Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Cartas al miedo. La huida. - por Ana Delicado

Los gritos rebotaban con fuerza. La gran habitación y la ausencia de muebles, hacían que el eco multiplicara la sonoridad de las voces pareciendo que hubiera diez o veinte personas cuando en realidad solo había dos.
Hacía calor. La humedad y el exceso de humo apenas daban paso al oxígeno. Las sábanas de la cama estaban arrugadas y manchadas de ceniza. Los paquetes de tabaco vacíos equilibraran los ceniceros rebosantes de colillas.
Estaba oscuro. La luz de la farola de la calle, dejaba ver los fuertes brazos de él agitándose nerviosos de arriba abajo. El resto del cuerpo le acompañaba espasmódico mientras las venas hinchadas de su garganta, expulsaban el veneno de su alma en forma de insultos. Aunque había poca luz, se distinguía a la perfección esos ojos idos de ira que acompañaban el color rojo de su rostro desfigurado por la rabia.
Encima de la sucia cama ella lloraba. Su cuerpo esquelético temblaba. Mientras centenares de palabras feas caían heladas sobre su acalorado cuerpo, no dejaba de pensar porque había desvelado su gran secreto: “Ya no te quiero”.
El gritaba y ella callaba. Los insultos dejaron paso a los golpes sobre la cama, la pared, y el destartalado armario. Las voces empezaron a mezclarse. Las amenazas se superponían a las peticiones de paz, que se fueron convirtiendo en silencios cargados de impotencia.
Entonces ella se puso en pie. Metió la mano por debajo de la fina blusa que empapada en sudor, dejaba entrever sus pequeños pechos. Se llevó la mano al corazón y con fuerza e insoportable dolor sacó de él una espada afilada que miró con desesperación y pena antes de clavarla implacable en el corazón de su hasta entonces compañero de batallas. “No aguanto más. Me voy”.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

4 comentarios

  1. 1. Aurora Losa dice:

    Corrígeme si me equivoco pero ¿esta es la segunda parte del texto de hace un par de talleres o tres? Es que de pronto me he acordado. Me encanta, brutal, pero maravillosamente expresado, se logra respirar el aire de la habitación. Mi enhorabuena, Ana.

    Escrito el 3 marzo 2014 a las 11:13
  2. 2. Ana Delicado dice:

    Hola Aurora. Si, esta es la segunda parte. Aún queda una tercera, la positiva y preciosa. Me alegro que te guste. Un beso y muchas gracias.

    Escrito el 3 marzo 2014 a las 15:17
  3. 3. Aurora Losa dice:

    Genial, Ana, como la otra vez, estoy deseando leer la última parte, espero que la protagonista consiga salir adelante y con buena literatura, como tú sabes.

    Escrito el 4 marzo 2014 a las 15:37
  4. 4. Ana Delicado dice:

    Mil mil gracias. En cuanto el tema del taller me lo permita, le pondré fin a esta “trilogía”. Un besis!

    Escrito el 4 marzo 2014 a las 16:45

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.