡Rediós!! Entonces, ¿Camello se llevó el maletín?.

— No, yo lo cogí del coche del Pitufo durante el combate. El debería custodiarlo y entregárselo al vencedor. Ahora es mío… bueno, nuestro.

—¡No jodas! ¡El maletín está vacío! Corres mucho peligro, arrójalo al río hoy mismo. Antes de encerrarme aquí, me adueñé del secreto: ¡750.000 euros guardados en el maletín!. Así pude rescatar a nuestra hija del hospicio infantil y enviarla a Barcelona con mi tía Manuela. Huye, vive con ellas y cuida de tu hija.

La Rústica enmudeció. Unas lágrimas empaparon sus mejillas.

En el patio, Mangui se reunió con los Choris. Les comentó el horrible combate entre los líderes y, sin pestañear, endilgó el robo del maletín al Pitufo. Sin más explicaciones.

—¡Ya podemos vivir tranquilos! Los Potrankos con quienes compartimos celdas ya no se atreverán a molestarnos —comentó el Mangui, fumando un Marlboro.

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11 comentarios

  1. 1. José Torma dice:

    Manejas un lenguaje muy coloquial que en pocas palabras hace a los personajes entrañables. No nos guias en cuanto sus apariencias, fuera de La Rustica. Asi que queda totalmenta a nuestro imaginacion llenar los espacios.

    Muy lograda. Creaste un universo en pocas palabras el cual es totalmente visual. Enhorabuena!

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 19:58
  2. 2. lunaclara dice:

    Que pasada!! Jajaja, casi me imagino al Ben Affleck fumando ese Marlboro, jaja. Muy bien ambientado, aunque esa solución final del rescate de la hija me ha chocado un poco… Cuanto me he reido! Felicidades!

    Escrito el 1 marzo 2014 a las 01:49
  3. NHICAP, yo no lo encuentro nada aburrido, pero creo que te ha faltado espacio para que la pelea entre los jefes durara algo más.
    Al principio me he despistado un poco, he tenido que leerlo dos veces para entender bien el juego de las bandas (reconozco que estoy poco “puesta” en el tema), pero el final, el “polvo” ocasional que ha terminado en una niña de la que cuidarán con el dinero robado, la parte profunda, la parte tierna, esa sí que me ha gustado.
    ¡Enhorabuena! Nos leemos. 🙂

    Escrito el 1 marzo 2014 a las 12:44
  4. 4. NHICAP dice:

    Gracias. Josë, Luna y Aina por vuestra tiempo y buenos deseos. Yo creo que me quedó un relato algo acelerado. Me ha faltado calma pero llevo dos meses con la cabeza en otros temas. Por eso os agradezco más vuestros comentarios.

    Os leeré a los tres y tendréis mis comentarios.

    Saludos

    Escrito el 1 marzo 2014 a las 13:38
  5. 5. Emmeline Punkhurst dice:

    Hola NHICAP:
    Te felicito por tu relato. Me ha encantado la recreación de los bajos fondos y el ambiente penitenciario.
    Por mi parte, y a pesar de lo que ha dicho algún compañero, utilizaría un lenguaje algo más vulgar en los diálogos dado el entorno en el que se desarrolla la historia.
    De todos modos, para haberle dedicado menos tiempo, como dices en tu comentario, a mi me ha parecido muy elaborado y bueno.
    ¡Enhorabuena!

    Escrito el 1 marzo 2014 a las 16:35
  6. Hola NHICAP, acabo de leer tu relato y justamente lo que iba a subrayar, lo ha comentdo Emmeline. Si se trata de gente que forma parte de bandas urbanas deberías utilizar una jerga más de ese tipo de colectivos para poder diferenciarla de tus partes como narradora de la historia.
    El desenlace sí que lo noto un poco acelerado y sorprendente. No me esperaba algo así ni de lejor.
    De todas maneras, el ambiente que recreas es muuuy bueno y lo haces francamente bien. Enhorabuena!!! Nos leemos!!

    Escrito el 1 marzo 2014 a las 23:53
  7. 7. Servio Flores dice:

    Buen relato! Una que otra cosita que mejorar pero nada grande que opaque la calidad de la historia. Todo un submundo en pocas palabras.
    Felicidades

    Escrito el 2 marzo 2014 a las 02:32
  8. 8. NHICAP dice:

    Emmeline y Virginia, gracias por vuestro tiempo y por los precisos comentarios. Estoy muy de acuerdo con lo del vocabulario, no conozco la jerga de esas tribus y este taller solo era un reto para introducirme en ese mundo. Me buscaré un Mangui que me enseñe la jerga, la melcocha que dicen en Mexico, de las bandas.
    Gracias Servio, en otra ocasión volverë con estos personajes el Mangui y la Rústica. Tengo que documentarme y pulir sus personalidades y lenguaje.
    Saludos

    Escrito el 2 marzo 2014 a las 09:31
  9. 9. forvetor dice:

    wenas Nhicap. hay que ver lo rápido que va el taller… llego dos días tarde y ya casi que sólo puedo felicitarte y repetir lo que otros te han comentado 😉 … me gusta la estructura de la historia (una historia contada dentro de la historia misma), pero como dicen algunos compañeros, le podrías sacar más jugo a la forma particular de hablar de los protagonistas. también me gustan mucho los nombres de los personajes y las bandas, los convierten en arquetipos perfectamente reconocibles sin entrar en descripciones.

    un saludo, nos leemos!
    Sergio Mesa / Forvetor
    http://miesquinadelring.wordpress.com

    Escrito el 2 marzo 2014 a las 23:36
  10. 10. Emyl Bohin dice:

    ¡Genial! Dicen por ahí que en este tipo de relatos cortos dos personajes está bien y que tres son multitud. Sin embargo en menos de 750 palabras has metido a los protagonistas Mangui y Rústica. A los secundarios Camello, Mazas y Pitufo. Como figurantes a la tía Manuela, dos padrinos y un vigilante. Y para completar un coro de Choris y otro de Potrancos. Y algo que pudiera ser el camarote de los Marx o la serie Enredo (Soap) lo conviertes en algo natural y fácil de leer, entre otras cosas, por el nombre con el que has bautizado a los personajes.
    Hasta la próxima. Enhorabuena.

    Escrito el 7 marzo 2014 a las 05:56
  11. 11. NHICAP dice:

    Gracias por vuestro tiempo y comentarios. Por cierto Sergio, en el relato de marzo, ya enviado, me atreví a visitar la constelacion de Sagitario. Ja,ja, fué una ida que me surgió al leer una informacion de algo que ocurrió en 1977. Esperaré tu experta opinión de este primer salto a la ciencia ficción/fantasía
    Saludos

    Escrito el 10 marzo 2014 a las 14:58

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