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Poppo, el gallo dorado. - por ADA LENA G. P.

POPPO, EL GALLO DORADO.

ADA LENA G. P.

Desafiante se despedía aquel plomizo atardecer, escoltado por los cavernosos graznidos de Hugin y Mugin. Molestos y sombríos cuervos que sobrevolaban la pequeña ciudad de Ribe, aún como siervos fieles de Odín. El viento con su dilatado ulular y su bizarro soplo los manejaba a su antojo, y con sus endiabladas bocanadas los fue despojando de toda voluntad, zarandeándolos sin norte alguno. De entre la bruma sobresalía una imponente y afilada silueta pétrea, que como un gigante fagocitaba toda la ciudad aposentada a sus pies. Más airado si cabe, de un repentino golpe, los estampó contra aquel ceniciento elefante, que los cristianos con gran celo y valor levantaban en ese punto cardinal tan opuesto a la situación del Sol a mediodía.

Bajo un manto de agua y tras el tremendo impacto, contemplaron hechizados, como una fuerza misteriosa elevada a las alturas los había arrastrado hasta allí. Con magnánima benevolencia se sintieron atraídos por su cegador poder, pero a tiempo advirtieron el curioso engaño. Y haciendo acopio de su menoscabado aliento, batieron sus negras y mojadas alas en pos del Valaskjalf, para alarmar a Odín de la nueva amenaza que se cernía sobre sus nueve reinos.

Llegaron bastante tarde, ya con la oscuridad impregnada en sus alas, y fueron a posarse como de costumbre sobre los hombros de su Señor. Entonces, los fatigados cuervos le contaron en secreto lo que aquella tarde habían descubierto.

—Presurosos, ¡oh, todopoderoso Odín!, hasta aquí hemos volado para relatarte las nuevas que pululan por tus reinos y como siempre la excelente memoria de Mugin os dará buena cuenta de estas —tomando así resuello se dirigió Hugin con reverente pleitesía a su Señor.

—¡Preparaos para entrar en combate! Pues, mi Señor, hoy nuestros ojos han presenciado con horror que vuestro excelso poder ha sido desafiado con gran osadía —anunció tembloroso Mugin a Odín, sabedor de lo atroz que llegaba a ser su cólera.

—¿Quién se atreve a desatar mi ira? —bramó tempestuoso Odín.

Revoloteó Mugin amilanado, esperando que tras la tormenta sobreviniera la calma, y así de nuevo departir con Odín:

—Mi Señor, aquellos conocidos como cristianos están cautivando a tus súbditos con ingeniosas argucias. Se valen del canto de un poderoso gallo dorado, al que llaman Poppo, para ganarse sus corazones. Por la mañana los despierta y por la noche los conmina prometiéndoles su amparo. Su soberbio porte los deslumbra cada día y así lo hemos comprobado, ¡oh, valeroso Odín! —concluyó con certeza Mugin.

—¡Jajaja! —rió jactanciosamente Odín—. ¿Así que un gallo, argüís? Pues, si no es nada más que eso, no debéis temer, ¿o es que sois unos gallinas? —intimidándolos con una de sus retadoras miradas—. Entonces, ¡id y cerradle de una maldita vez ese descocado pico!

Sin más dilación, la premura se adueñó de sus alas y partieron por donde habían venido. Camuflados por el oscuro manto de la noche, sobrio de estrellas, pues el viento las apagaba con su devastador bramido, fueron acercándose con sigilo a la punta del campanario custodiado por Poppo, el gallo dorado. Y cayeron sobre él, como dos negras y sibilinas flechas, pero cual fue su asombro cuando descubrieron que aquel ataque no llegó a conmover al gallo. No desistieron ante tal firmeza y esta vez arremetieron, de nuevo contra él, ensañándose con toda su rabia. Pero, por más que lo intentaron, no pudieron ni siquiera desplumarle, y tras acosarlo una y otra vez, sus fuerzas llegaron a consumirse y su hálito fue ahogándose como una llama. Diéronse pues, de bruces contra el suelo y allí quedaron derrotados y extenuados. Creyeron morir, ya de camino al Valaskjalf, y entonces, con los primeros rayos de la mañana les abrasó su secreto. Al escuchar su canto, apreciaron que lo habían subestimado y comprendieron cómo el odio que sentían hacia aquel gallo dorado mudaba por su inmenso y luminoso amor.

FIN

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10 comentarios

  1. Hola Ada Lena, acabo de leer tu relato. Tienes un dominio increíble del lenguaje y muchas aptitudes para la narración. Utilizas infinidad de palabras que enriquecen el texto de forma brutal, no obstante, quizás esa sobrecarga de construcciones puedan llegar a abrumar al lector. (que conste que a mí me gusta este tipo de escritura, pero entiendo que no a todo el mundo le puede apasionar)
    Es una buena historia, pero más que la trama me han gustado las formas. Puede que en otro tipo de argumento luzcan más.
    Un saludo!! 😉

    Escrito el 3 marzo 2014 a las 22:51
  2. 2. Vicente Pacheco Gallego dice:

    Hola Ada Lena. Lo primero que quiero es felicitarte, me has conquistado por completo con tu relato. Tienes una pluma prodigiosa. Lastima me dan esos cuervos cuando vuelvan a ver a Odín. No le hará ninguna gracia que sientan ese inmenso y luminoso amor. Trazas muy bien todas las frases y das detalles contundentes.

    Mi enhorabuena y sigue adelante.

    Escrito el 3 marzo 2014 a las 22:56
  3. 3. lunaclara dice:

    Hola Ada! Veo que lo tuyo es la riqueza del lenguaje. Lo dominas a la perfección, y te envidio. Estoy de acuerdo con Virginia en eso. A tí se te quedan muy cortas las 750 palabras. Lo tuyo parece ser más la narración larga. ¿Has pensado en escribir algún libro? Te animo a ello, y no hagas caso a los que se abruman, tú sigue tu estilo, es buenísimo y seguro que gustará a muchísima gente.
    Yo, como sabes, prefiero la sencillez.
    ¡Viva la diversidad!!

    Nos leemos.

    Escrito el 4 marzo 2014 a las 00:03
  4. 4. Wolfdux dice:

    Hola!

    me he vuelto a pasar por tu relato y me he dado cuenta de que cuando lo leí no comenté, no sé en que estaría pensando…

    Estoy de acuerdo con que la riqueza del lenguaje del que hablan pueda sobrecargar al lector, a mi la poesía no me apasiona y leerle me cuesta, y no por ello tiene que ser un mal escrito. En tu caso ni me cuesta leerla ni me desagrada la forma en la que escribes, al contrario.

    Además me gusta mucho la mitología y tras leer la primera frase en la que salen Hugin y Mugin ya me habías conquistado, jejeje.

    ¡Saludos y enhorabuena por el relato!

    Escrito el 4 marzo 2014 a las 09:14
  5. 5. Ada Lena G. P. dice:

    Muchas gracias compañeros por vuestras esclarecedoras reflexiones. La verdad es que tenéis razón. Yo misma no quedé satisfecha con el relato, me resultaba artificioso y demasiado concentrado para responder al ejercicio que nos pedían. De hecho, días antes hablé con Iria, para que sustituyera este relato que habéis leído por otro, que no llegué a terminar y que se acomodaba más a la propuesta que nos requerían.
    Así que, me apunto y aprovecho vuestas certeras opiniones para aprender.
    Os sigo leyendo…
    ¡Saludos a todos!

    Escrito el 5 marzo 2014 a las 01:17
  6. 6. Ada Lena G. P. dice:

    Gracias Luna, por padecer la lectura del “tostón” (que es como yo le llamo al relatito). No, nunca he pensado escribir un libro. De hecho, me apunté al taller para aprender a resumir, (ahora que están tan de moda los recortes), pero, por ahora, veo que no lo consigo. Creo que me quedé en el siglo XIX, ¡jajaja!
    ¡Qué tengas un buen mes y provechosas ideas para tus escritos!
    ¡Un abrazo de Ada!

    Escrito el 5 marzo 2014 a las 01:35
  7. 7. Abbey dice:

    ¡Hola!
    ¡Uau! Creo que el adjetivo que define tu relato es intenso. Cada frase está repleta de sensaciones que te envuelven completamente. No sé si para un libro sería demasiado, pero para un relato corto a mi me ha encantado.
    En cuanto a tu estilo, es cierto que es diferente, pero yo personalmente lo agradezco.
    Hasta el próximo taller.

    Escrito el 5 marzo 2014 a las 21:21
  8. 8. Ada Lena G. P. dice:

    ¡Muchas gracias, Abbey!

    Tus palabras son alentadoras. Cuando leí tu relato observé qué tipo de lectora podías ser por cómo habías escrito ese excelente: Rico, rico…

    Te sigo leyendo.

    Saludos.

    Escrito el 5 marzo 2014 a las 22:26
  9. 9. Aurora Losa dice:

    Desde hoy me declaro fan incondicional tuya, pues no sólo la historia es una joya, sino también el modo en que la pones a nuestro servicio, como si de un bardo antiguo se tratara, de aquellos que callaban hasta las voces de los reyes y señores en épocas que ahora nos parecen lejanas.
    Triste cometido el de los siervos de Odín, que hubieron de claudicar ante el gallo dichoso, pero no me gusta el final; no porque esté mal escrito, sino porque supone una victoria inmereceda.
    Por los dioses que siguen presentes y encontraron el modo de subsistir para permitirnos rescatarlos de un supuesto olvido como tú has hecho.
    Mi más sincera enhorabuena, deseando estoy de leer tu próxima intervención en el taller, para encontrar otra joya como esta.

    Escrito el 6 marzo 2014 a las 16:14
  10. 10. Ada Lena G. P. dice:

    Agradezco mucho tus palabras Aurora, y es más coincido contigo respecto al final, a mí tampoco me convenció desde el principio, pero quería acabar el relato y fue lo primero que se me ocurrió. Lo más plausible quizás. En realidad, no me tomé tiempo para sopesar otra posible opción de cierre, pues no me gustaba la idea de tener que escribir sobre un enfrentamiento y me estaba resultando extenuante.
    Bueno, a ver si vienen las musas y nos iluminan… Aunque, tal vez a ti ya te han visitado.
    Tu estilo deja una maravillosa impronta en aquel que tiene la suerte de leerte.
    Saludos.

    Escrito el 6 marzo 2014 a las 19:42

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